VILLAHERMOSA, Tab., 8 de septiembre (apro).- El gobernador Andrés Granier Melo se declaró en insolvencia financiera, por lo que exigió al gobierno de Felipe Calderón la liberación sin restricciones de los recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), con el fin de atender a los damnificados por las lluvias y crecidas de los ríos.
El Ejecutivo estatal también hizo un llamado a los nueve diputados federales de Tabasco para que intervengan ante el gobierno federal y se exima a la entidad de la aportación del ‘paripazo’, es decir, la obligación compartida para que fluyan los recursos del Fonden.
El mandatario tabasqueño argumentó “insolvencia financiera” para aportar lo que le toca bajo las actuales reglas de operación del Fonden, por lo que reiteró su petición para que a Tabasco se le exente de esa restricción.
Explicó que durante cuatro años consecutivos de inundaciones, su administración ha tenido que destinar gran parte de los recursos a la reconstrucción de las zonas afectadas, así como ajustar el presupuesto, “con el costo político que esto implica” y que –dijo-- está dispuesto a asumir.
Aclaró que, en ese lapso, el gobierno del estado ha destinado 2 mil 400 millones de pesos en aportaciones para que fluyan recursos federales, de ahí el llamado a los legisladores federales a que apoyen su petición.
“No es posible estar invirtiendo todo el dinero de nuestro estado en reconstruir y no en avanzar”, sostuvo, para enseguida descartar que tenga planeado solicitar un nuevo empréstito y utilizarlo en las aportaciones compartidas con los recursos federales.
Dijo que su gobierno ha hecho ajustes severos, como el aumento a impuestos locales y la eliminación de plazas en el sector público.
“Ustedes son testigos del precio político de lo que significó haber tomado las decisiones que tuve que tomar. No es posible que después de haber tomado esas decisiones para ajustar el presupuesto y salir tablas este año, y poder empezar un 2011 con finanzas sanas, nos veamos atrapados en esta situación”, anotó.
Manifestó que al igual que el gobierno de Veracruz, que tampoco tiene la capacidad de dar su parte estatal, “nosotros también nos declaramos insolventes para poder aportar ante las tres aportaciones que hemos hecho en los últimos tres años”, anunció.
El sector empresarial se sumó al gobernador para que el gobierno federal declare a Tabasco zona de desastre y se exima a la entidad de aportar el ‘paripazo’.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Antonio Torres Báez, informó que debido a las inundaciones, la actividad económica se ha paralizado en 50%, y lamentó que el presidente Calderón, durante la gira del martes pasado, “no haya ofrecido nada a Tabasco”.
Por su lado, el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) estatal, Ignacio Lastra Marín, reportó que ya hay afectadas más de 700 empresas y se espera que sumen más por el aumentos en la extracción de agua de la presa Peñitas, que alcanza los 2 mil metros cúbicos por segundo.
Dijo que el número de empresas dañadas crece rápidamente, pues a inicios de septiembre sólo se habían contabilizado 200 negocios afectados, principalmente del municipio de Centro, cabecera de Villahermosa, donde se concentra la mayor actividad económica.
Por su parte, el director estatal de Protección Civil, Roberto López Romero, reportó que aunque ha descendido el nivel en la mayoría de los ríos no controlados por las presas, como el Grijalva y Usumacinta, el número de afectados rebasa las 138 mil 800 personas que habitan en 458 localidades de 11 de los 17 municipios del estado.
Informó que hay 79 albergues instalados donde se atiende a 7 mil 439 personas y que, pese “a la tregua” de lluvias, se mantiene la evacuación de familias, aunque hay muchas que se resisten abandonar sus casas por temor a robos.
Los ríos Carrizal y Samaria, que ya desbordan e inundan decenas de comunidades ribereñas, subieron 21 y 16 centímetros en la mañana de hoy debido al desfogue de la presa Peñitas.

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