Las viñetas de la ira

lunes, 10 de abril de 2006 · 01:00
Roma, 10 de abril (apro) - Luego que una revuelta anti-italiana en Libia culminó con el saldo de once muertos y decenas de heridos, el ministro de Reformas Institucionales, Roberto Calderoli, tuvo que dimitir el pasado domingo 19 de febrero La razón: decidió vestir y exhibir públicamente camisetas con dibujos satíricos de Mahoma Por tres días, y a partir de la tarde del viernes 17 de febrero, más de un centenar de manifestantes libios se reunió frente el consulado italiano en Bengasi ?el único occidental en esa ciudad-- con la intención de asaltar e incendiar el edificio, aterrorizando al cónsul y a los funcionarios que allí laboran En principio desencadenadas bajo el pretexto de la difusión --el año pasado, en Holanda-- de viñetas con imágenes de Mahoma, las violentas protestas ya han provocado incidentes en Afganistán, Líbano, Irak, Somalia, Nigeria, Turquía y Libia Los incidentes coincidieron con la polémica en Italia sobre el caso del ministro Calderoli, que exhibió --el martes 14 febrero-- una camiseta con las viñetas de Mahoma durante un programa en la televisión pública RAI, al cuál había sido invitado a participar Tras ser informado, el sabado 18 febrero, sobre los muertos de Bengasi, y preocupado por no enturbiar las relaciones diplomáticas con Trípoli, el primer ministro Silvio Berlusconi instó a Calderoli a dimitir "Es importante" mantener buenas relaciones con un país que es "útil" por el suministro de energía, y colabora en la lucha contra la inmigración clandestina, declaró Berlusconi tras un intercambio telefónico con el líder libio Gadafi De manera paralela, el vicepresidente, el postfascista Gianfranco Fini, ese mismo día visitó la mezquita de Roma, la más grande de Europa El objetivo: mostrar que Italia "respeta todas las religiones y que pretende el mismo respeto" "Nos hallamos", comentó Fini, "en un momento en el que se necesita el máximo sentido de la responsabilidad" La decisión de invitar Calderoli a dimitir obtuvo el consenso casi unánime de los partidos de la coalición de centro-izquierda y centro-derecha y del presidente de la república italiana, Carlo Azelio Ciampi, que habló de "responsabilidad de quien gobierna" y de "respeto hacia las otras religiones y culturas" Antes, la fundación Gadafi --que preside Seif al Islam Gadafi, hijo del líder libio-- había invitado a Roma a asumir "iniciativas urgentes contra este ministro", al que calificó de "odioso y racista", y se le culpó de haber causado las protestas con sus acciones "provocadoras y ultrajantes" En una nota difundida por esa fundación arabe, se agregó que "los intereses italianos en Libia y las relaciones con Trípoli podrían pasar por una delicada y decidida fase de reevaluación" El gobierno libio también condenó las "las ofensas hacia el Islam y los musulmanes", y explícitamente criticó el ministro Calderoli No es la primera vez que este político, de 49 años, socio de Berlusconi y miembro de la xenófoba Liga Norte, está en el ojo del huracán por sus belicosas declaraciones sobre el Islam En las últimas semanas, en varias ocasiones había remarcado aplicar "la fuerza" frnte a las protestas por la publicación de las caricaturas Convencido de defender su derecho a la libre expresión, Calderoli --en declaraciones al diario de su partido, La Padania, sostuvo: ''No tengo la intención de renunciar a la batalla para afirmar los valores en los cuales creo (?) de la religión cristiana, y de ser un hombre libre", y agregó que su única culpa era "no ser hipócrita" La rebelión Fue el viernes 17, día de oración para los musulmanes, que se verificaron fuertes protestas en Herat (Afganistán), Nassiriya (IraK), además de Bengasi (Libia) En Bengasi, eran las cinco de la tarde cuando los manifestantes arribaron al consulado italiano Ya había terminado la oración en la que el predicador musulmán había condanado las actitudes anti-islámicas, sobre todo las viñetas danesas Entonces, un grupo de manifestantes, con piedras en las manos, quebraron los vidrios de las ventanas situadas en los primeros pisos del edificio consular italiano, y vaciaron latas con gasolina en el interior Afuera, cuatro automóviles fueron quemados, entre ellos el del cónsul, Giovanni