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A Beatriz Gutiérrez Müller “le encantó”: “Malinche”, musical que resalta el amor y evade la tragedia

Nacho Cano, exintegrante de Mecano, invirtió 10 años en concebir su musical Malinche, cuyo estreno está programado para el jueves 15. La obra destaca la “historia de amor” entre Malintzin y Cortés, pero evade los hechos trágicos de la conquista.
viernes, 16 de septiembre de 2022 · 09:08

Nacho Cano, exintegrante de Mecano, invirtió 10 años en concebir su musical Malinche, cuyo estreno está programado para el jueves 15. La obra destaca la “historia de amor” entre Malintzin y Cortés, pero evade los hechos trágicos de la conquista. Cano afirma que fue asesorado por expertos mexicanos sobre el tema y que el proyecto “le encantó” a la esposa de López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller. Eso llamó la atención en España, pues la consideran “responsable intelectual” de la carta que AMLO envió a Felipe VI, en la que le solicitó pedir perdón por los agravios cometidos por los conquistadores, lo cual tensó las relaciones bilaterales.

MADRID (Proceso).- Nacho Cano, exmiembro del grupo Mecano, presenta el musical Malinche, su muy personal visión sobre la conquista. Se trata de una recreación dramática que resalta el nacimiento del mestizaje en América a través de un romance, obviando las atrocidades de aquel pasaje histórico.

“Es una historia de amor”, entre la indígena Malintzin y el militar Hernán Cortés, explicó el músico y director de la obra en una rueda de prensa el miércoles 7, ocho días antes del estreno en esta ciudad.

Y cuando le preguntaron sobre las reacciones que esperaba a su puesta en escena y si la obra ofrecía un equilibrio entre la historia de amor y los hechos más duros de la conquista, respondió: “Nosotros vamos a la parte bonita del ser humano; vamos a sacar lo mejor, la labor de los artistas es hacer belleza de lo peor; no analizamos quién es bueno o malo. Para nosotros todos son buenos y la historia ha juzgado malamente a unos y a otros”.

Pidió ayuda a especialistas en México, dijo; incluso expuso su proyecto a la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien “le encantó” el proyecto; incluso la invitó a comer y se lo enseñó. “Le gustó bastante”, comentó el compositor, quien en un documental en Netflix desvela los pormenores de los 10 años que le llevó concebir la obra, escribirla, componer la música y montarla.

Llamó la atención esta referencia a la sintonía que, en palabras de Nacho Cano, Gutiérrez Müller tiene con su obra, porque en España a la esposa del mandatario mexicano se le considera “responsable intelectual” de la carta que López Obrador envió al rey Felipe VI, en la que pedía que el monarca pidiera perdón por los excesos y los agravios cometidos por los conquistadores contra los pueblos originarios de lo que después constituyó México.

Durante la visita del presidente español Pedro Sánchez a México en enero de 2019, Gutiérrez Müller trasladó la intención del envío de esa carta a la ministra de Justicia española Dolores Delgado (Proceso 2213). Desde entonces esa petición provocó una creciente tensión en las relaciones diplomáticas bilaterales entre el gobierno de López Obrador y el de Pedro Sánchez.

La afirmación de Nacho Cano sobre el gusto de Gutiérrez Müller por su obra magna coincide al menos temporalmente con que el diferendo ha ido desapareciendo en la narrativa de López Obrador, tras la llegada a España del nuevo embajador mexicano, Quirino Ordaz. Las tensiones bilaterales parecen haber amainado en tanto se ha ido encapsulando la polémica y los choques por el trato de favor que los gobiernos mexicanos anteriores, en especial el de Felipe Calderón, otorgaron a la compañía eléctrica española Iberdrola.

Incluso, desde la embajada de México en España se señala ahora que apoyan toda aquella iniciativa que busque resaltar a México, en alusión al musical de Nacho Cano. Y la fundación Casa de México, como iniciativa público-privada, anunció diversas actividades en la semana cultural de Malinche “en colaboración con el musical de Cano”, según reza su página de internet.

Los cuestionamientos

Primero en Casa de México, el 29 de agosto, y luego en la rueda de prensa del miércoles 7 de septiembre en el recinto ferial, donde se estrenará la obra este jueves 15, el popular músico admitió que “no es un proyecto fácil por el tema del que se trata, porque genera mucha opinión”.

Pero en esos foros y en sus entrevistas resalta que “Malinche es la madre del mestizaje y la mujer más importante de la historia de América”.

En Casa de México Cano fue cuestionado sobre cómo afronta el siempre sensible tema de la brutalidad infligida durante la conquista. Y él respondió que “en la historia de la humanidad hay conflicto”, pero “dentro de eso unos se han mezclado y otros no, en este caso nos hemos mezclado. Somos dos pueblos expertos en celebrar y por eso vamos a tener un musical en el cual unimos fuerzas, sólo mirando las caras de eso que van a ver (en el espectáculo), eso no hubiera sido posible sin ese mestizaje maravilloso que ocurrió”.

