MÉXICO, DF (apro).- Con objeto de afinar los últimos detalles de la visita que realizará el Papa Francisco a México en febrero próximo, la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Claudia Ruiz Massieu, realizó una visita de trabajo al Vaticano, donde se reunió con los encargados de la gira papal. La canciller mexicana sostuvo reuniones con el secretario de Estado de la santa sede, el cardenal Pietro Parolin, y con el secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher, con quienes revisó el avance de los preparativos. También definieron los detalles de la agenda temática que en su calidad de jefe de Estado abordará Jorge Bergoglio con su homólogo mexicano Enrique Peña Nieto, así como la agenda paralela entre la delegación vaticana y la mexicana. Ruiz Massieu destacó la estrecha colaboración que existe entre las dependencias mexicanas que preparan el viaje del Papa con la Nunciatura Apostólica y la Conferencia del Episcopado Mexicano, que son las instancias eclesiásticas con las que trabajan de manera coordinada. La canciller destacó que desde 1992, año en que se restablecieron las relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano, los dos Estados han desarrollado una relación respetuosa y constructiva, que ahora se fortalecerá con la próxima visita del Papa, del 12 al 17 de febrero próximo. En un comunicado, la Cancillería se refirió así a estas relaciones bilaterales: “México ha establecido una relación directa y cercana con la figura papal, como lo demuestran las seis visitas que el jefe del Estado Vaticano ha realizado a México”. Por otro lado, el Papa Francisco aprobó hoy un milagro realizado por José Sánchez del Río, un joven de 14 años asesinado durante la guerra cristera y quien fue declarado beato en 2005, junto con otros 11 mártires mexicanos. La aprobación del milagro se dio durante una audiencia que sostuvo el Papa con el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Este aval del Papa abre las puertas de la canonización al llamado “niño cristero”, originario de Sahuayo, Michoacán, y asesinado en 1928 por el Ejército Mexicano.