Denuncian a policías del Mando Único Morelos por detener y torturar a universitarios

domingo, 31 de enero de 2016 · 19:30
CUERNAVACA, Mor. (proceso.com.mx).- Policías del Mando Único detuvieron al menos a dos estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) desde el viernes pasado. Los jóvenes fueron llevados al “campo”, a un lugar retirado de la ciudad -posiblemente un terreno baldío-, los desnudaron, los torturaron con toques eléctricos, los amenazaron y luego liberaron a uno y al otro lo presentaron ante el Ministerio Público acusado de narcotráfico. De acuerdo con testimonios de compañeros, amigos e incluso algunos familiares quienes pidieron el anonimato, los dos jóvenes estudian Ingeniería en la máxima casa de estudios de Morelos y fueron detenidos la tarde del viernes pasado, cuando salían del campus. Ese día se habían suspendido las actividades pues los sindicatos de académicos y administrativos realizaron sendas asambleas donde conjuraron los emplazamientos a huelga. Según los testimonios, los universitarios fueron prácticamente correteados por los policías quienes los detuvieron sin mediar argumento. Los llevaron recostados en la batea de la camioneta-patrulla, y al llegar a un lugar los cambiaron a otra camioneta. Luego los trasladaron a “algún lugar despoblado” y enseguida los desnudaron por completo, les tomaron fotografías y comenzaron a darles toques eléctricos. Los policías exigieron a los estudiantes durante varias horas que se declararan culpables de tráfico de drogas; incluso les preguntaron quién les vendía la droga y a quiénes se las vendían en el campus universitario. Mientras tanto, la tortura y los golpes continuaron por parte de los policías involucrados. Unos ocho elementos participaron en este hecho y todos portaban uniforme del Mando Único, presumiblemente de Cuernavaca. Uno de los jóvenes fue obligado a que extendiera las manos y le fue puesto en ellas un paquete que presumiblemente contenía droga. A ambos universitarios les pidieron identificaciones, los obligaron a dar sus datos generales y luego fueron torturados psicológicamente. Los policías les preguntaron a los jóvenes por sus familias y luego les advirtieron que no podrían denunciar nada de lo que había ocurrido porque tendrían que “atenerse a las consecuencias”. Posteriormente los estudiantes fueron llevados a los separos de la base de la policía ubicada en el mercado Adolfo López Mateos, denominada Sector 1. De ahí, en la madrugada del sábado, el estudiante al que le pusieron el supuesto paquete de droga en las manos, fue trasladado a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia de Morelos donde lo mantienen detenido hasta esta tarde. El joven es acusado de narcotráfico y supuestamente será consignado ante el juez de Garantías este lunes o a más tardar el martes, terminado el plazo legal. Al otro estudiante le hicieron firmar documentos que deslindan a los policías de malos tratos. Ambos habrían sido auscultados por un médico legista, quien habría certificado que no tenían daños ni señas de abuso. Uno de los policías se apiadó de este estudiante y le permitió utilizar “a escondidas” su celular. El joven pudo entonces comunicarse con sus familiares, quienes pudieron rescatarlo el sábado por la tarde. Proceso.com tiene los nombres de ambos universitarios, sin embargo, pidieron que su identidad quede en el anonimato. El joven liberado y las familias de ambos se encuentran aterrorizados, debido a las amenazas de los policías que participaron en este ataque. Además, a la familia del estudiante detenido la han amenazado en todos los tonos, pues le advierten que “van a clavar” a su hijo en cuando se venza el plazo legal. Modus operandi A principios de diciembre pasado, un estudiante de la Facultad de Humanidades de la UAEM fue detenido arbitrariamente, luego fue subido a una camioneta de la policía del Mando Único, sin saber a dónde lo llevaban junto con otros dos familiares. En el traslado los amenazaron con expresiones como “¡se los va a cargar la chingada!”. Nunca supieron a dónde los trasladaron, pues no les respondieron por qué motivos habían sido detenidos y con qué pruebas. Siempre los tuvieron boca abajo en la batea de la camioneta-patrulla, esposados, hasta que llegaron a una especie de sótano. Ahí, por 48 horas los torturaron con toques eléctricos y les propinaron golpizas. Los presentaron a la Fiscalía dos días después y los mantuvieron incomunicados. Luego les hicieron firmar declaraciones que los propios policías escribieron. Hasta el momento, la Comisión Estatal de Derechos Humanos le está dando seguimiento al caso. Mando Único, récord de quejas En tanto, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) informó que la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) a través de la policía del Mando Único, tiene récord en quejas y recomendaciones. De acuerdo con Lucero Benítez Villaseñor, titular de la CEDH, la policía ha tenido 32 recomendaciones, siete de ellas por tortura contra ciudadanos; pero además, existen 200 quejas abiertas contra elementos policiacos que dependen de Jesús Alberto Capella Ibarra, titular de la CES. Según un diagnóstico que realiza la CEDH, existen aspectos oscuros en la policía como ataque a los grupos vulnerables, proliferación de inseguridad en el estado, feminicidios donde existe una alerta de género ordenada por la Secretaría de Gobernación, multiplicación de las desapariciones, de las ejecuciones y tortura que tienen a la población en el hartazgo respecto de la policía.

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