Meade admite que votó por Peña en 2012 y le aconsejan: 'no escuche los cantos de las sirenas”

jueves, 12 de octubre de 2017 · 20:45
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El tedio de la novena comparecencia en este sexenio y ante el Senado del actual secretario de Hacienda, José Antonio Meade, se rompió cuando el legislador chiapaneco Zoé Robledo le recordó que “la economía de la gente está igual de mal” que cuando él trabajó para el gabinete panista de Felipe Calderón y le preguntó:”¿usted por quién votó en la elección para Presidente de la República en el 2012?” “Mucho se ha especulado sobre su aparición en la boleta electoral el año que entra en la contienda presidencial. Su trayectoria y decisiones estarán en escrutinio, por eso sería muy interesante saberlo”, reforzó Robledo ante un impasible titular de Hacienda. Fue la única respuesta directa y contundente que Meade dio a lo largo de más de tres horas de comparecencia y “matraca económica”: “le contesto, senador, en el 2012 voté por el presidente Enrique Peña Nieto”. La bancada del PRI, perfectamente monitoreada por su coordinador Emilio Gamboa Patrón, se paró a aplaudirle al único funcionario que ha roto un récord de cinco secretarías de Estado en menos de seis años, dos de ellas en el gabinete de Felipe Calderón. Viejo lobo de estos mares de la sucesión, el senador Manuel Bartlett, ahora coordinador del bloque PT-Morena, lo halagó y le dio “un consejo”: “Usted me cae bien porque lo conozco desde chiquito… Usted dijo que votó por Peña Nieto. Hubiera sido sorprendente que hubiera votado por Josefina Vázquez Mota”. “Porque lo conozco le aconsejo que no diga que votó por Peña Nieto. No escuche los cantos de las sirenas… Usted es el candidato natural, pero al Banco de México. Le recomiendo que vaya al Banco de México y así podrá dar hasta clase de idiomas”, afirmó irónico Bartlett. Bartlett, exaspirante presidencial también durante el sexenio de Miguel de la Madrid, recordó que José Antonio Meade pertenece a la “tercera generación de esta tecnocracia ilustrada” que ha gobernado el país durante 30 años y que representa “un consenso con la derecha, pero con la derecha de Estados Unidos”. Mientras Bartlett hablaba en tribuna, su paisano el panista y expriista Javier Lozano, ahora cabeza visible de la banda “Los Rebeldes del PAN”, puso en su iPad la foto de Manuel Bartlett con su viejo adversario Carlos Salinas de Gortari, para quien trabajó como secretario de Educación y luego fue electo como gobernador de Puebla. Ante los “consejos” de Bartlett, Meade ni se inmutó. Tampoco respondió cuando la senadora Dolores Padierna le recordó que durante el “gasolinazo” el propio Peña Nieto responsabilizó al sexenio anterior porque “se perdieron casi un billón de pesos, es decir, un millón de millones subsidiando a la gasolina”. Y durante ese sexenio, el secretario de Energía y el último secretario de Hacienda fue precisamente José Antonio Meade. Padierna le sugirió que siguiera las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que sugirió la adopción de un salario básico universal para países como México. “El salario básico universal no ha sido adoptado por ningún país del mundo. No hay ninguna sola jurisdicción internacional para tomarla como referente”, respondió el titular de Hacienda. A lo largo de su discurso y sus respuestas, Meade insistió que el fin del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no afectará a la economía salvo en el sector que depende de las exportaciones e importaciones hacia Estados Unidos. Ahora, el 44% de lo que vendemos a Estados Unidos “se hace por fuera del TLCAN” y el 50% de lo que importamos depende del tratado, reviró. “La deuda no se cuenta, pero cuesta mucho” Casi al final de la comparecencia, el panista Francisco Búrquez, del grupo afín al dirigente nacional Ricardo Anaya, fue muy crítico a la gestión económica de Meade y le reprochó presumir que el número de contribuyentes pasó de 40 a 60 millones de mexicanos. “La vaca lechera del gobierno ahora no es el petróleo sino el bolsillo de los mexicanos”, le reviró el legislador. “Desde que llegó este gobierno cada mexicano paga más del doble de impuestos, más de ocho mil pesos de impuestos mensuales le cuesta a cada familia mantener a este gobierno. ¿Y con este dineral están recibiendo el doble de beneficio los ciudadanos? Claro que no”, argumentó el legislador. Sobre el tema de la deuda pública, Búrquez le reprochó a Meade que “gracias a su gestión, cada familia debe más de 300 mil pesos. La deuda casi no se cuenta, pero cuesta mucho”. Esta frase fue aplaudida tanto por senadores del PAN, como los legisladores del PT-Morena y del PRD que no le llenaron “tanto incienso que parece humo blanco”, como ironizó el senador Isidro Pedraza cuando intervino. En sintonía con el paisaje optimista del titular de Hacienda, quien insistió que la economía “acumula 30 trimestres económicos de crecimiento positivo” y que “en el último lustro 2.2 millones de mexicanos abandonaron la pobreza extrema”, los legisladores del PRI, como jilgueros de los viejos rituales, subieron a defender al más firme aspirante a la sucesión. El economista y exgobernador tamaulipeco, Manuel Cavazos Lerma, cuestionó a Zoe Robledo por ser un “hermeneuta despistado” y criticó a “Dulcineas y caballeros andantes que se lanzan contra hombres de Paja o Molinos de Viento”. “A pesar de los pesares, México mantiene una estabilidad macroeconómica y lo mejor está por venir”, sentenció Cavazos Lerma, de los pocos exgobernadores del PRI en Tamaulipas que no ha sido llamado a cuentas por acusaciones de lavado de dinero. El joven senador priista José Francisco Yunes Zorrilla llenó también de alabanzas a Meade porque “no está preocupado por otras cosas” y calificó al secretario de Hacienda como un “mexicano que no está vinculado a partidos o ideologías sino a servir al país con integridad”. Admitió que el logro de la estabilidad económica en este sexenio “ha tenido costos en popularidad”. Si embargo, no disminuyó la felicidad de la bancada del PRI, aunque no estuvieran presentes muchos de los legisladores de la única bancada que no se ha fragmentado, hasta ahora, en el Senado. José Antonio Meade fue vitoreado y sacado del recinto como un gran candidato, aunque algunos se quejaran de que fuera “candidote” al responder la pregunta de Zoé Robledo.

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