OAXACA, Oax. (apro).- El gobernador Gabino Cué nombró a Víctor Amado Alonso Altamirano como nuevo comisionado de la Policía Estatal, en sustitución del capitán de Fragata de Infantería de la Marina, Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, quien permaneció en el cargo menos de 10 meses. Con este cambio, comenzó el reajuste en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) que se declaró en paro durante 14 días para exigir la renuncia de los altos mandos. Se prevé que el siguiente cambio sea el del secretario de Seguridad Pública, Alberto Esteva. De acuerdo con el gobierno estatal, Alonso Altamirano “ha acreditado plenamente su integridad, por lo cual goza de toda probidad y confianza en el ejercicio de la Administración Estatal”. En un comunicado, la administración informó que el nuevo funcionario es maestro en Derecho, con 21 años en el servicio público. Se ha desempeñado como subprocurador Regional de Justicia en el Istmo, Mixteca, Cuenca y Costa. Ha fungido como subprocurador Especializado en Justicia para Adolescentes y General de la Zona Norte. También ha encabezado las direcciones de Combate a la Delincuencia Organizada, de Averiguaciones Previas y Consignaciones en la Procuraduría General de Justicia de Oaxaca. El gobernador Gabino Cué dijo que lo invitó a desempeñar su labor “con honorabilidad y manteniendo una gran coordinación” con la Procuraduría, las Fuerzas de Seguridad Federales, el Ejército y la Marina Armada de México. “Debemos tener presente que la misión fundamental de todo gobierno es proteger a la población, generar certeza jurídica y promover –día a día– un clima de confianza y concordia social, que permita reafirmar a Oaxaca entre los estados más seguros del país y con ello estimular las corrientes turísticas a la entidad y mayores inversiones generadoras de empleo. Oaxaca lo vale y nuestra sociedad nos lo exige”, afirmó. En su carta de renuncia, el capitán de Fragata de Infantería de Marina, Cuauhtémoc Zúñiga, agradeció la oportunidad “de servir al pueblo de Oaxaca”. Los cambios en el gabinete de Gabino Cué se originaron por el paro que hicieron los policías del 14 al 29 de septiembre. Los uniformados se atrincheraron en el cuartel general para denunciar una serie de atropellos laborales y exigir la renuncia de sus altos mandos. En esa ocasión aclararon: “Somos fieles al gobierno, somos leales al gobernador Gabino Cué, pero él tiene que voltear sus ojos y mirar hacia abajo, mirarnos a nosotros que somos los que llevamos la seguridad publica en el estado y vamos a la sierra caminando entre la lluvia con chalecos rotos, armas descompuestas, uniformes descoloridos y botas rotas”. Los inconformes levantaron el paro luego del acuerdo para incrementar de 25 a 35 pesos diarios a la prestación del apoyo de alimentación al personal operativo desplegado en el interior del estado. También se pactó el pago inmediato de haberes y viáticos con rezago por 2.5 millones de pesos, la entrega de uniformes tácticos a personal operativo de la Policía Estatal en un plazo de 40 días, así como entregas quincenales de uniformes hasta cubrir la totalidad. El acuerdo incluyó la entrega, por única ocasión, de un apoyo económico de mil 500 pesos al personal de la SSP y la creación de un sistema pensionario para el personal de esa institución.