GUADALAJARA, Jal , 29 de agosto (apro)- A pesar de contar con un amparo provisional y de clausurar la sesión, el Consejo General Universitario (CGU), conformado por 175 consejeros, en su mayoría padillistas, destituyó hoy a Carlos Briseño Torres como rector de la Universidad de Guadalajara por supuestas "faltas graves" a la Ley Orgánica de la institución En su lugar, fue designado Marco Antonio Cortés Guardado, rector del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUSCH) Todo comenzó cuando Briseño Torres, en su calidad de presidente del CGU, decidió clausurar la sesión ante la oposición de la mayoría de los consejeros Luego de tres horas de debate, a las 13:20 horas Briseño se levantó de su asiento y abandonó el salón donde se efectuaba la sesión ordinaria convocada por él mismo, en medio de los abucheos de sus detractores Inmediatamente, lo secundaron unos 30 consejeros afines al rector No obstante, Alfredo Peña Ramos, secretario general de la Universidad de Guadalajara, ordenó a los consejeros, la mayoría cercanos al exrector Raúl Padilla López, que permanecieran en sus lugares porque iban a aprobar otro orden del día, distinto a la propuesta por Briseño Los 135 consejeros afines a Padilla, jefe del Grupo Universidad que controla políticamente la institución desde hace 20 años, obedecieron a Peña Ramos y continuaron con la sesión Y el primer punto que fue puesto sobre la mesa fue la destitución de Briseño Enrique Solórzano, rector del Centro Universitario de la Costa Sur, fue el coordinador de debates El consejero Roberto López propuso la destitución de Carlos Briseño "principalmente por abandonar la sesión sin justificación alguna" y ante "la presión que ha ejercido a funcionarios para que renuncien a sus cargos", entre otras causas "graves" También sugirió la destitución de Gabriel Torres, como vicerrector de la institución, ya que "ha usurpado funciones" de la Dirección de Medios En lugar de Briseño el CGU nombró rector sustituto a Marco Antonio Cortés Guardado, rector del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUSCH) "Que vayan a informarle al señor gobernador" sobre el nombramiento, coreaban los presentes en el auditorio Paraninfo Enrique Díaz de León Para Jorge García Domínguez, abogado general de la Universidad de Guadalajara, la decisión del CGU carece de validez, ya que Briseño cuenta con un amparo concedido por el juez tercero de Distrito en Materia Administrativa para evitar cualquier intento de destitución "Al destituir al rector general, están violentando hasta garantías constitucionales y una orden de un juez federal como es el tercero de Distrito", explicó García Domínguez García Domínguez subrayó que la sesión fue plenamente instalada y clausurada por el rector Briseño, por lo que las decisiones tomadas por el CGU carecen de validez Recordó que el juez tercero de Distrito en Materia Administrativa concedió al rector general una suspensión provisional ante cualquier intento de destitución que pudiera tomar el consejo Antes de abandonar la sala, Briseño Torres prometió dar a conocer una serie de irregularidades cometidas por el grupo de Padilla López en los últimos 20 años; incluso aseguró que publicará las auditorías privadas realizadas a la universidad en periodos anteriores A principios de la semana, Briseño Torres destituyó a Raúl Padilla López de dos de sus 12 cargos en la Universidad de Guadalajara: presidente honorífico del comité técnico del Centro Cultural Universitario (CCU), que maneja -entre otras instalaciones- el teatro Diana y el Auditorio Metropolitano Telmex; y como presidente del consejo de administración del Corporativo de Empresas Universitarias, que controla los hoteles Villa Montecarlo y Villa Primavera Tras el rompimiento, Carlos Briseño afirmó: "Padilla y su grupo, quienes han estado conspirando contra el rector general en un domicilio particular y en las oficinas del Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo, han impuesto a la comunidad universitaria y a esta institución un rumbo que no debe tener" Sin embargo, lo que precipitó la ruptura fue la denuncia que Briseño presentó ante la Procuraduría de Justicia y la Contraloría del estado por presuntas irregularidades en el programa de donación de órganos en el Hospital Civil de Guadalajara, organismo público descentralizado que recibe fondos de la UdeG y del gobierno estatal