CIUDAD DE MÉXICO (apro).—Luego de que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) redujo el pronóstico del Producto Interno Bruto (PIB) del país, de1.6% a 0.5%; el presidente, Andrés Manuel López Obrador lanzó un mensaje al organismo internacional:

“Vamos bien, lo que pasa que siempre van a cuestionar los que fracasaron, con todo respeto lo digo, con su política neoliberal. Ya no estamos en la época neoliberal”.

El tabasqueño dijo tener otros datos sobre el panorama económico del país. Aseguró que la inversión extranjera directa está llegando a México “como nunca”, ya que, en seis meses, se han captado 18 mil millones de dólares. Sumado a lo anterior, presumió que “como nunca en la historia” esos “héroes vivientes”, están enviando remesas a sus familiares por el orden de 35 mil millones de dólares este año. El mandatario también celebró que en México hay una inflación que no se había visto en los últimos tres años, cerca del 3%. Lo que no dijo es que, en gran parte, dicha tasa se debe a la debilidad del consumo interno. Otro dato que dio López Obrador es que el peso navega como “el primer lugar. Ahora es el segundo lugar en fortaleza, se ha apreciado con relación al dólar”. No mencionó que lo anterior se debe a eventos externos, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, combinado con la caída en las tasas de interés a nivel mundial, principalmente. El presidente también aprovechó la coyuntura de los ataques a la petrolera árabe más grande del mundo y la incluyó en su lista de “los otros datos”.

“Otro dato: ya se detuvo la caída en la producción de petróleo y ya empezamos a producir más petróleo. Otro dato, es lamentable que se den hechos como los de Arabia Saudita, pero el incremento en el precio del petróleo nos beneficia. Otro dato, estamos produciendo más gasolinas en las refinerías de México”, subrayó.

El tabasqueño celebró el aumento del salario mínimo como no había sucedido en 36 años. Además de que su gobierno destina 300 mil millones de pesos para beneficio de la gente humilde. Y por si le quedaban dudas al organismo internacional, el presidente afirmó que “no hay inestabilidad política, hay gobernabilidad, hay paz social”.

“Imagínense, acabamos de estar en el Zócalo ¿cómo era antes?, ¿cómo fue el año pasado o el antepasado?, ponían un cerco para catear a todos los que iban a Zócalo; ahora no hubo eso, la gente fue libre”, presumió.

Remató su arenga:

“Estamos contentos, estamos de buenas y trabajando para no fallarle al pueblo de México”.