MÉXICO, D.F. (apro).- El sindicato que encabeza Napoleón Gómez Urrutia denunció que en la mina San Martín, de Sombrerete, Zacatecas, se encuentran almacenadas unas 35 toneladas de explosivos propiedad de Grupo México, lo que  representa un riesgo para la vida de trabajadores y lugareños. No obstante que el sindicato minero envió el martes 11 una carta al gobierno federal advirtiendo sobre la situación, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no ha tomado cartas en el asunto, pese a que es la dependencia del Ejecutivo encargada del resguardo de explosivos. Por cierto, recordó el sindicato en un comunicado, la mina está en huelga desde hace más de cinco años. El viernes 31 de agosto pasado, más de 300 esquiroles ingresaron a la mina, justo cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) está por resolver la validez de la huelga. “Con esta agresión, el dueño de Grupo México, Germán Larrea Mota Velasco, viola no solamente el estado de derecho y la legalidad de la huelga, desafiando al gobierno federal al pretender tomar la ley por propia mano, utilizando porros y paramilitares, ante la indiferencia de los gobiernos estatal y de Zacatecas”, acusó el sindicato. Los agresores siguen en el filón, pero según los mineros sindicalizados, hasta la vida de aquéllos está en riesgo, ya que al ser ajenos al sector, desconocen el manejo de explosivos. Peor aún, los esquiroles se han dedicado a realizar parrandas dentro de la mina, señaló el sindicato. También denunció que Grupo México incumple el acuerdo del 27 de julio de 2007 pactado ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), por el que se permite que personal de emergencia que participa en la huelga –43 sindicalizados y 37 de confianza– brinde mantenimiento a la mina para evitar el desgaste de instalaciones y maquinaria. Por el contrario, al paso del tiempo la empresa ha despedido poco a poco al personal del filón. “Están exponiendo a la mina a un deterioro irracional, al grado de poner a un velador a hacer labores de electricista. El 28 de abril de 2010, murió electrocutado Domingo Ricalday, velador en ese entonces”. Ante ello, el sindicato responsabilizó de cualquier percance a Larrea Mota Velasco, a la empresa Grupo México, al gobierno panista de Felipe Calderón y al de Zacatecas, encabezado por el priista Miguel Alonso Raya.