Pirello "Trataron de abrir una brecha en la puerta principal del consulado, con una especie de martillo, y prenderle fuego Al tiempo gritaban proclamas anti-italianas", contó Pirello, que fue imediatamente puesto a salvo, junto su familia, en un casa lejos del centro de la ciudad, gracias a los buenos oficios de la policía libia Unas horas después, el funcionario ítalo-portugués Antonio Simoeshgon Calves, único que permanece en el consulado italiano, afirmaba por teléfono a una cadena de televisión, que los manifestantes todavía "podrían entrar en cualquier momento", porque "llegan de todas partes" Casi simultáneamente a estos hechos, una pagina de Internet que suele publicar los comunicados de la célula libia de Al Quaeda, publicaba una foto de Calderoli, acompañada de una inscripción: "El ministro (cerdo) italiano" En otra página, un grupo armado lanzaba la amenaza: "Digamos a este cruzado que, con paciencia, el Ejército del Islam conquistará Roma Las declaraciones del ministro no se borrarán con el viento" La policía libia, por su lado, estaba ocupada en sofocar la revuelta Esta vez, en la confusión de la violencia, el balance final reportaba once personas muertas y 25 heridas, todos libios Las consecuencias: el ministro del Interior de Libia, Nasser al Mabrouk Abdallah, fue acusado de hacer un uso "desproporcionado de la fuerza", y por tanto fue temporalmente suspendido en sus funciones Libia decretó un día de luto, el domingo 19, para los "mártires" que cayeron frente al consulado italiano En ocasión de los funerales llevados a cabo ese día, otros grupos se reunieron frente la sede del consulado italiano, ya vacío En Nassiriya y Herat, ciudades con fuerte presencia de militares italianos, la oración islamita del viernes mantuvo un tono agresivo, como en Bengasi, pero no hubo incidentes más allá de alborotos en la calle El gobierno italiano, convencido del riesgo para Roma de convertirse en el nuevo blanco del terrorismo islámico, aumentó el estado de alerta en ese país y en sus sedes consulares en el extranjero Oriana Fallaci, la hostilidad Sin embargo, la ira islamita y la provocación contra ésta aún no tocan fondo Y así, la escritora italiana más famosa por su hostilidad hacia el Islam ?documentada en varios libros y artículos--, Oriana Fallaci, anunció el último jueves de febrero que está diseñando nuevas viñetas sobre el Islam que, en breve tiempo, serán difundidas Un tiempo conocida por sus hazañas periodísticas, como las entrevistas a los mayores personajes del siglo pasado ?entre los cuales figuraron el ayatollah Jomeini, el exdirector de la CIA, William Colby, el secretario estadunidense de Estado, Henry Kissinger--, luego del 11-S, Fallaci ha polemizado contra el Islam Ella adujo querer dibujar a Mahoma "con sus nueve mujeres, entre las cuales estaría la niña con la cual se casó a los 70 años; dieciséis concubinas y una camella con burca El lápiz, por ahora, se quebró sobre la imagen del camello, pero al próximo intento irá mejor", advirtió En el marco de un contexto de política internacional muy explosivo, la periodista, que ahora vive en Nueva York, ha sido muy elogiada por los grupos conservadores de todo el mundo En Italia, el diario de la Liga Norte La Padania, publicó, un día después de la revuelta en Bengasi, una texto titulado "El palacio traiciona a la Fallaci" Se trata de una larga nota que señala cómo el Occidente, y en particular Europa, no comprendieron el mensaje de la escritora, quien señaló que la civilización cristiano-occidental está en juego En agosto de 2005, Oriana Fallaci había contactado secretamente al papa Joseph Ratzinger en el Vaticano Ratzinger, cuidadoso en sus declaraciones sobre el encuentro, aclaró que "no hay ninguna guerra de religiones", además que él "aprecia" el Islam En el pasado reciente, la periodista había cuestionado acremente a Juan Pablo II por su actitud, según ella, demasiado moderada hacia el Islam Así, en diciembre del 2001, soltó: "Santidad, ¿es verdad que usted en el pasado pidió perdon a los hijos de Alá por las Cruzadas que sus predecesores hicieron para reconquistar el Santo Sepulcro? ¡Bah! Ellos jamás han pedido perdón por el hecho de haberlo ocupado"

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