Y reivindicó la figura de la Malinche. Ella, dijo, “no era azteca, provenía de uno de los pueblos sojuzgados por los aztecas. Por eso no puede ser considerada una traidora”.

Recordó que los aztecas eran apenas 2% de la población total de la época, sin embargo, ejercían un poder absoluto. Y ella, al tener conocimientos del náhuatl, “evitó muchas muertes, porque ella mediaba” durante la conquista.

Consideró que no se puede juzgar con ojos de hoy lo que ocurrió con la llegada de los españoles, porque “en esa época se conquistaban unos a otros, porque esa era la norma de la época, lo que ahora hacemos con el futbol”, dijo con sorna.

Para esta producción, que busca crear franquicias en otros países, participan dos de los talleres de más prestigio, Molla y Estudio Arte Herrador, encargados de la compleja escenografía en la que resaltan dos caras laterales de una pirámide y la proa de un galeón, con cascadas, zona selvática y el apoyo de proyecciones visuales, bajo la dirección y supervisión de Hansel Cereza, uno de los mayores expertos a nivel mundial en vuelos acrobáticos y artes escénicas.

Cereza es cofundador de la mítica compañía catalana La Fura Dels Baus, y ha liderado shows en Las Vegas, así como los últimos Juegos Panamericanos.

El vestuario fue confeccionado por José Ventura y su equipo, que ha desarrollado su carrera en España, México y Nueva York, y ha colaborado con Guy Lalibertè, fundador del Circo del Sol. La cantante y actriz mexicana Andrea Bayardo será la protagonista, luego de probar otras tres artistas.

Para su obra, Nacho Cano buscó asesoría con especialistas mexicanos como el antropólogo Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el historiador Antonio Saborit, director del Museo Nacional de Antropología, y la arqueóloga Patricia Ledesma, directora del Museo del Templo Mayor.

“Este proyecto no se podría hacer si no hubiera participado México. hicimos un acuerdo con el INAH. Me supervisaron sobre los acontecimientos de lo que había pasado”, asegura.

El productor, defensor de Vox

Sin venir a cuento, primero en la Casa de México y luego en el recinto de la obra, Nacho Cano hizo un reconocimiento a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, porque, aunque él asegura no tener “ninguna significación política”, le quería “agradecer” que durante la pandemia mantuvo abiertos los teatros y eso permitió que los inversionistas pudieran seguir pagando los sueldos de los 150 trabajadores que tiene en nómina.

“Lo quiero volver a reiterar porque es una verdad, aunque a algunos les moleste”, dijo entre aplausos de los asistentes.

En el recinto ferial, el miércoles 7, fue más allá al asegurar que ese gesto fue “un acto muy valiente que no ocurrió ni en Estados Unidos ni en Australia”, “mi apoyo fue un acto de agradecimiento personal”.

No fue un reconocimiento tan inocente, porque tanto Nacho Cano como el productor ejecutivo y principal inversionista de la obra, el empresario David Hatchwell, hacen continuas alusiones elogiosas de la política del Partido Popular.

El concejal del partido Más Madrid, Miguel Montejo, hizo una pormenorizada denuncia en septiembre de 2021, sobre cómo, desde el verano de 2019, Díaz Ayuso hizo gestiones para facilitar que Nacho Cano pudiera montar por cuatro años su obra en terrenos municipales en el distrito madrileño de Hortaleza, sin concurso y con total falta de transparencia.

La sintonía de amistad e ideológica de Díaz Ayuso con el músico y el productor Hatchwell se ha ido documentando: en diciembre de 2020, Cano fue el encargado de dar un concierto en la Puerta del Sol, en el centro de Madrid, justo antes de las campanadas del 24 de diciembre de 2020, sin público por la pandemia, pero que se transmitió por televisión.

En mayo de 2021, Nacho Cano recibió la cruz de la comunidad de Madrid, el máximo reconocimiento que hace la comunidad madrileña, donde él alabó a Ayuso por ser “tan buena presidenta”.

El burdo apoyo de Díaz Ayuso a la obra de Nacho Cano provocó que el proyecto en Hortaleza se viniera abajo y tuvieran que mudarse al recinto de la feria de Madrid, donde el musical Malinche se estrenará esta semana.

Díaz Ayuso, a quien El Periódico de Cataluña bautizó en un titular como La Trump española –por ser “la portaestandarte más radical del PP” y por su “labor premeditada de desgaste” contra el gobierno de coalición de Pedro Sánchez–, fue una de las voces que reaccionaron con dureza contra López Obrador, con motivo de la polémica carta del perdón.

