CANCÚN, Q. Roo (apro).- El gobierno del estado confirmó que esta tarde se suscitó un enfrentamiento entre dos bandos rivales al interior de la cárcel municipal, con saldo de varios lesionados, aunque también desmintió que en el conflicto se hayan utilizado bombas de fabricación casera. La Secretaría de Gobierno quintanarroense explicó que la reyerta estalló entre las 12:45 y las 13:30 horas, debido a que dos grupos antagónicos se disputaban “ventajas en temas de su propia cotidianidad, como refrescos y comida”. Aclaró que la situación ya está controlada y que la presencia de elementos de la Policía Federal Preventiva, Judicial estatal, Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Municipal, Ejército y de la Cruz Roja, que envió una ambulancia y personal paramédico, “obedeció estrictamente a la aplicación de los protocolos de seguridad establecidos para estos casos”. Sostuvo que no se reportó ningún lesionado de gravedad, sólo con contusiones leves. Aunque no precisó el número de lesionados, dijo que entre éstos están varios internos, un custodio y el subdirector operativo de la cárcel municipal, Juan de Dios Ucán Aké, quien es atendido en la clínica del ISSSTE por un golpe en la cabeza y su condición se reporta estable. “Las autoridades de la cárcel confirmaron que la situación está bajo control, lo que fue comunicado a los familiares de los internos que permanecían a las afueras de la prisión. Se les pidió mantener la calma, ya que dentro de las instalaciones prevalece el orden”. Y rechazó “categóricamente versiones extraoficiales según las cuales en la riña se utilizaron bombas de fabricación casera. De hecho, no se reportaron daños de consideración en las instalaciones de la prisión, que en este momento está trabajando con normalidad”. La Secretaría de Gobierno estatal anunció que la Procuraduría local ya inició una averiguación previa contra quien resulte responsable por los delitos de lesiones, daños y lo que resulte, así como las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos que derivaron en la riña suscitada en la cárcel de Benito Juárez.