México, D F, 13 de agosto (apro-cimac)- Este lunes, Antonio y Héctor Cerezo Contreras cumplieron seis años en la prisión de máxima seguridad del Altiplano, ubicada en el Estado de México, y todavía les resta año y medio para cumplir con su sentencia Antonio y Héctor fueron acusados por la Procuraduría General de la República de los atentados perpetrados el 8 de agosto de 2001 contra tres oficinas bancarias de Banamex, donde presuntamente hicieron explotar bombas de fabricación casera Sus hermanos Antonio y Héctor también fueron detenidos y encerrados en la misma prisión, pero después de cuatro años un juez federal los exoneró Por ese motivo, su madre, Emilia Contreras Rodríguez, escribió una carta, en la que les pide a sus cinco hijos que "resistan", en especial a Antonio y Héctor "Han pasado seis años desde su aprehensión, de la tortura física y psíquica y de la injusta prisión; seis años en que continúan siendo rehenes, primero del gobierno foxista y ahora del actual gobierno" Seis años en los que "a través del Internet me he enterado que al Estado no le ha bastado con mantenerlos prisioneros, sino que los ha trasladado de prisiones, les limita las visitas, la correspondencia, el tiempo de sol, les atosiga con la vigilancia cada 10 o 15 minutos" Emilia también dedica algunas líneas a Emiliana, quien, dice, mantiene otra lucha, aunque fuera de la prisión, junto con Francisco y Alejandro "Ellos están igual de presionados como ustedes dentro, ya que ellos también han recibido amenazas veladas de muerte" A Francisco le pide que defienda sus hermanos presos ante las instancias internacionales La carta de la activista finaliza: "Mis amores todos, hasta la próxima, que cada golpe que el Estado mexicano trate de asestarles los fortalezca" El caso Cerezo El 13 de agosto de 2001, la policía detuvo a los hermanos Alejandro, Héctor y Antonio Cerezo Contreras, así como al indígena náhuatl, Pablo Alvarado Todos fueron responsabilizados de las explosiones contra tres instalaciones de Banamex Según información del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), el 17 de agosto del mismo año fueron enviados al penal mexiquense del Altiplano, en que el aún se encuentran Héctor y Antonio Cerezo, de 28 y 30 años Después de tres años y medio, Alejandro fue exonerado de los cargos de terrorismo, delincuencia organizada, acopio de armas, de cartuchos, de explosivos, daño en propiedad ajena y trasformación de artificios Mientras que Pablo Alvarado, coacusado, fue excarcelado el 13 de agosto de 2006 después de cumplir una condena de cinco años