Atrapados en el infierno

domingo, 2 de mayo de 2004 · 01:00
La ciudad iraquí de Faluya se ha convertido en símbolo de la resistencia iraquí En sus barrios y calles se han efectuado los más cruentos combates desde que, hace un año, terminó oficialmente la guerra en Irak Un cerco militar impide a sus pobladores acceder a la ayuda médica y humanitaria, y los ataques de las fuerzas estadunidenses arrasan indiscriminadamente con edificios públicos y viviendas Oficialmente han muerto 800 civiles y otros mil 200 han resultado heridos Más de la mitad de estas personas son niños, mujeres y ancianos PARÍS- "Nosotros, habitantes de una ciudad asediada, quienes vivimos en condiciones infrahumanas, queremos expresar nuestra profunda preocupación ante una falta total de responsabilidad que genera enormes violaciones del derecho internacional y de los derechos humanos" Así empieza la carta que, en tono desesperado, dirigentes de la ciudad iraquí de Faluya enviaron a Kofi Annan, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Annan recibió la misiva el 24 de abril, pero la dio a conocer públicamente cuatro días más tarde Sigue la carta: "Imponer un castigo colectivo a la población de Faluya va a crear una situación explosiva Es imposible hablar de paz a la gente si las fuerzas de ocupación recurren a una violencia excesiva" Lakhdar Brahimi, emisario especial de la ONU en Irak, expresó la misma preocupación un día antes de la publicación de esa carta Dijo: "Si no se encuentra una solución pacífica a la crisis de Faluya, se corre el riesgo de un terrible enfrentamiento sangriento La coalición sabe mejor que nadie que las consecuencias de semejante baño de sangre serían dramáticas y duraderas" La misma angustia manifiestan la Cruz Roja Internacional, la Media Luna Roja y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, mientras que diversas ONG internacionales, encabezadas por las agrupaciones Merlin e Islamic Relief, exigen a las fuerzas de la coalición que dejen de violar sistemáticamente los convenios de Ginebra sobre derecho de guerra en esa ciudad, calificada de "mártir" Ambas organizaciones, con sede en Londres, conocen bien la situación: Con suma dificultad, su personal y sus contactos lograron entrar y salir de Faluya Sus testimonios y los de los habitantes de la ciudad asediada son demoledores Las señales enviadas por Estados Unidos son cada vez más contradictorias e inquietantes El martes 27, Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, aseguró que el alto mando militar de su país en Irak seguía creyendo en "una conclusión negociada" del conflicto Ese mismo día, miles de volantes inundaron las calles de Faluya Decían: "Entrégate, estás cercado () Si eres un terrorista, cuidado, porque tu último día era ayer Si quieres salvar tu vida, ya deja de pelear, entrégate a las fuerzas de la coalición ahora mismo Estamos llegando para detenerte" Algunas horas más tarde, se produjeron cruentos enfrentamientos entre soldados estadunidenses y rebeldes iraquíes en el barrio de Al Jolan, en donde se concentra una parte de la resistencia Por la noche del miércoles 28, las fuerzas estadunidenses bombardearon ese mismo barrio Un diluvio de fuego cayó sobre él Al mismo tiempo, voceros de la coalición anunciaron que disponían de 10 millones de dólares para reconstruir Faluya y que muy pronto podrían dedicar 25 millones más a esa tarea Al cierre de esta edición -jueves 29-, la confusión creció aún más con el anuncio de un eventual "repliegue estratégico" de los soldados estadunidenses ¿Dejarán realmente Faluya? Nadie se atreve a creerlo Ciudad mártir Desde el 5 de abril, Faluya se ha convertido en símbolo de la encarnizada resistencia a la ocupación de Irak La ciudad, ubicada a 50 kilómetros al oeste de Bagdad, está asediada por 2 mil integrantes del Primer Cuerpo Expedicionario del Ejército