Cuauhtémoc Blanco al tomar posesión: voy a defender a Morelos como defendí al TRI

lunes, 1 de octubre de 2018 · 13:48
CUERNAVACA, Mor., (apro).- En 20 minutos, Cuauhtémoc Blanco Bravo asumió la gubernatura de Morelos. Después de haber asistido a misa en Catedral, presidida por el obispo Ramón Castro y Castro, el exfutbolista se presentó en la Plaza de Armas de Cuernavaca, donde se realizó la sesión solemne del Congreso local: “No les fallaré”, insistió. A las 10:56 horas, la banda de guerra de la 24 Zona Militar tocó la diana para dar inicio formal a la sesión solemne. En el estrado, Cuauhtémoc Blanco Bravo, de traje negro y corbata roja, concentra las miradas. Ahí lo acompaña la mesa directiva del Congreso que encabeza el exalcalde de Jojutla, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, diputado de Encuentro Social, el mismo partido del exseleccionado mexicano. También, hay un lugar vacío, el que debió ocupar Graco Ramírez Garrido, quien la víspera, anunció en un video que no acudiría por “el lenguaje grosero y el clima de confrontación”. Aunque también días antes, los morelenses lo calificaron como “el peor gobernador” de la historia reciente de la entidad, por encima de las administraciones de Jorge Carrillo Olea y Sergio Estrada Cajigal Ramírez. Completa el cuadro, la próxima secretaria de Gobernación, la exministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y actual senadora por Morena, Olga Sánchez Cordero, quien asiste como representante del gobierno electo de Andrés Manuel López Obrador.
A las 11:03 horas, Cuauhtémoc Blanco rinde la protesta de ley: “Y si no lo cumplo, que la Nación y el Estado me lo demanden”, dice con la mano derecha extendida y una sonrisa en los labios. Desde el público, su esposa y su madre aplauden felices. También lo hace el presidente nacional del Partido Encuentro Social, a punto de la liquidación, Hugo Erick Flores.
No llegó Graco, pero sí el segundo peor gobernador evaluado del país, Manuel Velasco Coello, de Chiapas. A las 11:07 horas, Blanco Bravo habla: “Voy a defender a Morelos como defendí la camiseta de la selección mexicana”.
Repite varias veces: “no le fallaré a los morelenses”. Inicia su alocución de cinco minutos exactos con un “reitero mi lealtad al licenciado Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, y mi compromiso de luchar todos los días por mejorar las condiciones de los morelenses y los mexicanos”.
Luego brevemente agradece la confianza de los morelenses. “Le doy las gracias a los morelenses por votar por mí, por abrirme sus casas. En la gente veo la fuerza para seguir adelante. Veo también su enojo”. Enseguida vienen las denuncias y los reclamos a la silla ausente, al tabasqueño que prometió esperanza y sólo trajo penurias en general a los morelenses.
“Hay familias que aún viven en las calles, derivado del sismo. Hay personas que están desaparecidos, padres que perdieron a sus hijos, que fueron cobardemente asesinados. Eso va a cambiar. Hay mucho trabajo que hacer, cuentas claras y justicia que hay que hacer valer. Como sociedad nunca debimos acostumbrarnos a la violencia. No será sencillo, pero sí necesario, les aseguro que valdrá la pena. Es momento de tomar el rumbo correcto”, aseguró.
Luego reconoce a las mujeres. “Mi reconocimiento a las mujeres del estado. Vamos a luchar por erradicar la violencia del estado. Mi compromiso es trabajar por la paz, la tranquilidad y la justicia. Soy una persona que honra su palabra, porque he luchado todos los días para salir adelante. Mi trabajo está dirigido al crecimiento de Morelos. Nos dejan una administración saqueada, un estado abandonado”.
“Morelos es un estado de gente buena. Morelos es un paraíso digno de representar a México, y convertirse en anfitrión del mundo. Le regresaremos a Morelos el orgullo. De forma personal les puedo decir que me enorgullece el camino que he recorrido, los logros que he tenido. No les voy a fallar. Voy a defender a Morelos como defendí la camiseta de la selección nacional”, dice emocionado.
Enseguida habla de sus prioridades, o más bien, las enuncia: “El crecimiento y la seguridad de Morelos serán mi única prioridad. No les voy a fallar. De nuevo les agradezco sinceramente a quienes nos acompañan, espero que no se me haya pasado ninguno, porque luego se enojan. Les agradezco que me acompañen, porque es un gran reto. A los morelenses, no les fallare, soy una persona correcta y una persona humilde. Muchas gracias”. Son las 11:12 horas. Sólo falta la Marcha Morelense. El morbo recorre las butacas de la plancha convertida en auditorio: “Se la sabrá”, dicen en torno a Blanco Bravo y el himno estatal escrito por Manuel León Díaz en 1930. “Unidos como hermanos, los hijos de Morelos…”, al menos mueve los labios. A las 11:15 horas la ceremonia concluye. Cuauhtémoc se abre paso entre los invitados que lo felicitan y la gente que ha asistido al evento. Desde muy temprano fue cerrado el primer cuadro de la ciudad. En las calles además de periodistas, líderes comunitarios y políticos en general, hay militares y policías, además de civiles armados. La “seguridad” armada ha sido una de las marcas del inicio del gobierno. Hace unas 11 horas, las redes sociales ardían como si fuera Año Nuevo: los cibernautas celebraban como el “inicio de una nueva etapa”, la terminación del sexenio de Graco Ramírez. “A la chingada”, fue la expresión más repetida con dedicatoria al tabasqueño.

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