MÉXICO, D.F. (apro).- A sus 29 años, Mauricio Bastien Olvera, un egresado de la carrera de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, ya es consultor de seguridad del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). También es profesor titular de Desarme y Organismos Internacionales en la UNAM y embajador de Pro Cultura de Paz por la Comisión Mexicana de Cooperación con la UNESCO de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Toda esa trayectoria le dio los méritos suficientes para obtener el primer lugar del Premio de la Juventud 2015 en la categoría Actividades Académicas, Científicas o Profesionales. Su profesión, dice, le permite enfrentar los retos del país desde una perspectiva de cooperación global pero para ingresar a su empleo actual atravesó un proceso complejo, por ello recomienda a quien quiera seguir sus pasos especializarse en temas concretos. “Para llegar a un organismo como el BID mi recomendación es que los jóvenes, de la carrera que sea, se especialicen en temas concretos. “En mi caso, me ayudó enfocarme en seguridad ciudadana. Así como hay vacantes en este espacio, también existen oportunidades en tecnología y arquitectura. Al llegar y encontrar a cientos de profesionistas en la misma condición que tú, te percatas del reto de estar en un sitio como éste”, comenta. Mauricio afirma que en su área de trabajo tiene colegas que han ocupado posiciones de alto nivel en sus países, viceministros o vicepresidentes de dependencias nacionales y gente con larga trayectoria en esta entidad. Lo anterior le representa un desafío porque con sólo seis años de experiencia laboral debo explotar mis habilidades al máximo. No obstante también considera que un profesionista reciente ofrece una visión diferente y tiende puentes entre instituciones y estudiantes. “Eso es algo que me gusta hacer ver a mis contemporáneos: que los organismos internacionales y las diversas instancias no son ajenas a su realidad y que tienen un impacto en el día a día, como el BID, que impulsa proyectos de diversa índole en la región”, comenta. Bastien Olvera es profesor universitario desde los 25 años y de esa manera, dice, ha podido regresar algo a la sociedad. “Al formar equipo con mis colegas docentes traté de abrir camino a mis alumnos”, comenta. Para el joven universitario la UNAM es “un laboratorio social” que permite entender las diversas realidades del país para luego salir con un pensamiento crítico y hacer aportaciones. “A futuro, mi idea es consolidarme como especialista en temas de seguridad dentro del BID y ofrecer el potencial que tengo”, afirma. El Premio de la Juventud se otorga a personas que destacan en ámbitos como el deportivo, artístico, científico, académico y profesional, entre otros. La UNAM hizo el 1-2-3 en la categoría Actividades Académicas, Científicas o Profesionales. El primer lugar fue para Bastien Olvera; el segundo para Mauricio Ostrosky, estudiante de la Facultad de Medicina, y el tercero para Manuel Moreno, de la Facultad de Derecho.