GUADALAJARA, Jal. (apro).- Peritos de la Fiscalía General de esta entidad investigan si las osamentas y las prendas de vestir halladas el pasado fin de semana cerca de un relleno sanitario ubicado a un costado de una brecha que conduce a la presa La Sauceda, sobre el camino que une a Comanja de Corona con Lagos de Moreno, pertenecen a alguno de los seis jóvenes desaparecidos hace un mes en este último municipio. Un menor que jugaba en la zona fue el primero en descubrir los restos óseos e inmediatamente avisó a sus familiares. Éstos a su vez dieron parte a la policía municipal que compartió la información a las autoridades estatales. La noche del pasado sábado 3 empleados del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) aseguraron los restos óseos y las prendas de vestir y procedieron a analizarlas. Hasta esta tarde ninguna institución había confirmado ese hallazgo. Las autoridades municipales han optado por guardar silencio y dejar todo en manos del gobierno de Jalisco. El aseguramiento de los huesos y las prendas ocurrió a menos de 100 metros de lugar donde se localiza el predio y la finca que fue cateada por la Fiscalía General desde hace tres semanas, donde operaba una chatarrera. Antes de ello, en esa finca existía una tienda de abarrotes conocida como La Ley del Monte. En ese mismo lugar se habían descubierto algunas herramientas con sangre y otras pertenencias de algunos de los desaparecidos, según reconoció a este medio Armando Espinoza, padre de David Armando, uno de los desaparecidos. En la más reciente declaración sobre el tema, el primer fiscal, Luis Carlos Nájera, dijo que algunos de los seis sujetos que se mantienen arraigados por ese ilícito, reconocieron que varios de los seis jóvenes desaparecidos estarían involucrados con el robo de una bolsa de la que no se aclaró el contenido y que los responsables de los secuestros de los seis jóvenes, eran integrantes de una banda del crimen organizado que se desplazó de Zacoalco de Torres a la zona de Lagos de Moreno.