CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A tres años de aplicarse la Ley de Alimentos en Chile, la compra de bebidas azucaradas se ha reducido 25%, mientras que la de postres envasados disminuyó 17%, según un estudio realizado por expertos de las universidades de ese país sudamericano y de Carolina del Norte, y del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Contrario a lo que suponían empresas instaladas en México, como Nestlé, el estudio señala que los salarios y empleos de la industria alimentaria no fueron afectados con los cambios al etiquetado de productos.
Además, el cambio de sellos permitió que la publicidad de alimentos para la niñez, ultra procesados, se redujera hasta 62%, con lo que la adquisición de cereales endulzados disminuyó 14%.
De acuerdo con Arantxa Colchero, investigadora del INSP, todo eso incidió en que se incrementara la venta de alimentos sin grandes cantidades de azúcar y grasa.
En conferencia de prensa, Marcela Reyes Jedlicki, investigadora del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos en Chile, señaló que la implementación del etiquetado es parte de la prevención contra la obesidad, por lo que debe acompañarse de un aumento de impuestos a los productos más dañinos, y la creación de “zonas seguras” sin publicidad cerca de las escuelas.
“La obesidad es muy difícil de combatir, los cambios son a largo plazo, hay que intervenir en los países para cambiar el comportamiento de los consumidores. En tabaco costó muchísimo, y aún hay mucho por hacer para reducir el consumo de los alimentos ultra procesados”, insistió Jedlicki.
Por su parte, Alejandro Calvillo, presidente del Poder del Consumidor, señaló que las empresas “están haciendo llegar un mensaje de miedo a las autoridades para que no se regulen los productos con altos contenidos calóricos”.
Añadió: “El proyecto de etiquetado está sustentado por la Secretaría de Salud, Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) y organismos de Naciones Unidas, por lo que el 23 de enero la autoridad ya debería de tener una definición del proyecto de norma. La propuesta de México mejora la chilena”, recalcó Calvillo.
El estudio también precisa que 79% de compradores reconoce que los sellos de advertencia han influido al momento de comprar, mientras que 48.1% compara los contenidos en las etiquetas para decidir qué producto llevar.