Juventud "desesperada"

domingo, 26 de marzo de 2006 · 01:00
A diferencia de la generación del 68, la que actualmente protesta en las calles de las principales ciudades francesas no busca cambiar la sociedad, sino evitar su exclusión de ella; no muestra optimismo, sino angustia; no cree en el futuro, le teme; su violencia no es simbólica, es producto de la desesperación En el fondo, la actual revuelta estudiantil -que se suma a la de los jóvenes de los suburbios y al rechazo a la Constitución Europea- es el síntoma de una sociedad enferma que carece de identidad: no sabe quién es, de dónde viene y para dónde va PARÍS- Imágenes de la efímera toma de La Sorbona, reportajes sobre amotinados lanzando adoquines contra las fuerzas del orden, autos incendiados y manifestaciones estudiantiles en el barrio latino dieron la vuelta al mundo en las dos últimas semanas No faltaron alusiones a los acontecimientos de mayo del 68 francés Pero semejante comparación es totalmente falaz, dictamina Jean-Pierre Le Goff Filósofo y sociólogo, Le Goff preside el Club Politique Autrement, grupo de reflexión que busca repensar la democracia en las sociedades desarrolladas Es también autor de numerosos libros y ensayos sobre distintos problemas sociales en Francia Su libro más famoso es Mayo de 68, la herencia imposible, publicado en 1998 y considerado como el mejor balance -a la vez crítico y exhaustivo- del período que sacudió a Francia hace 38 años y de sus consecuencias en las décadas siguientes Le Goff conoce de sobra el tema, ya que participó activamente en aquella revuelta estudiantil Al igual que la mayoría de los politólogos, analistas y sociólogos que observan la movilización actual de estudiantes franceses en contra del Contrato de Primer Empleo (CPE), Le Goff se muestra perplejo y prudente Confiesa que le es difícil definir en caliente lo que pasa Es demasiado temprano para saber hacia dónde va esa agitación, insiste Hoy (22 de marzo) nadie puede predecir el futuro Pero algo es seguro: lo que pasa ahora nada tiene que ver con el 68 Sólo se parece el decorado: el barrio latino, policías antimotines que rodean La Sorbona, la juventud de los estudiantes y algunos brotes de violencia Pero estos brotes son muy minoritarios y por lo general no son provocados por los estudiantes Son actos perpetrados por grupúsculos ajenos al movimiento de protesta contra el CPE, bien organizados, duros, firmemente decididos a 'echarse' a policías y que llegan incluso a atacar a los manifestantes para robarles sus celulares y pertenencias () Muchos vienen de los suburbios y aterran al gobierno, sobre todo al Ministerio del Interior El poder teme, como a la peste, que los jóvenes de los suburbios aprovechen las protestas estudiantiles para volver a rebelarse, ya sea en sus zonas, ya sea colándose en las manifestaciones -¿Es paranoia o existe realmente ese peligro? -A mi juicio ese temor no es del todo descabellado -¿En qué es drásticamente distinta la actual movilización de la del 68? -No se trata de la misma juventud ni de la misma sociedad ni del mismo período histórico y social La juventud estudiantil de 1968 estaba considerada como la futura élite del país Para ella encontrar un trabajo no era un problema Por el contrario, podía elegir libremente entre tal o cual empleo Su porvenir laboral no le angustiaba lo más mínimo Era despreocupada, alegre, optimista, creía en utopías y la animaba un romanticismo revolucionario Tenía el sentido de lo colectivo, de la solidaridad, era generosa, lúdica () La juventud que hoy está en las calles es muy distinta Me impacta verla angustiada, estresada, tensa al extremo -¿No piensa que le sobran motivos para sentirse angustiada? -Por supuesto Al comparar la juventud de hoy con la de hace cuatro décadas, no establezco superioridad de una sobre otra Como sociólogo constato un drástico cambio Hoy, ciertamente, cuando se manifiestan en las calles u ocupan sus universidades y liceos, los estudiantes y alumnos se ven alborotados y algunos pueden parecer entusiastas Pero esa excitación es superficial Lo que prevalece es una ansiedad tremenda Como pañuelos desechables Según explica Le Goff, la juventud de 1968 vivió en una época próspera, las décadas llamadas treinta gloriosas: los 30 años de la posguerra que acabaron en 1973 con la crisis petrolera Esa generación creció en un contexto de desarrollo del consumo y bajo el ala protectora del Estado providencia Creía en la modernidad y el progreso Se pudo dar el lujo de cuestionar todos los valores del crisol cultural en el que se había forjado Logró libertad