Yo no dopé a Carolina Valencia: Bredni Roque

domingo, 30 de junio de 2019 · 09:52
La pesista Carolina Valencia tiene cuatro años de suspensión por reincidir por dopaje, y asegura ser la única responsable de tomar sustancias prohibidas. Sin embargo, su esposo y atleta, Bredni Roque, fue sancionado porque se le ubica como entrenador de Carolina. En entrevista con Proceso, el pesista asegura que es víctima de una persecución por parte de la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas, a cargo de Rosalío Alvarado. Este semanario también buscó al federativo, quien expone sus razones para sentenciar que la pareja no irá a los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Después de que el Comité Nacional Antidopaje (CNA) suspendió por cuatro años a Carolina Valencia, la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas (FMLP) decidió sancionar con dos años de suspensión a su esposo y también atleta, Bredni Roque. De acuerdo con la federación deportiva, el pesista mexicano de origen cubano es el responsable del doping porque también fungía como entrenador de su esposa. La pesadilla para Roque comenzó el 3 de diciembre de 2018, cuando a Valencia le tomaron el control antidopaje durante el Torneo Nacional del Pavo 2018, que anualmente se realiza en San Luis Potosí. El 22 de enero último fue abierta la muestra B de Carolina y el 12 de febrero le notificaron que arrojó un “resultado analítico adverso a la presencia de Furosemida”, sustancia que está en la sección de “diuréticos y agentes enmascarantes” de la Lista de Prohibiciones 2018 de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés). De acuerdo con el oficio CNA/PD/DS/010/2018 firmado por la secretaria ejecutiva del CNA, Paulina de la Loza, el castigo está vigente desde el 8 de enero de 2019 y concluye el 8 de enero de 2023. Aunque la falta de la pesista ameritaba ocho años de suspensión por ser reincidente, el castigo se redujo en cuatro porque reconoció su error. La primera vez fue sancionada por dos años (del 21 de noviembre de 2013 al 22 de noviembre de 2015) de parte de la Federación Internacional de Halterofilia, que le encontró las sustancias estanozolol y boldenona en un control antidopaje durante el Mundial de la especialidad en 2013, donde obtuvo la medalla de bronce, que ya no tiene validez. La acusación de la FMLP (cuyo titular es Rosalío Alvarado) contra Roque se basa en que Carolina asentó ante la federación internacional que su marido también es su entrenador, así aparece en el documento conocido como Formato de Control de Dopaje que ella firmó el 3 de diciembre último. Sin embargo, asegura que su castigo es injusto porque la FMLP nunca lo reconoció como entrenador certificado y desmiente que él le haya dado la sustancia a su esposa. El Comité Nacional Antidopaje sólo sancionó a Carolina Valencia porque ella confesó que tomó la sustancia por su propia voluntad. El artículo 2 del Código Mundial Antidopaje establece que la presencia de una sustancia prohibida en la muestra de un atleta es responsabilidad del propio deportista y que éste debe conocer las sustancias y métodos no permitidos en la Lista de Prohibiciones. La confesión El 8 de enero de 2019 el CNA notificó a la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas y a la interesada la solicitud de documentación y pruebas que tenga en su favor y en descargo del resultado analítico adverso. Al día siguiente, Valencia acudió a una audiencia y esto confesó ante el CNA: “Tomé el medicamento. Sé que es mi negligencia y no lo sabía. Por eso me realicé la cirugía (de nariz) y sé que ya es reincidencia mía porque en 2013 ya tuve algo”. En su dictamen, el Panel Disciplinario del CNA consideró que existió intencionalidad en el uso de la sustancia, ya que no la declaró en el Formato de Control de Dopaje “y que por confesión de usted no existe receta que avale la prescripción de la sustancia ni una autorización de uso terapéutico”. El panel determinó que a Carolina se le anulan los resultados obtenidos en la competencia (segundo lugar en el Torneo del Pavo 2018). En caso de contar con apoyo gubernamental de alguna índole, éste se le retirará de acuerdo a lo dispuesto en la Ley General de Cultura Física y Deporte. La resolución del castigo contra la atleta fue firmada por la secretaria ejecutiva del CNA, Paulina de la Loza Mora; la gerente del Panel Disciplinario, Wendolyne Márquez Rosado, y por el miembro honorífico y asesor externo del referido panel, Alfonso Geoffrey Recoder. El comité antidopaje no consideró sanción alguna contra Bredni Roque porque no lo halló culpable de la falta de su esposa. “Me quiero defender” El argumento de la presidencia de la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas para castigar a Roque también descansa en los estatutos de la organización y aprovecha que la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte (CAAD) carece de integrantes desde abril último –el gobierno federal aún no los designa–, situación que anula cualquier oportunidad para recurrir la sanción ante este tribunal de justicia deportiva. El Código Mundial Antidopaje establece en su artículo 2.9 que el entrenador es cómplice de las sustancias prohibidas de su atleta por “asistir, alentar, ayudar, incitar, colaborar, conspirar, encubrir o cualquier otro tipo de acción intencional en relación con una infracción de las normas antidopaje”. Representante de México en los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde obtuvo el quinto lugar en la categoría de 69 kilos, Bredni Roque dice en entrevista con Proceso: “Me quiero