CUAUTLA, Mor. (apro).- En su última visita a Morelos durante esta campaña, el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, acompañado del aspirante priista a gobernador Amado Orihuela, presumió ante un intenso sol y las constantes muestras de división al interior del priismo morelense, que en el país “reina un ánimo de cambio”. “Un ánimo por realmente tomar un nuevo camino, y para hacer de la próxima elección del 1 de julio la oportunidad de que realmente, a partir de nuestra participación y con nuestro voto, demos orientación a un nuevo México”, arengó el exgobernador mexiquense ante cerca de 15 mil asistentes. En esta entidad, marcada por la fractura entre los simpatizantes de Amado Orihuela y José Martínez Garrigós, el aspirante perdedor, Peña Nieto firmó cuatro compromisos en materia de infraestructura: Modernizar la carretera Santa Bárbara-Izúcar de Matamoros, construir un auditorio cultural en Cuernavaca, sanear el lago de Tequesquitengo y reforestar la entidad. Se comprometió también a conectar el Estado de México con Morelos y con la Autopista del Sol, reiniciando el proyecto de la Autopista Siglo XXI. “Hoy me voy como su candidato, mañana espero regresar como presidente de todos los mexicanos”, confió Peña Nieto.