WASHINGTON (apro).- El presidente estadunidense Barack Obama salió hoy en defensa del procurador general Eric Holder frente a los señalamientos de que el funcionario sabía sobre la operación Rápido y Furioso, que culminó en el tráfico ilegal de más de dos mil armas a México. “Creo, y he sido muy claro, que tengo toda la confianza en el procurador Holder sobre el manejo que da a su oficina (el Departamento de Justicia)”, declaró Obama en rueda de prensa en la Casa Blanca. El espaldarazo presidencial a Holder se enmarca en la exigencia del Congreso federal de que se investigue de manera independiente al procurador general, luego de revelarse su verdadero papel en el escándalo de Rápido y Furioso. Esta semana surgieron en el Capitolio nuevos documentos que apuntan a que Holder pudo haberse enterado de los problemas de Rapido y Furioso desde julio de 2010. En mayo anterior, el procurador general de Justicia declaró bajo juramento ante el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes que él supo de Rápido y Furioso unas semanas antes de ese mismo mes. Obama sostuvo hoy que Holder ha sido “agresivo” en el combate al tráfico de armas y dinero procedente de la venta de drogas, que va de Estados Unidos a México y termina en manos de narcotraficantes. “Holder ha indicado que no sabía lo que estaba pasando con Rápido y Furioso, y ciertamente yo no lo sabía”, justificó Obama. Sin embargo, con la difusión de los nuevos documentos se presume que Holder se enteró del fallido operativo el 5 de julio de 2010. De acuerdo con un reporte que envió el director del Centro Nacional de Inteligencia sobre Drogas, Michael Walther, al procurador general Eric Holder, ahí se establecían los puntos esenciales de los errores cometidos respecto del flujo de armas a México. En 2009, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) de la ciudad de Phoenix, Arizona, contrató a traficantes para adquirir armamento y llevarlo a la frontera con México. La idea original de la ATF era rastrear las armas y con ello detener a las redes de traficantes y a sus compradores en México. Sin embargo, los agentes de ATF perdieron el rastro de las armas al llegar éstas a la frontera con México, y finalmente se encontró que la gran mayoría de ellas terminó en las manos del narcotráfico. De manera especial, se señala al cártel de Sinaloa, que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán, como el principal beneficiario del trasiego ilegal de armamento autorizado y supervisado por el gobierno federal estadunidense. Sin embargo, luego de conocerse los documentos, que podrían establecer que Holder mintió al Congreso respecto de lo que sabía de Rápido y Furioso, el legislador republicano por Texas, Lamar Smith, también presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, exigió la designación de un fiscal independiente para investigar al procurador general. Obama respondió este jueves 6 que, con el afán de llegar al fondo del escándalo de Rápido y Furioso, pidió al inspector general del Departamento de Justicia que realizara una investigación minuciosa del caso. “Tengo absoluta confianza en él y en el proceso para determinar quién, de hecho, fue el responsable de tomar la decisión y bajo qué fundamentos lo hizo”, remató Obama.