Campeche, Camp , 24 de abril (apro)- En el alegato final del juicio penal que se le sigue por el delito de ultraje a las insignias nacionales en que presuntamente incurrió en su obra "La Patria entre mierda", el escritor campechano, Sergio Witz Rodríguez, expuso que la realidad literaria no es necesariamente la realidad literal El poeta compareció hoy ante el juez Segundo de Distrito, con sede en esta ciudad, José de Jesús Bañales Sánchez, en presencia de la fiscal de la Procuraduría General de la República (PGR), Teresa de Jesús Avilés Rocha, para presentar las conclusiones de su defensa Basada en dos peritajes emitidos por la doctora en literatura comparada, Kenia Aubrey Ortegón, perito de la defensa, y el maestro de literatura Humberto Ávila Ortega, perito tercero en discordia, la defensoría concluye que, desde el punto de vista del método de análisis literario basado en la estilística y la hermenéutica, "no constituye de ninguna manera ultraje a la bandera nacional, ya que al usar el pabellón nacional como tema central de su texto, el autor nos advierte de la manipulación histórica que falsos patriotas mexicanos hacen de nuestra grandeza como país que tiene una vasta tradición cultural" Además, argumenta que el autor no ultraja a la insignia nacional, sino, "por el contrario, utiliza y emplea los recursos de su arte para mostrarnos a través de un supuesto personaje antipatriota o sujeto ficticio que emplea el yo de todo texto poético" "Además, se debe especificar que quien habla no es el escritor de carne y hueso, Sergio Witz, sino su personaje Por lo tanto, el autor está exento de cometer ultraje", dijo la defensa Sostuvo también que el texto por el que se le acusa "no constituye ultraje" porque su valor estriba en que "se convierte en literatura testimonial en momentos en que nuestro país atraviesa importantes cambios políticos y sociales que indudablemente impactan y se reflejan en la creación literaria de los escritores actuales" En la diligencia judicial, la defensa expuso además que ninguna obra literaria de cualquier género puede ser considerada como ultraje a un símbolo nacional patrio "ya que el universo literario y lo que ocurre en él, es una realidad literaria y no la realidad que vivimos, y lo que ocurre o se describe no sucede en la realidad, únicamente en el papel" Para rebatir las conclusiones acusatorias que, por su parte, presentó la fiscalía la semana pasada, en una audiencia en la que solicitó la pena de cárcel de cuatro años al autor, los abogados de Witz Rodríguez apelaron al derecho constitucional a la libertad de expresión, y aseguraron que no se acredita que "el cuerpo del delito", es decir, el poema, "haya tenido la intención de ultrajar o injuriar, ya que la palabra bandera fue sacada del contexto general del poema, que por su naturaleza misma es una obra artística con interpretaciones diferentes y, por tanto, no puede ser analizada jurídicamente, sino literariamente" Destacaron, además, que no hay culpabilidad en el poeta, "ya que únicamente hizo uso de su derecho a expresar sus ideas y su capacidad artística" Por ello, demandaron al juez le otorgue "la libertad, ya que no hay delito qué perseguir" Y citaron, "como punto esencial de las conclusiones", la postura que asumieron en torno a este caso los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), José Cossío Díaz y Juan Silva Meza en la resolución del 5 de octubre de 2005, en la que no obstante, al imponerse el criterio del resto de los magistrados, le fue negado el amparo de la justicia federal al escritor para ser procesado por su obra: "El artículo 191 del Código Penal federal ha de considerarse violatorio de la libertad constitucional de expresar ideas y escribir y publicar escritos sobre cualquier materia Lo que nos competía determinar es aquello que una persona tiene derecho a decir en México sin sufrir una persecución penal que lo marca de por vida y que lo puede llevar incluso a la cárcel Lo que nos correspondía, en definitiva, era garantizar el ámbito de un derecho fundamental y emitir una resolución que diera plena vigencia a los derechos civiles de los ciudadanos, elemento sobre el cual debe apoyarse la construcción de la democracia que nuestra Constitución prevé" Hace 10 días, al entrar en la recta final este juicio, la Procuraduría General de la República (PGR) solicitó al juez Bañales Sánchez, aplique la pena máxima al autor, que es de cuatro años de prisión, además de una sanción administrativa Y, ante "la gravedad del delito y el grado de culpabilidad" del acusado, pidió también que se le nieguen los beneficios de sustitución y conmutación de sanciones, así como el de condena condicional, en virtud de que la pena que corresponde al ilícito "excede los parámetros que establecen los artículos 70 y 90 del Código Federal de Procedimientos Penales" Así mismo, demandó que Witz Rodríguez sea "amonestado públicamente para que no reincida en la comisión de un nuevo delito", y que le sean suspendidos también sus derechos políticos Witz Rodríguez fue denunciado en julio de 2001 por el militar retirado Abel Santacruz Menchaca, tras publicar en la revista Criterios de esta ciudad su poema intitulado Invitación ("La Patria entre mierda"), el cual concluye con la frase "me limpio el culo con la bandera" Esa denuncia dio pie a la averiguación previa 109/CAMP/2001, la cual fue consignada ante el juzgado de Distrito el 6 de septiembre de 2002, ejercitándose acción penal contra el escritor por el delito de ultraje a las insignias nacionales en su modalidad de ultraje al pabellón nacional ya sea de palabra o de obra, por el que quedó sujeto a proceso penal El caso, fustigado por autores tanto de México como del extranjero por considerarlo un sesgo a la libertad de expresión, pasó por todas las instancias de justicia federales, y en 2005 la SCJN le negó al acusado el amparo para ser juzgado, sentando así el precedente de permitir que se juzgue a un autor por su obra El expediente finalmente retornó al sitio donde se inició y, según comentó el indiciado, a mediados de mayo próximo espera le sea dictada finalmente su sentencia