Durante su viaje a Nueva York, en septiembre de 2021, la presidenta madrileña advirtió que “crece alarmantemente” el movimiento que busca “dinamitar el legado de España en América”, y lo caracterizó diciendo que “el indigenismo es el nuevo comunismo”.

Consideró que López Obrador alimenta esa leyenda negra, porque aspira a “deshacer el legado de España y promover ese indigenismo por el que pretende que los ciudadanos, a través de las revoluciones y la desinformación, se unan a un proyecto que sólo trae más miseria y pobreza”.

A su vez, el productor ejecutivo y principal inversionista del musical Malinche, David Hatchwell, es muy activo en hacer públicas sus posiciones políticas. Este empresario español de origen israelí lidera Excem Group, una empresa con diversas divisiones que van desde la gestión de activos inmobiliarios, cemento, telecomunicaciones, consultoría, la industria de defensa y seguridad y las nuevas tecnologías.

Su perfil más público lo ha ejercido porque fue presidente de la Comunidad Judía de Madrid, actualmente preside la fundación Hispano-Judía y es cofundador del activo lobby proisraelí ACOM (Acción y Comunicación sobre Oriente Medio), mediante el cual emite continuos posicionamientos por actos o declaraciones que considera antisemitas, pero también sin reparo ensalza a Díaz Ayuso, como cuando ésta anunció que ampliaría el estudio relacionado con el pueblo judío entre los alumnos madrileños de secundaria a partir del curso 2020-21.

ACOM aplaudió esa decisión y consideró que el discurso de Díaz Ayuso era “enorme, comprometido y esperanzador”, y luego al felicitarla por su cumpleaños colgaba una imagen de la política donde la representa como Agustina de Aragón, la defensora de Aragón durante la guerra de independencia española.

Con su firma y fotografía, Hatchwell publicó el 28 de abril de 2019 un artículo titulado Un judío rechaza los infundios contra Vox, en el que defendía al partido que encabeza Santiago Abascal por las críticas que, por separado, publicaron el periodista y político israelí Henrique Cymerman y el intelectual Alejandro Baer, por identificar a esa formación española como un partido de ultraderecha y que mantiene nexos con neonazis, extremo que ha sido ampliamente documentado por académicos y por la prensa española.

Sin tapujos, señala: “Tengo el gusto de conocer personalmente a Santiago Abascal, Iván Espinosa de los Monteros y a Rocío Monasterio de Vox, y quiero decir alto y claro como judío español que Vox no es una formación antisemita”, y califica el ideario y declaraciones públicas de esos dirigentes como “democráticas y respetuosas con la libertad religiosa amparada por nuestra Constitución. Vox admira la lucha del estado judío por su seguridad”, “apuestan por el futuro en España sobre la base de nuestra civilización judeo-cristiana en el que la santidad de la vida humana y la defensa de la libertad es central”.

El magnate aclara que la “preocupación” entre los judíos españoles por los fenómenos de extremismo y antisemitismo, no vienen de Vox, “sino de Podemos y sus grupos afines. Podemos es un movimiento chavista y obsesivo contra Israel, y su cercanía al régimen terrorista iraní, negacionista de la Shoa, (Holocausto) lo han convertido en una amenaza existencial para la vida judía en España”.

Hatchwell fue uno de los empresarios que acompañó en 2013 al ya fallecido Sheldon G. Adelson, el polémico magnate de los casinos en Las Vegas y de Macao, en el frustrado intento por construir Eurovegas en Madrid o Barcelona, un megaproyecto del juego, el mayor de Europa, con 12 resorts, casinos y hasta 18 mil máquinas de apuestas. Para dar luz verde a su inversión, Adelson exigía la revocación de leyes europeas antilavado o la ley antitabaco, entre muchas otras condiciones.

Hatchwell aparece con Adelson en las fotografías de su visita a Madrid, y el periódico económico Cinco Días lo identificaba como “el empresario de Sheldon Adelson en Madrid” o El Confidencial como “el cerebro español de Eurovegas”. El primero de los diarios resaltaba (el 8 de mayo 2012) la amistad entre las familias ­Hatchwell y Adelson, si bien ningún medio aportó información que documentara que el primero fuera un inversionista en los planes del magnate de los casinos.

Lo que sí hizo el miércoles 7 fue ponerse al micrófono para presentar a Nacho Cano en la rueda de prensa para hablar del musical, y aprovechó para enumerar a las empresas que están patrocinando la obra del exmecano, entre ellas aparece Aeroméxico, que preside Andrés Conesa, y entre cuyos inversionistas se encuentran Antonio Cosío, Eduardo Tricio, Jorge Esteve y Valentín Díez Morodo.   l

Este texto es un reportaje publicado en el número 2393 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 11 de septiembre de 2022, cuya versión digital la puedes adquirir en este enlace.

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