Mujeres presas en Colima, la tragedia

lunes, 14 de abril de 2008 · 01:00
Colima, Col , 14 de abril (apro)- Hortensia, Mónica, Olivia y Karina forman parte de la población femenil presa en Colima, a la que se destina un área diseñada originalmente para 150 personas, pero que actualmente alberga a unas 200 internas Sus historias no difieren mucho de las de la generalidad Según datos oficiales, 60% encara sentencias por robo, pero es significativo que 30% enfrente acusaciones por delitos contra la salud, buena parte de ellas por tratar de ingresar pequeñas cantidades de droga al área de varones del centro penitenciario Estos son ejemplos de la tragedia A finales de 1999, durante una de las visitas realizadas por Hortensia al Centro de Readaptación Social (Cereso) de esta ciudad, su pareja --recluido por delitos contra la salud-- le pidió que la próxima vez que lo visitará le llevara mariguana Sin pensarlo mucho, la joven, que en ese tiempo tenía 20 años, atendió la indicación del hombre y consiguió 36 gramos de la droga, que colocó dentro de su ropa interior para tratar de introducirla al reclusorio Pero la estrategia no le funcionó y, después de ser descubierta por la custodia que la revisó en la aduana, fue enjuiciada y condenada a diez años de prisión, sin derecho al beneficio de libertad anticipada Desde entonces Hortensia se encuentra presa Ahora, a sus 28 años, suma con impaciencia los meses que le faltan para salir y poder reunirse con sus hijos, que ya tienen 14 y 12 años y se encuentran bajo el cuidado de su abuela materna El embarazo de Mónica En el caso de Mónica, las cosas ocurrieron de otra manera Un día, cuando viajaba en una camioneta, su pareja le dijo que lo esperara en el vehículo mientras arreglaba un asunto A lo lejos la joven oyó unos disparos y casi enseguida regresó el hombre con la ropa manchada de sangre, abordó el vehículo y emprendió la marcha Ante la mirada estupefacta de la mujer, sólo exclamó, "¡no digas nada!" Ella guardó silencio durante el regreso a casa Dos semanas después, cuando ambos caminaban por una calle de Tecomán, rumbo a una taquería, fueron detenidos por agentes estatales La mujer recién se había enterado que tenía mes y medio de embarazo Se los hizo saber a los policías, comentó, y de todas maneras la golpearon y torturaron con una bolsa de plástico en la cabeza, mientras a su pareja le aplicaron descargas eléctricas en los testículos Con amenaza de aborto fue encarcelada bajo el cargo de complicidad en el homicidio, y debió permanecer en reposo durante todo el periodo de embarazo, hasta que nació su bebé Ahora, cuatro años y cinco meses después, la mujer ya cuenta con 29 años de edad y carga sobre sus hombros una condena de 27 años de prisión La admisión de un juicio de amparo le trajo esperanzas de que se revise su sentencia, para volver a reunirse con sus tres hijos, de 12, 9 y 3 años El caso de Olivia En julio de 2006, Olivia accedió a tratar de introducir 29 gramos de ice para evitar que un grupo de internos siguiera golpeando a su esposo, que se encontraba preso por el robo de una bicicleta El envoltorio de droga que debía pasar al penal le fue entregado por otras personas en la colonia La Haciendita, de Villa de Alvarez El intento le acarreó una condena de quince años de cárcel, que luego de una apelación se redujo a diez, aunque ahora se muestró optimista por las posibilidades que ve de salir bien librada a través de un juicio de amparo Cuando trató de ingresar la droga tenía siete meses de embarazo y creyó que su estado sería un factor que evitaría que la descubrieran los custodios No fue así Aunque el reglamento penitenciario le permitía tener a su bebé hasta los tres años, luego del nacimiento de su niña ella prefirió ponerla bajo la custodia de su madre Sin embargo, tiene dos hijas más, de 4 y 7 años Ahora Olivia, ya con 37 años, s encuentra a la espera los resultados del juicio de amparo, y su esposo, quien trabaja todos los días en la cocina del área varonil, podría alcanzar la preliberación el mes próximo Karina y el ice Cuando Karina tenía 24 años acudía regularmente desde la ciudad de Tecomán al penal de Colima para visitar a su hermano mayor, acusado de fraude Ahí entabló amistad con uno de los internos, quien en marzo de 2007 le propuso introducir 