El personal de salud en España en riesgo por Covid-19: 6 muertos y 12 mil infectados
MADRID, Esp. (apro). — En España, preocupa mucho el elevado número de profesionales sanitarios infectados por el coronavirus, que ya dejó seis muertos (cinco médicos y una enfermera).
El balance de las autoridades hecho público este lunes, cifra en casi 12 mil 300 médicos, enfermeras u otro personal sanitario infectado, alrededor de 4 mil más que los datos registrados en Italia (aunque allí hay cerca de 60 médicos muertos).
Encarni, una enfermera bilbaína de 52 años, se convirtió en la primera profesional del sector fallecida, la madrugada del miércoles 18 de marzo, tras seis días internada en el hospital de Basurto.
Ella había atendido a un hombre de 82 años que se convirtió en el primer fallecido por el Covid-19 en el país vasco, el 4 de marzo. Los análisis revelaron que la dolencia pulmonar del adulto había sido provocada por el coronavirus.
Consternados, los compañeros de la enfermera del hospital de Galdakao, en Euskadi, aseguraban que en el trabajo era una profesional muy precavida que siempre seguía las normas de seguridad. Una vez contagiada, la enfermedad progresó muy rápido. Los vascos homenajearon el día 19 a la enfermera con el aplauso que a diario se escucha en balcones y ventanas por los “héroes” del personal sanitario, pero también prendieron velas y las linternas de los celulares.
El sistema sanitario en España se encuentra al límite. Este lunes 30, 17 días después que en el país se estableciera el estado de alarma, el registro gubernamental rebasa las 85 mil personas infectadas, solo por debajo de Estados Unidos e Italia. Esto significa 6,398 nuevos casos en tan solo 24 horas.
El último balance del Ministerio del Interior también registra 7 mil 340 muertos, 812 más que el domingo. La cifra se reduce ligeramente después de dos días consecutivos de alcanzar el máximo repunte, con 838 y 832 muertes el sábado y el domingo. Hasta hoy se han recuperado de la enfermedad 16, 780 personas.
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, reconocía que una de las posibles razones de que la taza de contagio sea mayor a nivel europeo es por “la falta de equipo de protección individual”, sin embargo, es “un problema de acceso al mercado”, porque “no hay disponibilidad global fácil a estos equipos”.
El experto que cotidianamente informa sobre la gestión para atajar el coronavirus, habló este sábado en su habitual rueda de prensa, solo unas horas antes de que él mismo resultara con síntomas y que este domingo se confirmara que tiene coronavirus, y tuviera que ser suplido por sus colaboradores.
En esa intervención, explicó que buscan achatar la tendencia de contagios, sin embargo, aceptó que para los últimos días de esta semana las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) podrían llegar a una total saturación.
Las comunidades donde se concentran el mayor número de contagios entre los profesionales siguen siendo Madrid y Cataluña, aunque recalcó que “la distribución no es igual en todos los hospitales, unos están mucho más afectados que otros”.
Explicó que se registraron “dos o tres brotes” de coronavirus que se produjeron en hospitales al inicio de la pandemia, que tuvo un impacto en el número de profesionales afectados.
Cuando hay un profesional afectado, se les aplica el test y “se identifica a todos aquellos que den positivo”. No obstante, matizó, “dar positivo no implica siempre que sea viable, pero en todo caso, y por el principio de precaución, se consideran como positivos reales”.
Las cifras de 12 mil 300 profesionales contagiados aportado por la jefa de área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, María Jesús Sierra este lunes, difiere en 2 mil 586 sanitarios más registrados el fin de semana, ya que el viernes 27 el registro se ubicaba en 9 mil 444 contagios en el sector.
Explicó que “el 85% se están recuperando en casa” y aunque el número es alto, tienen “muy buena evolución”.
Hasta el sábado, el 8.8 por ciento de los profesionales infectados requirieron hospitalización, un porcentaje “muy inferior” al resto de los pacientes, donde se sitúa por encima del 40%.