Seis de cada diez mexicanos sufre de 'pobreza de tiempo”: PNUD
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Según un informe publicado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), seis de cada diez mexicanos sufre de “pobreza de tiempo”, sumado a que el ingreso de cuatro de cada diez ciudadanos no basta para salir de la pobreza.
“La medición del tiempo puede echar nueva luz sobre las privaciones que están ocultas detrás de las mediciones del ingreso de los hogares”, destaca el amplio informe enfocado en los avances de América Latina hacia el “progreso multidimensional” en la última década.
Implementar políticas públicas que reduzcan el tiempo de transporte a tan solo una hora al día y crear centros de cuidado de niños y niñas para una población que trabaja seis días a la semana permitiría dedicar cerca de mil 400 horas anuales, “que podrían dedicar a otras actividades, ya sea remuneradas o no”, plantea.
Y cuestiona: “¿Cómo es posible que en el diseño de las políticas aún sigan ignorándose las privaciones de tiempo?”.
México formó parte de los países de América Latina que menos redujeron su tasa de pobreza en la última década, con una disminución de 7% entre 2003 y 2013. Sólo Honduras y Guatemala tuvieron peores resultados en el combate a ese flagelo, con una reducción de 5% y un incremento de la pobreza de 7%, respectivamente.
Por el contrario, en Perú, Bolivia o Ecuador la pobreza se redujo en más de 25% entre 2003 y 2013, mientras Brasil sacó de la miseria a 37 millones y medio de personas.
Según el PNUD, el 3.3% de mexicanos vivía en pobreza ultra-extrema en 2012, es decir, con menos de 1.25 dólares por día, y 8.2% sobrevivía con un ingreso de entre 1.25 y 2.5 dólares por día, mientras que 16.2% lo hacía hasta con cuatro dólares diarios.
Por otra parte, en esa época cuatro de cada diez mexicanos ingresaba menos de diez dólares por día y una tercera parte ganaba hasta 50 dólares. Solamente el 2% ingresaba más de 50 dólares por día.
Una de las explicaciones, según el PNUD, reside en los mínimos efectos redistributivos del sistema fiscal mexicano.
En varios países una proporción alta de la población de escasos ingresos o incluso gente de clase media sube a una situación de riesgo –un rango encima de la pobreza por ingresos– a través de las transferencias monetarias públicas focalizadas.
En Uruguay y Chile, por ejemplo, esta proporción se eleva a hasta 40%, mientras en Brasil y Costa Rica más de 13% sale de la pobreza gracias a estas medidas. En México esta proporción apenas se eleva a 7%.
Así, por ejemplo, las pensiones en el país cubren apenas el 25% de la población en edad de recibirlas. Esta tasa se encuentra muy por debajo del promedio regional, que se elevó a 56%.
Otro factor fue la evolución del salario. Contrario a los demás países, donde el salario promedio creció anualmente entre 2003 y 2013, México formó parte del grupo de cuatro naciones en las que el salario disminuyó. La peor reducción le tocó a la clase media, con una reducción de 2% anual.
Y si bien Perú, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay lograron incrementar su clase media de más de 17% entre 2003 y 2013, en México creció solamente 4%, lo que colocó al país entre los cinco más estancados de la región.
A diferencia de los demás países de la región, en México el incremento de la clase media se hizo gracias al crecimiento económico y no a las políticas de redistribución.
El país también se paralizó en la lucha contra las desigualdades de riqueza, medidas con el coeficiente de Gini, cuyos valores varían entre cero y 1. Cero representa un estado de absoluta igualdad y uno de máxima desigualdad.
Cada año que transcurrió entre 2003 y 2013, los países de América Latina redujeron en un 1.13% su coeficiente de Gini en promedio. Nicaragua lo redujo a un ritmo más elevado: 2.64% anual. Y México, con una reducción de apenas 0.38%, fue de los tres países con menor reducción.
Las desigualdades también fueron visibles en materia de género: en México el salario de un hombre alcanza es 16% superior al de una mujer, lo que lo coloca en la quita posición de una lista de 18 países respecto de las brechas salariales.
Además, las mujeres mexicanas destinan hasta un tercio de su tiempo semanal al trabajo no remunerado, sobre todo en tareas domésticas.
En materia de productividad por hora y por persona, México se colocó de nuevo entre los países con los resultados más escasos, ya que estas tasas crecieron apenas 0.6% y 0.4%, respectivamente. En Uruguay o Perú estas tasas crecieron más de 3.4%.
Según el PNUD, si el gobierno mexicano realizara intervenciones de políticas públicas orientadas a fortalecer las canastas de resistencia de la población vulnerable, podría evitar que entre 5.2 y 6.8 millones de mexicanos caigan en una situación de pobreza por ingresos.