México, D F, 14 de agosto (apro)- Las emociones de los personajes surgidos de la pluma de la dramaturga británica Bryony Lavery en la obra Congelados van surgiendo poco a poco en escena, a través de una serie de tres monólogos que terminan por unir a los actores en una disertación acerca del dolor: Una madre busca en su corazón perdonar al asesino de su hija; un asesino reflexiona sobre sus actos, mientras una psiquiatra estudia fríamente las causas de esta conducta De esta forma, una obra de Bryony Lavery es montada por primera vez en México que, en principio, fue pensada para un circuito no comercial Después de su temporada en Off Broadway donde resultó un gran éxito, se presentó en el circuito comercial de Broadway, ahí nominada para varios premios Tony La autora escribió Congelados a partir de un reportaje sobre los estudios realizados por una psiquiatra en torno a los crímenes cometidos por enfermedad, lo que deriva en una reflexión acerca de la maldad y el origen de la violencia y del crimen que, de acuerdo con los planteamientos, tanto del estudio psiquiátrico como de la obra, tienen su germen en los abusos intrafamiliares La directora, Lorena Maza define a Congelados como una obra que invita a la reflexión, que conmueve "El público acompaña a los tres personajes en un viaje catártico y emotivo que lo lleva a pensar en el tipo de sociedad en que vivimos, las formas de castigo, solución y prevención de problemas que aquejan al mundo contemporáneo", afirma "Lo interesante del planteamiento de Briony Lavery --puntualiza Maza-- es que no juzga ni da soluciones y deja abierta la pregunta: ¿quién es víctima, quién perpetrador? ¿Los crímenes son por maldad, o por enfermedad? El público sacará sus propias conclusiones "Congelados nos reta como público y cuestiona nuestra propia capacidad de perdonar y de cambiar nuestra actitud ante el crimen y el castigo; ante el dolor y el perdón, el deseo de venganza y la justicia Esta obra profunda y conmovedora habla de un dilema humano, con temática actual que nos cimbra como sociedad y como individuos" Sin embargo, el montaje mexicano, más allá de sus antecedentes exitosos en Estados Unidos, se torna tedioso en principio, a causa de los largos monólogos, que se logran salvar por la capacidad de los actores, principalmente por el personaje interpretado por Julieta Egurrola, quien vuelve a ratificar su calidad de actriz de primer nivel, y por un segundo acto, en el que, al encontrarse los tres personajes en escena, logran desvanecer la monotonía del primero Las actuaciones están a cargo de Julieta Egurrola, Alejandro Calva y Aurora Cano La escenografía e iluminación son de Hania Robledo y Teresa Uribe; el vestuario, de Josefina Echeverría; la producción ejecutiva, de Marco Antonio de Jesús, y la musicalización y banda sonora, de Alejandra Hernández