Lesiones cobran factura a los clavadistas Iván García y Germán Sánchez

lunes, 8 de agosto de 2016 · 19:54
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Antes de su participación en los Juegos Olímpicos de Brasil 2016, el entrenador Iván Bautista pronosticaba que la dupla Iván García-Germán Sánchez se ubicaría en el tercero o cuarto lugar en la prueba plataforma sincronizados, la misma en la que en Londres 2012 obtuvieron medalla de plata. Sin embargo, sus pronósticos fallaron. Los clavadistas mexicanos finalizaron en la quinta posición, lejos de las medallas. Los dos últimos años, Germán Sánchez ha acusado una lesión en el hombro derecho, mientras que Iván García se sometió a una cirugía de limpieza de rodilla que le robó tiempo valioso en su preparación. Además, en su lista de clavados no estuvo incluido el clavado de grado de dificultad 4.1 (cuatro vueltas y media adentro en posición C) que los llevó al podio hace cuatro años. “Esta vez apostaremos más a la calidad que al grado de dificultad. Hace cuatro años fue la clave. Fue muy comentado que cómo nos atrevimos a ejecutar cuatro y media vueltas, pero ese clavado nos dio la medalla olímpica. Lo tiraron y pasaron del lugar siete al dos y ya no perdieron la posición. Tengo atletas con gran trayectoria, de gran nivel, que son conocidos y son grandes adversarios, pero los resultados en competencias me indica que no debemos ponerlo en la lista porque peligra la medalla”, aseguraba el entrenador Iván Bautista. Durante 2015, Sánchez y García ejecutaron su clavado de mayor grado de dificultad en cinco fechas de la Serie Mundial de la Federación Internacional de Natación (FINA): en Dubai donde su máxima calificación fue  6.0, Beijing con un 5.0 como mejor nota, Kazán 6.5, Londres 7.5 y Windsor, Canadá, 6.5. En la fecha realizada en Mérida, Yucatán (mayo) no lo tiraron ni tampoco en el Campeonato Mundial de Kazán (julio-agosto). Ante las lesiones, el tiempo no alcanzó para lograr estabilizar el clavado y alcanzar calificaciones de 8 para subir la puntuación. “Lo podemos seguir trabajando y se puede lograr su ejecución, pero en el futuro porque ese clavado requiere de un brinco específico, de cierto dominio del temor y mucha confianza en sí mismos porque los atletas van creciendo y, aunque no lo creas, van teniendo miedo”. Añade el entrenador: “En Londres 2012 se presentaron como la pareja atrevida con alto grado de dificultad siendo novatos. Eran favoritos para ganar medalla por el grado de dificultad y nos atrevimos porque no teníamos nada que perder. Ahora, por su trayectoria y por el nivel que enseñaron durante el ciclo olímpico, te diría que son más favoritos que hace cuatro años. “Ellos están conscientes de eso y para mí son unos guerreros que sí tienen la filosofía de trascender y ganar, que están luchando con esas adversidades de salud, pero que sueñan con ganar otra medalla. Se sienten comprometidos porque saben que tiene que luchar por su país y que mucha gente los sigue. Que les cuelguen la medalla para ellos es motivación, no presión trabajan todos los días para presentar su mejor versión”. Pero Iván Bautista reconoció que la pareja no llegaría al cien por ciento para la competencia del este lunes 8 de agosto. Germán Sánchez realiza movimientos más cortos que Iván García. En el despegue de cada clavado están parejos, pero en el resto de la ejecución, cuando se busca el “efecto espejo” no han logrado una sincronización total. La sincronización se trabaja tanto en el gimnasio seco como en la fosa, más en el primero que en el segundo. Fuera del agua se arma el clavado y ya desde la plataforma, en cada ejecución, se realizan los ajustes. “El movimiento no está muy parejo porque la lesión le provoca cierta inseguridad a Germán. Una lesión como la que él ha