sexual, tuvo su propia música, probó drogas, trastornó muchas cosas Por primera vez desde la posguerra, esa juventud estudiantil logró imponerse como actor central de la política y de la sociedad Insiste el experto: Esa generación además tuvo la sensación de inscribirse en un movimiento internacional, ya que en varios países se dieron movimientos, distintos unos de otros, pero todos sacudieron culturalmente al 'viejo mundo' Pienso en Alemania, Italia, Estados Unidos y, por supuesto, en México Recalca: En Francia hubo violencia en el 68 No lo podemos negar, fue real Pero todavía esa violencia tenía una dimensión simbólica Se inscribía en una tradición revolucionaria que se remontaba a 1789 o a la Comuna de 1848 La violencia de hoy es totalmente distinta Es desconectada de la historia Es desesperada -En varios de sus escritos, usted constata que la generación del 68 dejó una herencia muy dura a las dos generaciones siguientes -La crisis cultural muy fuerte que abrió el mayo del 68 atestó golpes terribles a dos vectores centrales de transmisión: la familia y la escuela La generación del 68 tuvo razón en luchar contra estas instituciones rígidas, represivas y arcaicas () Pero no supo reconstruir realmente algo sobre las ruinas que dejó -¿Qué quiere decir? -En los años ochenta prevaleció un gran liberalismo cultural y se consolidó una sociedad en la que muchas cosas antes prohibidas fueron permitidas, entre otras en el campo sexual Se empezó a imponer el culto de la juventud y a sobrevalorar al joven La generación del 68 crío a sus hijos de forma muy particular: buscó volverlos autónomos y responsables desde su más temprana edad Tanto los padres como la sociedad adularon a estos jóvenes, pero lo hizo en un período económico en el que empezó a crecer un desempleo masivo e incontrolable Y ahí radica la gran paradoja que aún trauma a la juventud francesa Sus padres y su entorno social les lanzaron un doble mensaje totalmente contradictorio Les dijeron al mismo tiempo: 'ustedes son los reyes de la sociedad, pero hay cada vez menos trabajo para ustedes en esa sociedad' Es un mensaje tremendo que permite entender la desesperación actual de los jóvenes -¿Y qué pasó con la escuela? -Otra paradoja ¡Cuidado! -advierte Le Goff-, no voy a expresar juicios de valor, sino constatar hechos que explican la crisis por la que pasa actualmente la juventud La generación del 68 quiso que sus hijos tuvieran el bachillerato y acceso a la universidad -hoy en Francia 80% de los jóvenes tienen el bachillerato- La generación de 68 repitió a sus hijos hasta el cansancio que debían tener muchos diplomas para salir adelante Además, en los años ochenta, con los socialistas en el poder, se creó una nueva mentalidad: la del derecho al éxito ¿Qué hicieron entonces los hijos de la generación del 68? Se lanzaron a estudiar periodismo, psicología, ciencias de la comunicación carreras ligadas con relaciones humanas y públicas Todo el mundo los estimuló a lanzarse en estos estudios: sus padres, las instituciones, los políticos Y ahora resulta que 23% de los jóvenes no encuentran trabajo ¿Cómo quiere que estos jóvenes no estén presos de angustias terribles y de profundos resentimientos? -De ahí las protestas crecientes contra el Contrato de Primer Empleo (CPE) -Sí y no -¿Qué quiere decir? -En la situación en la que se encuentra actualmente la sociedad francesa de estrés y depresión extremos, cualquier chispa puede prender el polvorín El CPE, por supuesto, es un catalizador de ese profundo malestar en la juventud y en la sociedad francesas ¿Qué dice ese contrato? Que durante dos años un empleador puede despedir a su empleado de menos de 26 años sin justificar su decisión ¿Se da cuenta? Es un golpe espantoso a la dignidad de los jóvenes que se sienten como pañuelos desechables Su patrón puede usarlos y botarlos como se le pegue la gana a lo largo de 24 meses Es insoportable, sobre todo para quien tiene diplomas, ilusiones Abismo generacional Después de unos segundos de reflexión, Le Goff explica: -Inicialmente, ese CPE estaba destinado a los jóvenes sin capacitación que padecen desempleo crónico Dominique de Villepin (primer ministro galo) nunca imaginó que los jóvenes con diplomas podían sentirse aludidos Pero de hecho lo son -¿Por qué? -Al no encontrar empleos compatibles con sus diplomas y sus aspiraciones, muchos jóvenes estudiantes aceptan trabajos o chambitas que nada tienen que ver con sus estudios Eso ya los desvaloriza Pero si además en estas tareas muy por debajo de su capacitación se les trata como pañuelos desechables, pues es lógico que