Méndez Arceo, promotor de cristianismo y revolución

martes, 12 de febrero de 2002 · 01:00
Cuernavaca, Mor (apro)- Pese a las agresiones de sectores gubernamentales y del PRI en su contra, el peregrinaje del obispo emérito Sergio Méndez Arceo por el mundo no cesó El 12 de febrero de 1978 fue leída una declaración conjunta de don Sergio, de Ernesto Cardenal y de Alfonso Camín ?del Partido Comunista Español?, que habían coincidido en Cuba, México, Nicaragua y España Decían: "Compartimos una misma preocupación por el futuro de las relaciones entre cristianismo y revolución Las revoluciones socialistas que se están llevando a cabo en todo el mundo constituyen el gran reto que hoy se le plantea a la Iglesia contemporánea En América Latina, este reto es decisivo: según sea la respuesta de los cristianos, el proceso revolucionario seguirá un curso u otro "En sus orígenes y en su posterior desarrollo, las revoluciones socialistas han hallado en las Iglesias un enemigo Iglesias vinculadas predominantemente a las clases dominantes, que les concedieron privilegios y cunas de oro ?salvo excepciones?, se opusieron a las transformaciones sociales, sueño y esperanza de los pobres de la Tierra "También en Cuba, las relaciones entre Iglesia y revolución han seguido un curso complejo, con algunos signos positivos y otros negativos La Iglesia no puede prescindir del acontecimiento crucial en que está inmersa y que conmueve a todo el pueblo cubano: la construcción revolucionaria La suerte de la Iglesia no puede separarse de la suerte del pueblo, que en Cuba vive bajo la constante amenaza del imperialismo, que no ha cesado de hostigarlo" Citan a Fidel Castro: "Hay que trabajar juntos para que, cuando la idea política triunfe, la idea religiosa no esté apartada, no aparezca como enemiga de los cambios No existen contradicciones entre los propósitos de la religión y los propósitos del socialismo" Abogan por una alianza estratégica entre cristianismo y revolución Y constatan "la distancia, la desconfianza y la hostilidad" que el "cristianismo institucionalizado" manifiesta contra la revolución Al domingo siguiente, 19 de febrero de 1978, en su homilía, don Sergio citó el libro de Porfirio Miranda, El cristianismo de Marx Dijo: "Este libro sobre Marx desbloqueará muchas mentalidades de marxistas y de cristianos Es evidente que la transformación del mundo moderno no podrá lograrse sin el discurso marxista Esto no quiere decir creación de falsas infalibilidades, pero sí condenar anticristianas condenaciones" La renuncia El desprecio del Vaticano hacia Méndez Arceo no tuvo reparo Un acontecimiento como ejemplo: cuando los obispos cumplen 25 años de servicio, "bodas de plata", el Papa envía una felicitación personal Juan Pablo II ignoró la celebración de Méndez Arceo Martínez Cruz recuerda que el "golpeteo" de los gobiernos de Echeverría Alvarez y José López Portillo contra el movimiento obrero inició prácticamente cuando se acercaba la renuncia de Méndez Arceo "Fue un operativo coyuntural, hubo despidos masivos y la desaparición de empresas Los empresarios decían claramente que había que acabar con el sindicalismo independiente y la Teología de la Liberación Los aparatos de inteligencia persiguieron a líderes de sindicatos y los relacionaron con grupos guerrilleros El obispo era desprestigiado cuando decían que era contacto de la guerrilla, por ser intermediario en el rescate de empresarios plagiados" Con todo el clima de represión en el país, los sindicatos bajaron su combatividad pero la organización social trasladó sus necesidades al ámbito cultural En los comicios locales de 1982, el PRT alcanzó 15 mil votos y se colocó como tercera fuerza electoral, y en total fueron 30 mil para partidos de izquierda ligados a las Comunidades Eclesiales de Base (Ceb?s) y sindicatos, agrega Martínez Cruz Con la salida del fundador del Consejo Episcopal Latinoamericano, "se pensó que mucha gente iba a dejar la Iglesia; se espera un rompimiento de los sacerdotes pero ellos siguieron siendo eclesiales y fraternos Ya no fue lo mismo, las cosas cambiaron sustancialmente, pero las Ceb?s sobreviven y el amor a don Sergio no se extinguirá", subraya Virginia Bahena En octubre de 1982, Méndez Arceo mandó su renuncia a la diócesis a Juan Pablo II Entonces aprovechó el momento para recriminarle el desprecio que cuando menos demostró al cumplir sus bodas de plata: "Gran dolor fue para mí la discriminación, más única que rara, al no recibir la acostumbrada carta del Papa con ocasión de mis 25 años" Y le hizo ver también sus diferencias con el resto de los obispos después del Concilio Vaticano II: "La conflictividad posterior acentuó las diferencias, y éstas se fueron interponiendo aun en las relaciones con la Santa Sede, a través de los delegados apostólicos y de algunas personas del Vaticano Sólo una vez el papa Paulo VI me dijo que el delegado apostólico, monseñor Del Mestri, le había hablado muy bien de los trabajos apostólicos en Cuernavaca" Remarcó en su misiva: "Con frecuencia recurrí al Papa, como Pablo recurrió a Pedro Después de superar grandes obstáculos, pude ser recibido por Su Santidad en noviembre de 1979, y deposité en sus manos una carta llena de confianza y esperanza Nos encontramos en México brevemente dos veces y, en Roma una vez, en audiencia pública Varios intentos de obtener audiencia privada en Roma fueron fallidos Es grave para un obispo necesitado no lograr acercarse al Papa" Y culminó: "Firmo esta renuncia con fecha adelantada del 28 de octubre, para anunciarlo así al pueblo en grande celebración" Así el Vaticano dio paso al desmantelamiento de la obra pastoral de Méndez Arceo Posadas Ocampo llegó y desarticuló prácticamente a las Ceb?s, y los sacerdotes seguidores de don Sergio fueron removidos de sus parroquias La labor encomendada por Juan Pablo II y Prigione fue continuada por el obispo Reynoso Cervantes, luego que Posadas Ocampo fue nombrado cardenal en Guadalajara Hugo Carbajal Aguilar, exdirector del periódico Correo del Sur, el órgano informativo impulsado por Méndez Arceo, puntualiza: "Las secuelas son graves El grupo reaccionario que maneja la cúpula católica, ligado a los intereses económicos y políticos más oscuros del país, que construyó el Seminario de Cuernavaca con dinero del Club Serra, ligado al Opus Dei, manejaron a su antojo a los feligreses Onésimo Cepeda, el obispo de los ricos, fue recompensado hace apenas unos años con la diócesis de Ecatepec, como premio a su traición a don Sergio y su fiel postura a los intereses del Vaticano" Pero no todo está perdido José Martínez y Hugo Carvajal dicen que ante el descrédito de las autoridades de la diócesis, "al interior de los católicos está creciendo la necesidad de tener un obispo que responda a sus demandas sociales De lo contrario, la diócesis está ante el riesgo de perder más espacio Como decía don Sergio: de poco valen las iglesias si no están llenas de amor, fe y gente", señala Carvajal 08/02/02

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