El PAN hoy: chambismo, abusos, impunidad
La pugna por dirigir el Partido Acción Nacional –que se decidirá mediante votación de consejeros el 4 de diciembre– se mezcló, previsiblemente, con el forcejeo de los grupos de poder por imponer al candidato presidencial para 2012. El veterano militante César Leal lamenta que su partido esté en manos de “chambistas”, y el diputado federal Manuel Clouthier Carrillo denuncia que persiste el afán de Felipe Calderón por imponer al líder, como lo hizo con Germán Martínez y César Nava. Los propios aspirantes a encabezar el partido –como Cecilia Romero– diagnostican que está “pervertido” y “corrupto”.
MÉXICO, D.F., 23 de octubre (Proceso).- En pleno declive del gobierno de Felipe Calderón, cuando ya se inició el proceso sucesorio de 2012, la situación del PAN es aciaga: sin identidad, sometido a decisiones cupulares, enfermo de corrupción, abusos e impunidad, como el caso de César Nava, así como falto de líderes y con profusas divisiones e intrigas entre sus diversas facciones, aun en la dominante…
En suma, a 10 años de ejercer el gobierno federal, el PAN está pervertido. “Dicen que se pervirtió por razones de poder. No, se pervirtió por chambismo. Son dos cosas diferentes: el poder es servicio; el chambismo es egoísmo en favor de uno nada más”, sentencia el senador César Leal Angulo.
Veterano panista, amigo desde la juventud del Maquío Manuel Clouthier y a quien un sector del PAN le da condición de ideólogo, Leal admite que el PAN se ha “deformado en muchos aspectos” y “nunca como ahora había tenido esta crisis de resquebrajamiento interno ni de duda de su propia doctrina política”.
El PAN, evalúa, vive una crisis de unidad y de congruencia: “Habíamos permanecido en una ruta de pensamiento cristiano de origen humanista y nos empezamos a salir y a confundir al PAN con una especie de pandilla por los puestos”.
En este contexto se ha iniciado la contienda entre Gustavo Madero Muñoz, Cecilia Romero Castillo, Francisco Ramírez Acuña, Judith Díaz Delgado, Roberto Gil Zuarth y eventualmente Iván Manjarrez, confeso militante de El Yunque, de entre los que surgirá el cuarto presidente del PAN en cuatro años de gobierno de Calderón.