COLIMA, Col. (apro).- Inaugurada en 2009, a finales del gobierno de Silverio Cavazos Ceballos, como parte de un complejo en el que se invirtieron más de 80 millones de pesos, la “Rotonda de los Hombres y Mujeres Colimenses Ilustres” no ha sido utilizada hasta ahora para su propósito original de honrar a las personas beneméritas, pero a lo largo de este tiempo ha fungido como pista de baile y de patinaje, así como escenario de protestas.

La historiadora Julia Preciado Zamora ejemplifica que en 2011 un grupo de manifestantes colocó cartulinas contra el maltrato animal, en las que se leía: “Tortugas para siempre”, “Circo sin animales”, “Perros en las azoteas, no” y “No a las corridas de toros”, en tanto que a partir de 2020 en los pilares revestidos de mármol de Carrara han sido colocadas lonas con fotografías de personas desaparecidas y en agosto de 2021 la Red Desaparecidos en Colima A.C. renombró a la rotonda como “Plaza de las y los desaparecidos”.

Durante la conferencia “Una rotonda sin residentes: ¿Dónde quedaron los héroes colimenses?”, ofrecida en el Auditorio Museo Palacio de Colima como parte del Seminario Colima en el Tiempo: Hacia los 500 Años, la académica hizo notar que a pesar de los “altísimos costos” de la rotonda, ésta no posee ninguna escultura importante ni se ha hecho ningún esfuerzo posterior por colocar los nombres de personajes ilustres, mientras que “han sido los personajes del pueblo quienes se han apropiado de este lugar de marras”.

Preciado Zamora, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Occidente, advirtió que en el caso de esa obra se aprecia claramente la discrepancia entre planeación y resultados.

Aunque oficialmente la rotonda fue planeada por personas del gobierno de Colima para conmemorar a los “héroes” locales, comentó, con su construcción proporcionaron un espacio para la expresión de demandas de grupos sociales.

“El gobierno estatal y sus representantes no anticiparon que quienes han mantenido su presencia en la rotonda no concuerdan con su definición de ‘ilustres’, aunque para las familias de los desaparecidos lo sean. En una palabra, los desaparecidos (o sus imágenes, por efímeras que éstas sean) son quienes han morado en los pilares de la rotonda por un periodo significativo”.

De acuerdo con la historiadora, la construcción de la rotonda tuvo como precedente la promulgación en 2007 de la Ley para Honrar a las Personas Ilustres del Estado de Colima, que fue una copia de dos leyes antiguas del estado de Jalisco, para la que nunca se elaboró un reglamento.

La ausencia de un reglamento para la ley de las personas ilustres en Colima —expuso Julia Preciado— ha confundido invariablemente a legisladores, gobernadores y secretarios de Cultura, por señalar a quienes obliga conocer las leyes”.

Mientras que la ley establece que será el Congreso del Estado el encargado de estudiar y aprobar quiénes tendrían el honor de reposar en la rotonda de colimenses ilustres, al entregar la obra el entonces gobernador, Silverio Cavazos, declaró que se conformaría “un equipo de trabajo que analizará las obras que han realizado los candidatos y en base a ello hacer selección de los colimenses privilegiados que estarán en el lugar”.

La rotonda de Colima, que en realidad es un hemiciclo, se conforma de 29 columnas que se revistieron con dos tipos de mármol: blanco de Carrara importado de Italia, con espesor de dos centímetros, y mármol crema marfil importado de España, además de granito negro San Gabriel importado de Brasil.

El proyecto incluyó palmas Kerpis de dos metros de alto; Tabachines con troncos de 20 centímetros de diámetro y cuatro metros de altura e Ixora enana de 25 centímetros de altura. La Ixora es una planta que florece todo el año, puede ser rosa, roja, blanca, naranja y amarilla.

Julia Preciado dijo haber solicitado la opinión del arquitecto Guillermo Dávalos, de Guadalajara, sobre el diseño arquitectónico de la rotonda, a lo que éste respondió:

“Es una obra falta de proporción, de intención arquitectónica, [y] al parecer ubicada de manera errada en un lugar donde no tendría vigilancia ni presencia ciudadana que recordara precisamente a las personas ilustres de Colima”.

Y añadió: “arquitectónicamente parece un capricho gubernamental. Fea, desproporcionada, desescalada, triste, solitaria. No inspira a nada más allá de lástima por una idea tan mal realizada para la ciudadanía”.

Al final de la conferencia se generó una discusión entre el público asistente sobre el destino que debería tener la obra de la Rotonda de los Hombres y las Mujeres Colimenses Ilustres y hubo diversas propuestas, desde su rescate para el fin original hasta convertirla en un espacio para honrar a las personas destacadas en el deporte, pero surgieron también opiniones en el sentido de que se respete la apropiación que ya hizo del lugar la ciudadanía para mostrar la problemática de la desaparición de personas en la entidad.

Al respecto, durante la transmisión de la conferencia, la presidenta de la Red Desaparecidos en Colima A.C., María del Carmen Sepúlveda Gómez, escribió el siguiente mensaje:

Creo que (la rotonda) ya tiene un muy buen uso, pues se visibiliza lo que hoy por hoy pasa en nuestro estado y, por otra parte, nuestros desaparecidos son ya parte de la historia”.