CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La mujer que apareció ayer muerta, atada en una cabina de teléfono, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tenía 22 años, respondía al nombre de Lesby y no era estudiante de la máxima casa de estudios del país. De acuerdo con el testimonio de la pareja sentimental de Lesby, cuya declaración fue integrada en la carpeta de investigación número COY-1/UI-1C/D/1099/05-2017, se asentó que la joven tenía un surco en el cuello, característico de los suicidios. El testigo reconoció que el cuerpo hallado en jardines aledaños al instituto de Ingeniería era de su pareja, de quien refirió tenía problemas de alcoholismo. Ambos vivían juntos, cerca de la zona, señaló. Lesby frecuentaba las instalaciones de la Universidad porque se dedicaba a pasear perros, explicó el testigo. Por su parte, el rector Enrique Graue se limitó a decir: "es necesario saber qué pasó para poder hacer una declaración fundamentada, de otra forma estaríamos especulando". Además, negó que se haya desbordado la inseguridad en las unidades de la máxima casa de estudios. En tanto, estudiantes de la Universidad y diversos colectivos convocaron a una marcha tras la aparición del cadáver, que se llevará a cabo la tarde de este viernes y que saldrá de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), para exigir más seguridad para la comunidad universitaria y una respuesta por parte de la autoridades de UNAM para que se investigue y esclarezca el caso.