* Intentaban tomar fotografías de la destrucción de un templo evangélico por parte de fieles católicos
Tuxtla Gutiérrez, Chis , 26 de mayo (apro)- Unos 400 pobladores de la comunidad fronteriza de Santa Rita, municipio de La Trinitaria, retuvieron durante varias horas de este jueves a los periodistas Marco A Guillén, reportero y editor del Diario de Comitán, y Efraín Roger Ruiz, de La voz del Sureste, cuando investigaban el fenómeno de la intolerancia que impera entre grupos de católicos y evangélicos
Alrededor de las 13:00 horas Guillén y Ruiz se dispusieron a recorrer algunas comunidades donde se han suscitado conflictos religiosos para indagar sobre el fenómeno
Los reporteros fueron notificados que en la comunidad Santa Rita, la mayoría de los habitantes de filiación católica acordaron destruir el templo que tienen siete familias evangélicas, las cuales no cooperan para la fiesta del santo patrono del lugar
Al llegar al lugar los periodistas constataron la destrucción del templo; sacaron su cámara fotográfica para tomar imágenes, pero fueron sorprendidos por los habitantes católicos, quienes los acosaron y les quitaron su equipo de trabajo
Guillén y Ruiz se acreditaron como periodistas pero la turba de 400 personas aproximadamente, hizo caso omiso de ello y los trasladaron a la cárcel ejidal, donde fueron recluidos
El pastor Regulo Hernández, líder de los evangélicos logró comunicarse con los compañeros de los periodistas en la ciudad de Comitán, quienes denunciaron los hechos ante el Ministerio Público de la Fiscalía General del estado, quien se trasladó con miembros de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) y uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP)
Tras negociaciones con los líderes de los indígenas, lograron que se firmara un acuerdo, en el pidieron que no se denunciaran los hechos a cambio de entregar a ambos comunicadores, sin embargo, los periodistas advirtieron que no cumplirían tal acuerdo impuesto por los habitantes que han acosado y amedrentado a los evangélicos y les impiden realizar libremente su fe religiosa