estadunidense, apoyado por la Fuerza Aérea y helicópteros de asalto Durante más de tres semanas ha sido el escenario de combates urbanos caracterizados por su ferocidad, sin precedente desde el principio de la guerra el año pasado El cerco de las fuerzas de la coalición aisló casi por completo a Faluya del resto del mundo, lo que impidió su acceso a los medios de comunicación y obstaculizó la llegada de ayuda médica y humanitaria para su población A pesar del silencio que se buscó imponer, se empieza a conocer la magnitud de la tragedia que la ciudad ha estado sufriendo Los primeros incidentes empezaron en realidad a finales de marzo, una semana después de que el Primer Cuerpo Expedicionario relevara al US 82nd Airborne que se encontraba en ese lugar El jueves 25, un soldado estadunidense fue muerto en un ataque rebelde El viernes 26, combatientes iraquíes y marines se enfrentaron durante varias horas en las calles de Faluya Al día siguiente, los efectivos de la coalición bloquearon todas las vías de acceso a la ciudad, mientras que vehículos blindados y tanques se posicionaron en los suburbios de la ciudad El 31 de marzo, cuatro agentes de seguridad estadunidenses, empleados de una empresa privada de su país -Blackwater- fueron asesinados y mutilados en el centro de Faluya Lo que quedó de sus cadáveres fue colgado en un puente de la ciudad Algunas imágenes de esa carnicería dieron la vuelta al mundo El 1 de abril, el general brigadier Mark Kimmit, jefe adjunto de los operativos militares en Irak, anunció que habría una respuesta "despiadada" a ese crimen En la noche del 4 al 5 de abril, 2 mil soldados cercaron la ciudad Instalaron su cuartel general en una zona industrial contigua al barrio Al Jolan Se puso en marcha la respuesta "despiadada": Bombardeos aéreos y ataques de helicópteros artillados destruyeron mezquitas, escuelas, casas y edificios Numerosos tiradores de elite se desplegaron en lugares estratégicos de Faluya Varios tomaron posiciones en el techo del principal hospital de la ciudad, el cual fue cerrado Todos los médicos que atendieron a los heridos, a menudo en clínicas improvisadas, coinciden: Son estos "francotiradores" los que han causado más víctimas entre la población civil Washington desmiente Afirma que sus tiradores son altamente profesionales y sólo disparan contra terroristas Pero los hechos son contundentes: Más de la mitad de los 800 iraquíes asesinados -cifra oficialmente registrada- son mujeres, ancianos y niños, al igual que la mayoría de los mil 700 heridos El 9 de abril, las autoridades militares estadunidenses proclamaron una "suspensión unilateral de los operativos ofensivos" Desde entonces, se suceden anuncios contradictorios de treguas y violaciones de treguas, de negociaciones y rupturas de diálogo A principios de abril, las fuerzas de ocupación afirmaron que querían capturar a los asesinos de los mercenarios que trabajaban para la empresa de seguridad Blackwater; luego aseguraron estar decididos a "limpiar" la ciudad, y ahora exigen que los combatientes les entreguen sus armas pesadas Todo ha sido en vano Mientras tanto, siguen los bombardeos, los enfrentamientos callejeros, los disparos de francotiradores y el cerco de la ciudad Cerco mortal Durante la primera semana de combates, los pobladores quedaron atrapados en el infierno: encerrados en sus casas por temor a los tiradores, sin luz ni agua, con problemas crecientes para conseguir alimentos; sin poder llevar los heridos al hospital ni poder sepultar a los muertos, cuyos cuerpos se descomponían en las calles, por lo que optaron finalmente por enterrarlos a toda velocidad en jardines, terrenos baldíos y canchas de futbol, más accesibles que los cementerios Fue tan férreo el cerco que a lo largo de casi una semana nadie ni nada pudo entrar ni salir de la ciudad Fueron esos días los más