De Sueños... Mares

lunes, 19 de junio de 2006 · 01:00
México, D F, 19 de junio (apro)- "Entender, ejercer y representar a la danza como un ritual" son las premisas con las que Cecilia Lugo busca hacer coreografía desde hace algunos años No siempre fue así Considerada como una coreógrafa de mucho oficio, la fundadora y directora de la compañía Contempodanza (1986), la también bailarina se formó dentro de la danza de forma integral ?-ballet, danza contemporánea, folclor, jazz y baile popular--, por lo cual siempre ha podido incursionar en la escena de múltiples formas, incluso hasta dentro del espectáculo de corte frívolo No obstante, desde hace años su camino se orientó hacia un cierto misticismo Dejó atrás el movimiento de las caderas del danzón o ciertos manierismos de la danza contemporánea de los ochenta para adentrarse en una búsqueda interior que se ha traducido en una serie de obras con aires muy lejanos, como si sucedieran en algún desierto árabe, sirio o israelita Sus gustos musicales también cambiaron el trópico por antiguos y remotos sonidos provenientes de Europa Oriental o de la zona del Tibet De Sueños Mares es una propuesta en la misma línea de sus obras anteriores Y por ello, si bien Lugo se caracteriza por pulir esmeradamente sus trabajos, ensayarlos a la perfección, y abrir y cerrar telón sin errores, su obra, vista en el contexto de las producciones que ha hecho en los últimos años, no es nada novedosa y sí un tanto reiterativa Es claro que la plasticidad siempre sorprende, pero en este caso no resulta suficiente el virtuosismo de Rafael Rosales, Gabriela Gullco o los demás integrantes del grupo Sostenidos en un clímax permanente, los bailarines causan una grata impresión con sus despliegues técnicos, pero no logran profundizar en lo que hacen No existen matices, el gesto es inexpresivo, son superficiales y su interpretación es más técnica que emocional Resulta obvio que la creadora está muy interesada en los contenidos de sus obras, es obvia la pulcritud del diseño de su coreografía El trazo es impecable --se nota a leguas que domina el escenario--, pero el lenguaje que utiliza resulta demasiado convencional y un tanto viejo, el uso reiterado de fórmulas que ya conoce y le funcionan a la perfección, es un error Valdría la pena ver a Lugo tomar riesgos y aun fracasar rotundamente Tal vez este haya sido un largo periodo de calma escénica --un tanto preciosista-- con el cual podría confirmar que sabe cómo hacer aplaudir rabiosamente e impactar al público, como el que la ovacionó durante su estreno en la sala Miguel Covarrubias, del Centro Cultural Universitario, donde se presenta Cada artista tiene su propio proceso, la obra de Lugo es digna de presentarse en cualquier foro internacional, pero podría ser mejor aún si ella logra olvidarse de todo lo que le sale bien y explora otros recursos, otras temáticas, otro vocabulario y deja de repetirse Tiene madera para hacerlo y sería un desperdicio si no la utiliza La búsqueda espiritual de Lugo aparentemente afecta todo lo que hace ?su escuela en Coyoacán tiene clases de ballet, pero se ha orientado mucho hacia el yoga, el masaje y cierto tipo de terapias De manera paralela, la suya, es, además, una de las pocas compañías independientes de danza que tienen solidez y permanencia incuestionables Giras mundiales y teatros llenos son parte de su currículum vitae Trabajadora incansable, Cecilia Lugo es de las pocas creadoras que realmente viven de su trabajo artístico y docente

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