defender. Esto es una injusticia. Tengo mis controles y siempre he llevado una carrera limpia y disciplinada. Me quieren involucrar en el dopaje de mi esposa”. Asegura que padece un bloqueo sistemático de parte de la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas desde que en los Olímpicos de Río participó con un uniforme no oficial y lleno de parches; explicó que no le entregaron la indumentaria adecuada. “La federación ha hecho lo imposible para no dejarme participar ni siquiera internacionalmente; no me da ninguna explicación”, denuncia el pesista. El 23 de mayo último Bredni viajó a San Luis Potosí con sus propios recursos –pagó los 600 pesos de inscripción que exigió la federación deportiva– para competir en el Campeonato Nacional de Levantamiento de Pesas de Primera Fuerza. Al día siguiente, en vísperas del pesaje, el presidente de la FMLP, Rosalío Alvarado, se presentó en el área de competencia acompañado por un notario público para impedirle participar. Le informaron que por unanimidad el Consejo Directivo de la FMLP decidió sancionarlo con dos años de suspensión por el doping de su esposa. El pesista explica que la federación los dejó sin apoyo y que por ello entrenan solos. En algunas ocasiones le piden de favor a algún entrenador para que los asista, y en los formatos de registro el matrimonio acordó que ella lo pusiera a él como entrenador y viceversa. “De ahí es donde la federación se quiere agarrar para castigarme por algo que no hice. Ellos mismos saben (en la FMLP) que he ido a las competencias a tratar de ayudar a Carolina. El presidente (Alvarado) me ha sacado de los torneos cuando estoy cambiándole los discos a la barra de mi esposa y me ha dicho: ‘Usted no es entrenador certificado, usted no puede estar aquí’. “En dado caso de que él me quiera tratar como entrenador ni siquiera tiene los argumentos para sancionarme como tal. Se me hace injusto todo esto porque ya es un problema personal en mi contra.” El pesista asegura que tiene el nivel para participar en competencias y pone de ejemplo algunas marcas que ha podido obtener: “En 2018 gané el Campeonato Nacional de Primera Fuerza y el Torneo del Pavo. Di una marca que me ubicaba en el segundo lugar en el ranking mundial y aun así no me han llevado a los torneos de 2019; no voy a ninguna competencia clasificatoria para los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020”. Roque agrega que le ha escrito al presidente López Obrador, a la directora general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Ana Gabriela Guevara, y al Instituto del Deporte de Quintana Roo, entidad donde radica. “Nadie me quiere apoyar, Guevara no me recibe y ni atletas, entrenadores e integrantes del Comité Técnico de la federación me dirigen la palabra por miedo a represalias. Prácticamente estoy solo.” “Sin posibilidades” Este semanario entrevistó a Rosalío Alvarado, el miércoles 19. Dice que Bredni Roque fue sancionado por ser el entrenador de Carolina Valencia. “Cuando ella sale dopada y él es el entrenador, lo tenemos que llamar a cuentas. Le abrimos una Comisión de Honor y Justicia para que se defendiera, se le notificó y llegó tarde a la audiencia. Es como si usted tiene una cita en un juzgado… Si no llega a la hora lo toman como no presentado. Que no nos quiera cargar una responsabilidad que es de él.” Alvarado menciona que el ciclo olímpico de Bredni Roque se cerró desde abril de 2018, cuando abandonó la concentración de un proceso selectivo previo a una competencia panamericana. “El proceso selectivo es muy estricto. En la convocatoria se asienta que cuando se le llama al atleta a una concentración tiene que estar ahí. A él se le convocó y se le dijo que tenía que llegar porque habrá pruebas antidopaje. El proceso selectivo es muy claro: quien abandone la concentración queda totalmente fuera porque todos están concentrados trabajando. El único que se salió fue él. Con esa acción quedó fuera de todo el proceso olímpico.” –¿Bredni ya no tiene ninguna posibilidad? –Ninguna posibilidad. –¿Por qué se le impidió la participación en el Campeonato Nacional de Primera Fuerza? –Porque en ese momento le estábamos comunicando la sanción que acordó el Consejo Directivo de la federación. –¿Esto es una venganza? –¡No señor! Se le dio la oportunidad de participar, pero siempre quiso poner condiciones que no estaban estipuladas y no pertenecen al proceso. Todos los que han estado ahí han cumplido con el proceso, menos él. El primer disciplinado tiene que ser él. –¿Tiene la conciencia tranquila? –Tan tranquila que se le notificó que había una Comisión de Honor y Justicia para él, que se presentara porque era su derecho para aclarar toda la situación. Personalmente le llevé la notificación a Chetumal. –¿Cree que Bredni Roque dopó a su esposa? –¡Claro que sí! Él es el entrenador. Aparte, es la pareja, es el matrimonio. Siempre dijo que era el entrenador de ella. Ahí sí nadie lo salva. El presidente de la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas cuenta que cuando los oficiales del control antidopaje del CNA le anunciaron al matrimonio que les tomarían una muestra al término del Torneo Nacional del Pavo, “Carolina se fue huyendo del hotel María Dolores en San Luis Potosí. La oficial de la competencia salió a la calle detrás de ella, la alcanzó cruzando la carretera y le dijo que tenía que presentarse al control antidopaje porque de lo contrario se le iba a declarar el dopaje”. Este reportaje se publicó el 23 de junio de 2019 en la edición 2225 de la revista Proceso

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