mortíferos para la población civil Luego, las fuerzas de ocupación presionaron para que la gente saliera de Faluya al tiempo que dejaron entrar, a cuentagotas, ayuda humanitaria y médica Según el testimonio de Jo Wilding, miembro de las organizaciones Electroniciraq y Voices in The Wilderness (Voces en medio del salvajismo), quien estuvo en Faluya el 11 de abril, los soldados estadunidenses no dejaron salir a los hombres en edad de combatir Se calcula que huyó alrededor de la tercera parte de los casi 300 mil habitantes de Faluya Los refugiados afirman haber salido de la ciudad bajo las balas de los francotiradores Muy pronto se planteó el problema de su alojamiento Según explica Mohamad Ibrahim, vocero de la Media Luna Roja, una parte de los desplazados se fue a vivir a casa de familiares o amigos en pueblos que rodean a Faluya o en Bagdad Algunos fueron hospedados por desconocidos compasivos Pero muchos quedaron sin refugio, en pleno desierto Le costó mucho trabajo a la Media Luna Roja arrancar a las autoridades militares de Estados Unidos la autorización para instalar 150 carpas a 10 kilómetros de Faluya Cuando obtuvo el permiso, el lugar seleccionado se había convertido en campo de batalla Lo mismo ocurrió con otro terreno más alejado de Faluya Finalmente, la Media Luna Roja tuvo que abrir un improvisado campo de refugiados en Al Khadra, en los alrededores de Bagdad, en el que pudo albergar a más de 500 familias Las condiciones de vida resultaron tan duras en ese lugar que muchos refugiados decidieron volver a Faluya, a pesar de los combates No se les permitió hacerlo, como tampoco se les permitió salir a miles de habitantes de Faluya que intentaban huir El triángulo sunita El pasado 22 de abril, Khaled Abu Mujahid, miembro del Partido Islámico, denunció la situación apremiante que prevalece en Faluya: Muchas familias siguen apresadas en sus propias casas Llevan más de tres semanas así No tienen acceso a ayuda humanitaria porque los francotiradores les impiden salir a la calle Sufren escasez de agua, luz y comida Otra vez, hay cadáveres pudriéndose en las calles Abu Mujahid afirma que los soldados estadunidenses disparan a menudo contra las ambulancias Varias ONG confirman esa denuncia, algunas de ellas por haber sido víctimas de esos disparos Todas enfatizan que varios convoyes de ayuda están bloqueados en los puestos de control de las fuerzas de ocupación que rodean la ciudad Los médicos de Faluya y Bagdad que atienden a los heridos aseguran que los soldados estadunidenses los hostigan en forma permanente, pues quieren "investigar" a sus pacientes "varones en edad de combatir" Diversas ONG y el cuerpo médico consideran que el número real de víctimas rebasa por mucho los 800 muertos y los mil 700 heridos registrados ¿Por qué y cómo se llegó a esa situación extrema en Faluya? La ciudad pertenece al famoso triángulo sunita integrado además por Bakuba y Tikrit (cuna del clan de Saddam Hussein) Faluya se encuentra en la provincia de Al Anbar, que prosperó más que cualquier otra región del país durante el régimen baasista de Hussein: dos presidentes, varios primeros ministros, miles de militares de alto rango y numerosos hombres de negocios nacieron en Al Anbar y cuidaron a su provincia de origen como la niña de sus ojos A pesar de encontrarse en una zona desértica, Al Anbar se ha vuelto fértil gracias a importantes obras de irrigación La mayoría de la población se dedica a la agricultura Pierre-Jean Luizard, el más destacado especialista francés sobre Irak, enfatiza: "Esa provincia, que perdió todos sus privilegios con la caída de Hussein, es en realidad un 'coctel' explosivo de arabismo, fundamentalismo sunita exacerbado y fuerte tribalismo con raíces profundas y seculares" En los últimos años de su "reino", Hussein entregó armas y mucho dinero a las tribus de esa región que, por