REYNOSA, Tam., (apro).- Unos 100 extranjeros migrantes que buscaban asilo en Estados Unidos fueron recibidos hoy en Texas, para iniciar una nueva vida en ese país junto a familiares con los que se reunirán, dio a conocer Héctor Silva de Luna, director del albergue Senda de Vida, de esta frontera.

El pastor cristiano, quien acompañó esta mañana a los primeros migrantes que cruzaron por el Puente 1 Reynosa – Hidalgo, dijo que estarían de dos a cuatro horas bajo la custodia de agentes de Aduanas y Migración (CBP) mientras tramitaban la respectiva documentación para internarse a la Unión Americana, hasta llegar con sus familiares en Miami, Nueva York, Georgia y ciudades texanas.

Explicó en entrevista que, provisionalmente, serán concentrados en la casa Hogar de la Hermana Norma, en McAllen, hasta que sus familiares los llamen para que se trasladen a los destinos donde serán recibidos en diversos destinos del país, y contarán con un plazo de hasta un año para instalarse debidamente.

En este lapso estarán impedidos para trabajar, según les explicaron las autoridades migratorias.

El grupo inicial que pasó por la mañana hacia la garita de la ciudad de Hidalgo, vecina de esta frontera tamaulipeca, estaba compuesto por personas vulnerables, como los enfermos y discapacitados, y en el transcurso del día acudirían más a recibir el asilo, dijo el director de la casa del migrante, que se sostiene con asistencia privada.

Los primeros asilados en esta reactivación del trámite, que son acompañados por Senda de Vida son haitianos, salvadoreños, nicaragüenses y mexicanos, que pasaron hasta cinco meses en el albergue ubicado en el área del Bordo, a un lado del río Bravo, cerca de la zona citadina de Reynosa.

“Ahorita en la mañana fuimos a dejar unas familias, y van a estar yendo también al mediodía y por la tarde. Y mañana nos dicen en Migración cuántos más les vayamos enviando. Llegan y los recibe Migración y Aduana, y pasan luego al albergue de McAllen”, explicó el pastor, fundador de Senda de Vida, organismo de la sociedad civil, que da refugio a migrantes desde hace 25 años.

En el albergue hay actualmente unas 800 personas, mayormente procedentes de los países de Centroamérica, aunque hay unos 30 haitianos.

Los que recibirán el asilo tienen de cinco a siete meses en espera del trámite y han tenido que pasar por un brote de Covid 19 que hubo en los dormitorios, hace dos meses, lo que puso a los huéspedes y al personal en cuarentena, hasta que todos se aliviaron, sin que hubiera un solo fallecido.