MÉXICO, D.F. (apro).- Casi cinco años después de la muerte de Bertha Sánchez Montes por una negligencia médica, su hijo Leonel sigue buscando justicia. El 10 de mayo de 2010, Leonel llevó a su madre al Hospital General del ISSSTE en San Luis Potosí, por una hemorragia en el labio inferior. Llegaron a las 6:30 de la mañana a urgencias y hasta las nueve recibieron a la mujer, pero fue atendida tres días después. De acuerdo con Leonel, por órdenes del doctor Jesús Matus y sin que pidieran su consentimiento, a Bertha Sánchez Montes le suministraron cuatro unidades de plasma congelado de manera consecutiva, lo que le provocó un infarto y la muerte. Antes le había informado al galeno que la mujer tomaba anticoagulantes desde octubre de 2009, por una trombosis pulmonar, pero hizo caso omiso y ordenó el plasma porque supuestamente estaba “sobre anticoagulada”. “Regresé a la clínica y, al platicar con mi madre, me dijo espantada que le habían sacado sangre para unos análisis y se coaguló en los recipientes. De inmediato me dirigí al módulo médico para pedir una explicación. Me atendió un doctor de apellido Salazar, quien me pidió que no me alarmara, que los estudios eran correctos”. Más tarde, relató a Apro, su madre comenzó a tener problemas respiratorios y le informaron que “podía fallecer en cualquier momento”, por lo que dio su autorización para que la entubaran. “Alguien se acercó y me dijo que quería hablar conmigo el jefe de medicina interna porque mi madre estaba muy grave. Le aseguré que ella empezó a agravar desde que el doctor Matus ordenó que le aplicaran las cuatro unidades de plasma congelado de manera consecutiva y que además obró sin mi autorización, ni la de mi madre, y nunca me dio el parte médico, ni el tratamiento, ni me explicó los riesgos”. Después de la muerte de su madre, el 13 de mayo de 2010 –año en que la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) recibió mil 652 quejas por negligencia médica en el sector salud en general, según información estadística de la Secretaría de Salud (Ssa)–, le prometieron que se investigaría a los doctores y enfermeras involucrados, pero al paso de los años ninguna de sus quejas ha procedido, ni en trabajo social del ISSSTE, ni en el Ministerio Público, y lo único que pide es justicia y que reparen el daño por la muerte de su madre.