se enfurezcan -Todos los observadores de la movilización estudiantil que sacude hoy a Francia recalcan su poca politización -Yo hablaría inclusive de infrapolitización Es una rebeldía despolitizada que tiene pavor de ser recuperada, ya sea por las organizaciones estudiantiles -minoritarias en las universidades y ligadas con el Partido Socialista o con la izquierda radical-, ya sea por los sindicatos Los franceses son cada vez menos sindicalizados En el sector privado, son una minoría y en el sector público son cada vez menos Es obvio que las organizaciones sindicales, que apoyan a los estudiantes, quieren aprovechar la situación para hacer acto de presencia en el escenario político-social Y eso lo saben y lo temen los estudiantes, quienes insisten en que nadie pueda hablar en su nombre -Aparecen, sin embargo, algunos voceros como Bruno Julliard, de la UNEF (Unión Nacional de los Estudiantes de Francia) -Son los medios de comunicación masiva los que buscan a gentes como él, pero la mayoría de los estudiantes no lo reconocen Ese movimiento incipiente no tiene líderes, ni parece quererlos Decide todo en asambleas generales que duran horas y en las que buscan intervenir grupúsculos más organizados () No existe un Daniel Cohn Bendit o un Marc Sauvageot o un Alain Geismar, voceros apasionados, románticos, dramáticos, exagerados del 68 () Pensándolo bien, creo que el abismo que hubo entre la generación de 68 y sus padres es mucho menor que la que existe entre esa misma generación del 68 y los jóvenes de hoy -Usted mencionó la solidaridad y la generosidad de esa generación de hace cuatro décadas No era tan difícil ser solidario en una sociedad que no era tan competitiva como la actual -Por supuesto Los jóvenes de hoy están en una lógica de sobrevivencia En esa situación de desempleo masivo todo se vale para conseguir trabajo Impera el individualismo Todo gira alrededor de la misma meta: conseguir chamba Me llama la atención constatar cómo instrumentalizan todo para lograr ese objetivo -¿En qué piensa concretamente? -En su actitud con respecto a los estudios Hace cuatro décadas, la cultura seguía contando, aun si se cuestionaba la cultura de los padres Se buscaba inventar una nueva cultura y se respetaban ciertas tradiciones culturales considerándolas útiles para agudizar su propia autonomía de juicio Hoy los estudios deben ser 'rentables' Perdió mucha importancia la noción de cultura Se impuso la obligación de desembocar en un empleo Ese problema de los estudios 'rentables' está generando un fenómeno que era inimaginable en 1968 A medida que se prolonga la protesta contra el CPE crece el número de estudiantes que piden que se reinicien los cursos Existen organizaciones instrumentalizadas por la derecha que intervienen, pero muchos estudiantes actúan en forma totalmente independiente Afirman al mismo tiempo su oposición al CPE y la necesidad de seguir estudiando para poder presentar sus exámenes en tiempo normal Después de otro momento de reflexión, Le Goff dice, como pensando en voz alta: Es difícil definir esta nueva movilización No se sabe si va a ser efímera o si va a desembocar en algo más duro Sus reivindicaciones son confusas Todos piden que se abandone el CPE Pero ¿Después qué? Lo que siento detrás de ese rechazo del CPE es un miedo inmenso Busco calificativos para definir ese movimiento () El único que me viene a la mente es posmodern: tiene características muy individualistas en un contexto de desempleo masivo que va desestructurando cada vez más el tejido social -Desde hace un año, la actualidad francesa sorprendió a la opinión pública internacional: el 29 de mayo del año pasado, los franceses rechazaron la Constitución europea, seis meses después, en noviembre de 2005, miles de jóvenes se amotinaron en los suburbios de las grandes ciudades galas y ahora estudiantes y alumnos de liceos se movilizan ¿Hay una relación entre estos acontecimientos? -Obviamente Son síntomas -cada vez más cercanos uno del otro- de un país enfermo -¿Enfermo? -Francia está en plena crisis de identidad: ya no sabe quién es, se le va olvidando de dónde viene y no tiene la menor idea de a dónde va Lo que no logro entender es cómo, a pesar de todo, sigue funcionando así, dando tumbos () Lo que la crisis estudiantil nos revela es, entre otras cosas, la profundidad de esa crisis Aún es muy temprano para saber si la lucha anti-CPE será una batalla más en la larga lista de las revueltas estudiantiles que sacudieron a Francia desde 1968 o si será el detonante de algo más grave

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