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Preocupante injerencia de los sindicatos estadunidenses

Entre los empresarios y líderes de los trabajadores del país hay preocupación por la constante “injerencia” de organismos sindicales estadunidenses en el proceso de legitimación de contratos colectivos.
jueves, 11 de agosto de 2022 · 06:47

CIUDAD DE MÉXICO(Proceso).– Entre los empresarios y líderes de los trabajadores del país hay preocupación por la constante “injerencia” de organismos sindicales estadunidenses en el proceso de legitimación de contratos colectivos, en el contexto del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

En entrevista con Proceso, Ricardo Martínez Rojas, litigante, socio fundador del despacho De la Vega & Martínez Rojas y vicepresidente en Seguridad Social de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) señala: “Hemos investigado y hemos tenido conocimiento de que en el caso de General Motors hubo una clara intromisión de sindicatos americanos. No es correcto, y el mismo T-MEC no establece que agentes de sindicatos americanos u ONG vayan y hablen con los trabajadores, los perturben, se metan a decir por cuáles sindicatos voten o dejen de votar”.

Ya el líder de la Concamin, José Abugaber Andonie, había puesto la advertencia. En su participación en la inauguración de las oficinas de la OIT en México, el empresario advirtió: “Preocupa la intervención activa de algunos organismos sindicales de Estados Unidos; por fortuna la Secretaría de Trabajo y Previsión Social y la Secretaría de Economía han dado un seguimiento puntual a esas quejas”.

No es el único organismo empresarial que ha tocado el tema de una “injerencia”.

“Hay sindicatos de trabajadores que nos han manifestado su preocupación de que haya intromisión de sindicatos de Estados Unidos, especialmente de la industria automotriz, y desde luego las empresas de esos sectores. Es importante mencionar que no podemos meternos en el proceso de legitimación de contratos, simplemente facilitarlo. Pero también hemos dicho a las autoridades que tienen que revisar que efectivamente no existan esas intromisiones”, señala a Proceso el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, José Medina Mora.

El proyecto de la OALI

Estados Unidos ha sido enfático en la implementación de la reforma laboral en México para “erradicar los vicios” cometidos por las grandes centrales obreras en el país en las últimas décadas.

Para ello, la Unión Americana, mediante la Oficina de Asuntos Laborales Internacionales (OALI), del Departamento de Trabajo, lanzó un proyecto para dar asistencia al T-MEC, llamado “Fortalecimiento de la capacidad de los trabajadores para el ejercicio de sus derechos laborales en México”.

Con una inversión de 10 millones de dólares financiaron al Centro Americano para la Solidaridad Laboral Internacional, y como socios implementadores del proyecto se encuentran la Federación de Sindicatos Independientes de la Industria Automotriz, Autopartes, Aeroespacial y Neumática, Los Mineros y la Red de Solidaridad con Trabajadores en Riesgo.

El proyecto, que tiene como plazo de diciembre de 2020 a junio de 2025, “ofrecerá a los trabajadores y a sus organizaciones asistencia técnica experta, desarrollo continuo de habilidades y servicios legales y de asesoría pro bono”, señaló la OALI.

Además, agrega, el proyecto creará espacios para el análisis, el intercambio, la reflexión y el desarrollo de recomendaciones para mejorar la implementación de la reforma legal laboral.

Esa oficina advierte que existen obstáculos “significativos” que impiden una marcha exitosa de la reforma laboral en México.

Abunda: “Hay alternativas limitadas a los sindicatos de protección, mínima conciencia pública de los nuevos derechos y responsabilidades de los actores laborales bajo la reforma, y existe un desequilibrio extremo de poder entre los sindicatos de protección dominantes y el movimiento obrero democrático advenedizo más débil”.

Eso no es todo, señala que el movimiento laboral independiente de México carece en gran medida del alcance y la influencia para crear una narrativa contraria a los derechos de los trabajadores, por lo que los trabajadores que no están involucrados o no están al lado de campañas de organización activa desconocen en gran medida los cambios.

Para Tereso Medina, secretario general adjunto de la CTM, se trata de “intromisión” de Estados Unidos.

“Sabemos del interés de Estados Unidos en este tema de legitimación de contratos colectivos, pero también ha mostrado injerencia en la vida sindical de México y como nunca en la historia ha apoyado proyectos que van dirigidos a la sensibilización, entre comillas, para poder orientar a los trabajadores sobre el conocimiento de la reforma laboral y su implementación”, señala en entrevista con este semanario.

“Un ejemplo muy claro es el tema de General Motors, en Silao. Jerry Dias dio una rueda de prensa, ofreció a los trabajadores el pago de 16 dólares la hora a cada trabajador en la industria automotriz… Los trabajadores le creyeron y también en ese proyecto, y lo que pasó ahora es que no hubo ese pago ni hubo tampoco tal cumplimiento de las promesas”, reprochó el también diputado priista.

En aquella rueda de prensa, Dias, líder de Unifor National, el más grande sindicato canadiense, aclaró que “desde las negociaciones del T-MEC estuvimos presentes para asegurarnos de que la CTM dejara de explotar a los trabajadores, como lo ha estado haciendo... Para terminar con las antiguas formas no democráticas de los viejos sindicatos en este país es mejor hacerlo desde el ámbito internacional”, proyectó.

La posición de la STPS

Para la STPS no existe tal injerencia, ya que los sindicatos mexicanos guardan relaciones con centrales sindicales de carácter internacional que “sólo realizan labores de difusión y orientación” a los trabajadores mexicanos.

“No podemos hasta el momento detectar que haya una intromisión. La intromisión sería que ellos estuvieran incidiendo en los procedimientos de consulta, en las votaciones, que estuvieran ahí tratando de coaccionar a los trabajadores o induciendo a que voten por una otra opción”, acota a este semanario Alfredo Domínguez Marrufo, director general del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) de la STPS.

En entrevista telefónica abunda: “Entendemos que ha habido un activismo, porque muchos de los trabajadores de estos sindicatos independientes se respaldan a veces con la orientación y asesoría que ofrecen estas organizaciones sindicales e internacionales y que están normalmente haciendo una labor de difusión, están haciendo esta labor de orientación a trabajadores”.

El funcionario concluye que “en el momento en que nosotros podamos advertir esta situación, pues tomaremos cartas en el asunto. Pero, por el momento, entendemos que con economías tan ligadas como las de México y Estados Unidos, es natural que existan estos activistas y que sean de sindicatos independientes”.

Sin embargo, para Martínez Rojas la autoridad ya debe hacer un llamado de atención: “Los sindicatos americanos jurídicamente no pueden actuar en territorio mexicano, no tienen esa capacidad jurídica y pues nos parece incorrecto que se hagan operaciones, aunque sea de forma velada. Ellos se meten y hasta hacen publicaciones en redes sociales de por quién votar o de ir en contra de las centrales sindicales mexicanas”, explica.

Y remata: “Yo creo que eso sí sería labor del CFCRL y de la Secretaría del Trabajo, evitar que los sindicatos extranjeros americanos estén interviniendo en México. Sí tiene que haber una petición fuerte por parte de México”. 

Reportaje publicado el 7 de agosto en la edición 2388 de la revista Proceso cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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