Presentan libro sobre el origen del acervo del historiador José Luis Martínez

miércoles, 16 de marzo de 2011 · 01:00

MÉXICO, D.F., 16 de marzo (apro).- La forma en que el historiador, bibliófilo y estudioso de la letras mexicanas --especialmente del siglo XX--, José Luis Martínez (1918-2007) conformó su acervo, es revelada en el libro La Biblioteca de mi padre que este jueves será presentado en la Biblioteca de México “José Vasconcelos”.
    El libro fue escrito por el también historiador Rodrigo Martínez Baracs, quien relata cómo se fue conformando el acervo que ahora forma parte de un fondo especial en la Biblioteca de México “José Vasconcelos”.
    “Empezó a comprar libros sistemáticamente a los18 años en Guadalajara, donde cursó la secundaria y la preparatoria”, dice el autor, de, entre otros libros, Caminos cruzados, fray Maturino Gilberti en Perivan (2005), quien sostiene que fue en la Ciudad de México donde, tras abandonar los estudios de medicina por los de literatura, su padre adquirió la mayor parte de libros, aunque formó su biblioteca a lo largo de casi tres cuartos de siglo, de 1936 a 2007.
    Entre los proveedores de José Luis Martínez, autor de la biografía más completa de Hernán Cortés y de un amplio estudio sobre Nezahualcóyotl, y de quien se conmemorará el próximo 20 de marzo su cuarto aniversario luctuoso, Martínez Baracs menciona a las afamadas librerías de los Porrúa, las librerías inglesa, americana y francesa, y las librerías de viejo que han existido siempre en el Centro de la ciudad.
    Recibía, asimismo, obsequios de sus amigos escritores, o cambiaba libros con ellos, y le enviaban también volúmenes las grandes editoriales como el Fondo de Cultura Económica (donde fue director de 1977 a 1982), Joaquín Mortiz, Era, la Universidad Nacional Autónoma de México, El Colegio de México, la Secretaría de Educación Pública y El Colegio Nacional, entre otras instancias públicas y privadas.
    El pasado 19 de enero, se abrió al público en la Biblioteca de México, ubicada en la Plaza de la Ciudadela, el Fondo Bibliográfico José Luis Martínez, luego de que el gobierno federal pagó dos millones de dólares a los herederos del también ensayista, diplomático, promotor cultural y exfuncionario.
    Según información del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el acervo consta de 73 mil 500 obras, que conforman “la más amplia colección de literatura, cultura e historia de México”. Se divide en nueve fondos: Literatura; Historia; Arte y Libros de Formato Mayor; Enciclopedias, Diccionarios y Libros de Consulta; Filosofía; Estudios Literarios y Filológicos; Revistas y Suplementos Culturales; Ciencias y Educación; y Cocina.
    Cuando se abrió el fondo, en enero pasado, los hijos del historiador expresaron la voluntad de su padre de que el acervo permaneciera unido y no saliera del país, como ha sucedido con otros importantes acervos.
Su primogénito José Luis Martínez Hernández, comentó al reportero Roberto Ponce, de la agencia Apro, que el proyecto inicial era llevar los libros a Palacio Nacional. Sin embargo, señaló que “es mucho mejor que se quedaran aquí (en la Biblioteca), pues es el espacio idóneo y más fácil para el acceso público”.
En el libro, editado por la Dirección General de Publicaciones (DGP) del Conaculta, dentro de la colección Memorias Mexicanas, Martínez Baracs incluye recomendaciones e ideas para el cuidado, mantenimiento, ampliación y utilización del fondo bibliotecario.
El acervo, advierte, “tiene un fuerte sentido de unidad, incluye todo lo importante sobre literatura, historia y cultura de México, y mucho también sobre el resto del mundo y el conjunto de los grandes saberes. No es la biblioteca de un bibliófilo obsesionado con las ediciones originales, raras, bellas, lujosas y costosas, sino la de un escritor, un investigador, un curioso, y la curiosidad de mi padre era mexicana y universal.”
La biblioteca de mi padre se presentará este jueves 17 a las 18:00 horas en el auditorio de la biblioteca de México “José Vasconcelos”, Plaza de la Ciudadela 4, Centro, con la participación de los escritores Adolfo Castañón y José de la Colina; Laura Emilia Pacheco, Fernando Álvarez del Castillo, director de la biblioteca, y Rodrigo Martínez Baracs, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

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