23 gramos de ice En ese tiempo la joven trabajaba como empleada en una tortillería de la colonia San Antonio y era adicta a las metanfetaminas Después de pensarlo mucho, un día que se encontraba bajo el influjo de las drogas tomó valor y decidió llevar el ice al reclusorio Una vez que le pasó el efecto del estimulante, ya se encontraba recluida Cuando se careó con su amigo que le pidió la droga, éste sólo bajó la mirada y aseguró que desconocía el asunto En la actualidad Karina se encuentra en espera de su sentencia Tiene una hija de 9 años que se encuentra bajo la custodia de la mamá de su exesposo Cada quince días o al mes ve a la niña, cuando se la lleva una de sus hermanas "Si Dios quiere y salgo, ya me voy a poner en paz, ya no voy a andar en la disco ni en las fiestas, nada más me voy a dedicar a trabajar y a cuidar a mi hija", confió Victimización de la mujer A juicio del presidente del Comité de Derechos Humanos No Gubernamental de Colima (CDHNG), Efraín Naranjo Cortés, casi todos los casos de las prisioneras tienen que ver con varias vertientes de la victimización: como internas, como mujeres y como personas pobres Explicó: "Hay una constante de mujeres privadas de su libertad que son arrastradas por sus compañeros a delinquir, o las hacen aparecer como cómplices, engañándolas y muchas veces provocándoles una desgracia para toda su vida", en tanto que "por fidelidad a su pareja las mujeres aceptan realizar actos que ponen en riesgo su libertad y hasta el bienestar de sus hijos" Y en esas condiciones, abundó Naranjo, las historias de estas mujeres "no dejan de ser verdaderas tragedias, creo yo que incluso mucho más dramáticas y desgarradoras de lo que lo que puede significar para un hombre estar privado de su libertad" Sostuvo que para una mujer "es mayor el drama de estar en la cárcel, debido a la discriminación machista que prevalece todavía en la sociedad, donde se le agrede en su faceta de mujer, de madre, de esposa, de pobre e incluso de gente con muy bajos niveles culturales" Estas facetas, que hacen de la mujer presa un sector más vulnerable, "debieran ser motivo de preocupación y de protección por parte de las autoridades" El ombudsman local señaló que esa es una realidad que existe en las cárceles del país, que no deja de ser fruto de un sistema socioeconómico que genera pobres y gente con un índice de preparación muy bajo "Los Ceresos son centros de represión social que tienen privada de su libertad a gente humilde y pobre", enfatizó Aunado a ello, indicó Naranjo, la situación para estas mujeres y sus familias se ve agravada debido a la carencia de fuentes de empleo en las prisiones, lo que provoca que un alto porcentaje no esté en condiciones de producir económicamente algo para la manutención de sus hijos, que ven recrudecer su situación de víctimas de la desintegración familiar Según cifras del 2006 del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en Colima por cada cien varones presos había diez mujeres en la misma situación, tanto por delitos del fuero común como del federal, cifras casi similares a las de la media nacional El director del Cereso, Roberto Pizano Camberos, consideró lamentable que muchas de las mujeres presas lo estén por haber tratado de introducir droga para los varones "Es una pena, porque ya sabemos que el gobierno federal es drástico con estas personas y, por el solo hecho de querer introducir la droga, cuando son captadas les viene una pena de quince años, con prohibición legal, sin recibir ningún beneficio" Reconoció que existe un problema fuerte de sobrepoblación en el área femenina, de alrededor de 33%, por lo que estimó urgente la ampliación de las instalaciones Destacó un proyecto para dotar a la sección femenil actual de dos dormitorios más, una tienda de abarrotes y una cafetería para internas y visitantes Además, se incluiría un área de gobierno con un espacio para el departamento de trabajo social, servicios médicos; un espacio escolar más amplia y un local de máxima seguridad Así mismo, para atender el problema del desempleo de las internas, comentó que un empresario de la entidad se encuentra interesado en instalar un taller de alta costura, que permita la confección de prendas femeninas

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