CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A trece años del surgimiento del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) siguen vigentes las condiciones que llevaron a miles de víctimas de la violencia criminal a recorrer el país y a exigir un diálogo con en entonces presidente Felipe Calderón y con los aspirantes a sucederlo, entre ellos el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador.

En un comunicado para recordar que el asesinato de siete jóvenes, entre ellos el del hijo del poeta Javier Sicilia, movió la indignación nacional para crear el MPJD, el diagnóstico es devastador en un año electoral.

“En 2011, salimos de este lugar con la consigna de ‘Estamos hasta la madre’. Trece años después, la consigna sigue en pie, sólo que ahora más gente comprende que las soluciones a los problemas del país no vendrán de los partidos políticos ni de líderes enceguecidos de mesianismo. Por esa razón, gran parte de nosotras y nosotros no iremos a las urnas. No tenemos el gusto de convalidar ineptos y criminales”, sostuvo el MPJD.

En el ocaso de su gobierno, el Movimiento de víctimas, tuvo palabras muy severas para el presidente López Obrador:  “una vez más, México perdió un sexenio encabezado por un traidor indolente e incapaz de ver más allá de sus intereses personales y de partido”.

Agregó que de su gobierno lo favorable “es que ha confirmado que todos los partidos políticos en México, incluido el suyo, son negocios oscuros de camarillas criminales, cuya única preocupación es conseguir votos para seguir administrando el infierno que sexenio tras sexenio ahondan”.

Para los aspirantes a suceder al actual mandatario los comentarios no fueron más suaves.

De Claudia Sheinbaum, candidata del partido oficial, el MPJD evaluó que “se limita a repetir por la tarde lo que el presidente pronuncia en la mañana”, que carece de diagnóstico real de lo que ocurre en el país y agenda propia, y que de llegar al poder heredará “los nexos con el crimen, el discurso populista y la actitud autoritaria y autócrata de López Obrador”.

En cuanto a Xóchilt Gálvez, de la alianza PRI-PAN-PRD, el Movimiento recordó que “representa a los partidos que convirtieron este país en una enorme fosa común”, y que a pesar de ella nada “borrará los vínculos y negocios que crearon con muchos de los personajes más nefastos de la clase política y de los poderes fácticos”.

Sobre el candidato de Movimiento Ciudadano, Javier Máynez, apuntó que “carece de seriedad” y que representa “el rostro de la improvisación infantil de un partido sin coherencia ideológica, sin bases sociales y con una lógica tan depredadora y criminal como la de sus contrincantes”.

Para el MPJD los aspirantes a relevar a López Obrador “utilizan a las víctimas como armas políticas para deslegitimar a sus adversarios, mientras que en los estados gobernados por sus partidos se extienden y profundizan la violencia, la inseguridad, la impunidad y el miedo. Donde quiera que volvamos el rostro, esa historia es la misma”.

El Movimiento, que congrega a familiares de víctimas de desaparecidos y de la violencia criminal, recordó que en los procesos electorales de 2012 y 2018 convocó a los candidatos presidenciales a un diálogo con el fin de “aportar ideas para detener la guerra y sus dolorosas consecuencias”, ejercicio que en esta ocasión se abstendrá de hacer.

“¿Qué podemos decir que no hayamos dicho? ¿Qué podemos esperar de las candidatas y el candidato que no sea el desprecio y la traición cuando lleguen al poder? Ese ha sido su accionar: condescender y abjurar”, sostuvo el MPJD.

Tras reconocer los esfuerzos de los colectivos, organizaciones y al clero, que pidieron a los aspirantes firmar compromisos para la pacificación, el Movimiento advirtió que, “gane quien gane, traicionará de nuevo”, porque esa es la marca  “de un Estado capturado y corrompido por la lógica del crimen”.

Al puntualizar que los colectivos que integran el Movimiento no votarán el próximo 2 de junio, en su comunicado de conmemoración del 13 aniversario, resaltó que continuarán en su participación política, al margen de los procesos electorales, manteniendo su exigencia de pacificar el país.

“En contraste con esa torpe idea de que la participación política se limita al negocio de las elecciones, tenemos todavía un alto y complejo sentido de lo que la democracia y el amor por nuestros semejantes. Nos mantenemos y nos mantendremos resistiendo en los márgenes junto con la reserva moral del país, junto con los pilares de la dignidad que nos ha abrazado desde hace trece años”, concluyó el MPJD.