esa misma razón, estuvo en la mira de las fuerzas estadunidenses desde la caída del régimen "Los estadunidenses ignoran tantas cosas sobre la sociedad que pretenden dominar, que cometen errores irreparables", recalca Luizard "Esto fue patente en el área sunita, donde la represión fue tan dura que Faluya no tardó en convertirse en punta de lanza de la resistencia a la ocupación" Según el experto, la situación de los árabes sunitas de Irak es sumamente difícil: perdieron el control del Estado, que venían monopolizando desde hacía un siglo, y, con el derrumbe del régimen del Partido Baas, murió para siempre la ideología nacionalista árabe que habían hecho suya Localmente, el único liderazgo sunita que quedó en pie fue el de los imanes, que controlan ciudades como Faluya, o barrios de ciudades importantes como Mosul, al norte de Irak" Enfatiza: "La disolución del Ejército iraquí, el 23 de mayo de 2003, horrorizó a decenas de miles de oficiales y responsables militares que regresaron al 'triángulo sunita' sin esperanza alguna de reconversión Lógicamente pusieron su experiencia y sus armas a la disposición de los habitantes de sus ciudades, sobre todo de Faluya, que había iniciado una forma de resistencia contra las fuerzas de ocupación Se aliaron con los imanes y allí están, peleando" Después de casi un mes de cerco y de bombardeos aéreos cada vez más intensos, la ósmosis entre los combatientes y la población parece más fuerte que nunca Es por lo menos lo que afirman las ONG y los refugiados Las autoridades militares de Estados Unidos tienen otra visión Afirman haber aislado a los terroristas iraquíes y a los combatientes extranjeros ligados a Al Qaeda, quienes, a su juicio, luchan en Faluya Hasta ahora, ningún testimonio puede confirmar o desmentir la presencia de mujahiddines extranjeros en la ciudad Luizard tampoco puede hacerlo Pero teme que, a mediano plazo, por culpa exclusiva de Washington, Irak se convierta en el principal terreno de enfrentamiento entre dos protagonistas no iraquíes: Estados Unidos y la nebulosa fuerza del fundamentalismo sunita En Irak, la única organización que tuvo contacto con Al Qaeda en tiempos de Hussein fue Ansar al Islam, un movimiento islámico kurdo minoritario cuyos integrantes fueron a combatir a Afganistán en 1999 En 2002, volvieron al Kurdistán iraquí y se instalaron en la región fronteriza con Irán No tardaron en ser reprimidos por los peshmergas de la Unión Patriótica de Kurdistán (UPK) Al iniciarse la guerra contra Irak, en 2003, fueron bombardeados por la aviación militar de la coalición Parte de los miembros de la organización se escondió en Irán, el resto se refugio en el triángulo árabe sunita No se puede descartar que algunos de ellos estén combatiendo actualmente en Faluya "En los meses que precedieron la guerra, Bagdad acogió a numerosos mujahiddines árabes sunitas ansiosos de enfrentarse con soldados estadunidenses A cambio de una vida relativamente cómoda, estos fundamentalistas jordanos, palestinos, sirios, yemenitas y del norte de África llevaron a cabo tareas represivas contra la población iraquí, a pedido de Hussein", cuenta Luizard Cuando se derrumbó el régimen, la venganza chiita contra estos extremistas sunitas fue terrible Muchos de ellos lograron salir del país Otros optaron por la clandestinidad Al parecer, están aprovechando el caos actual para organizar la llegada a Irak de centenares de seguidores de la Yihad (guerreros de la "guerra santa") árabes Deplora Luizard: "Es terrible Se corre el riesgo de que la comunidad sunita iraquí se convierta en rehén del fundamentalismo trasnacional sunita, que va a usarla en su guerra contra Estados Unidos Ese nebuloso grupo sunita integrista, sumamente peligroso, prospera en países cuyo Estado agoniza: Afganistán, Chechenia, Irak"

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