acusado le impide realizar movimientos amplios. La amplitud da calidad en la técnica y economía de fuerza, ayuda a tener una ejecución más limpia. Eso le está costando trabajo a Germán, pero no vamos a dejar de luchar porque salga bien; dejar de luchar es rendirse y ellos no se van a rendir”. Germán Sánchez es hiperflexible de nacimiento. Sufrió una lesión en el hombro derecho que le afectó la articulación, así entrenó y compitió hasta que en la Serie Mundial de Mérida en 2015 durante la prueba individual se dislocó el hombro. El clavadista se sometió a terapia física y a un entrenamiento especial para fortalecerlo. Cuando llegó el selectivo nacional rumbo a los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, Iván Bautista decidió que el muchacho no competiría. Aunque físicamente había mejorado, lo notaba inseguro y no quiso arriesgarse a que la lesión empeorara y quedara fuera del Mundial de Kazán, Rusia, donde se repartieron las plazas olímpicas. “Ahí decidí que tenía que descansar y fortalecer el hombro.  En Kazán se consiguió la plata y la calificación. Desde entonces ha estado estable, está en fortalecimiento permanente. No puede estar sin fortalecer porque si no, no tendría estabilidad. Para los plataformistas los clavados son más peligrosos por la altura y la velocidad que agarran el impacto con el agua es muy fuerte”. -¿Estuvo en peligro de no asistir a Rio 2016? -Sí, muy cerca. Él quería estar en los Panamericanos de Toronto. Sé que teníamos que cooperar con las medallas y tuve que hablar con Alfredo Castillo (director de Conade)  y con Kiril Todorov (presidente de la Federación Mexicana de Natación) y decirles claramente que si Germán iba a Panamericanos podría no llegar al Mundial y, por lo tanto, no se conseguiría el pase olímpico. Por su parte, después de  conseguir sus dos plazas olímpicas, Iván García se sometió a una cirugía de limpieza de rodilla que lo dejó fuera de la fosa durante mes y medio. En su caso, la realización de los clavados en los que brinca sobre la plataforma para impulsarse le ha generado molestias. “Iván se está cuidando mucho las rodillas. A él le ha afectado en la explosividad del brinco. La plataforma exige mucha explosividad pues es como un piso en el que tienen que brincar y el impacto es muy fuerte. Ellos tienen tres clavados de gran impacto y con el paso de los años les ha afectado”. A consecuencia de la lesión, Germán Sánchez determinó consultar al psicólogo Javier Ibáñez, quien ahora atiende a los dos clavadistas. Rumbo a Londres 2012 no contaron con este tipo de ayuda. Las terapias también le han ayudado a Iván Bautista a controlarlos porque no es lo mismo entrenar a unos medallistas olímpicos que a atletas cuyos resultados son de menor nivel. “El fenómeno del estrellismo, o como se dice, de divos, juega en contra porque si no lo controlas no trabajas y si no entrenas no mejoras. Hemos trabajado para no dejarlos ir por la fantasía, el ego; por la lana y la dama, los coches. Si le preguntas al entrenador de otras figuras olímpicas, te dirán algo parecido: que ya se le subió, que no está trabajando. “También hemos pasado por esas etapas, pero yo también tengo mi profesión en juego, mi nivel como entrenador y tengo que proceder. Les dije a los dos: en el momento que ya no crean en mí ya no les voy a ayudar porque no van a hacer lo que te diga. No todo es color de rosa”. Los rivales ante quienes Iván García y Germán Sánchez pelearon una medalla olímpica son China (Alsen Chen y Yue Lin), Alemania (Sascha Klein y Patrick Hausding), Estados Unidos (David Boudia y Steele Johnson), Rusia (Victor Minibaev y Roman Izmailov), Ucrania (Oleksandr Gorshkovozov  y Maksym Dolgov) y Gran Bretaña (Tom Daley y Daniel Goodfellow).  

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