BUZON DE APÓCRIFOS: Monstruos

lunes, 14 de enero de 2002 · 01:00
México, D F (apro)- Estimados lectores: les escribo porque estoy desolado Resulta que la película humorística Monsters Inc , me hizo llorar y no precisamente de risa Me explicaré: en días pasados llevé a mis sobrinos, los Candor, a una función matutina de dicho filme El público, en su mayoría infantil, se divirtió como enano loco con las peripecias de los simpáticos personajes de la cinta; al finalizar la misma, no faltaron infantes que aplaudieran entusiasmados y felices Todo ello me horrorizó Me horrorizó, sí, porque, en el fondo, esa película escalofriantemente confirmaba una frase (desgraciadamente en este momento no sé dónde y cuando la leí, como tampoco recordar el nombre de quien la escribió, para darle el crédito que se merece), que dice (cito de memoria): "La risa es, sí, el arma más destructiva de todo, ya que todo puede disolverlo? sí, hasta el asesinato, el crimen" Bien Pregúntense: en especial, ¿para quién fue pensada y producida la película Monsters Inc ? ¡Para los niños! ¿Dónde se realizó?, en EU, con lo que tenemos un producto made in USA, de seguro consumo en el extenso mercado mundial de la diversión, principalmente infantil, primero en el cine y después en la TV Bien Estos hechos puede que no tengan la menor importancia, lo concedo Pero, ¡ay!, infortunadamente para sobresalto y angustia de mi conciencia, la cadena asociativa de las ideas se puso en marcha, haciéndome recordar la vieja afirmación de los jesuitas de que si se encargaban de la educación del niño (y la diversión es parte importante de la educación, ¿o no?), podían responder de las opiniones del hombre, y mis ojos estaban viendo que el filme Monsters Inc manipulaba a conciencia, por medio del humor, de la risa, no pocos de los principios rectores de la visión empresarial de la historia, de la que USA, ¡qué casualidad!, es el indiscutible y denodado paladín número uno Qué consecuencias (ustedes las calificarán, estimados lectores), para millones y millones de niños, sobre todo de los países pobres, donde la educación es tan deficiente y los mismos no pocas veces pasan más tiempo, y el más divertido y feliz, ante las pantallas de la TV y el cine que en las aulas En la mencionada película, la necesidad de obtener energía, entiéndase abstracción de materias primas, gas, petróleo o mercados donde colocar los productos industriales de la propia planta productora, que tantas veces llevó ¡y lleva!, a los países dominantes a cometer tantas atrocidades, es el resorte de la misma Y esta obtención de energía, en esencia de despojo, es llevada a cabo en la mentada cinta por medio de una reñida competencia entre unos humorísticos y simpáticos monstruos, que al principio la consiguen por el terror que producen y terminan descubriendo que la risa puede ser también materia de energía ¿Absurdo? De ningún modo El hábil manejo del humor, de la risa, es utilizado y sirve para trivializar, para disolver, en comedia, la injusticia y la tragedia que el despojo representa siempre Digo que trivializa tan trágico hecho, porque la película jamás en su desarrollo ni en su final ataca, vamos, ni siquiera expone al ridículo al sistema que lo permite y hasta fomenta Sobre ese hecho guarda silencio, y ya se sabe que el que calla, otorga Termina no dejando a las posibles víctimas más opción que las de ser despojadas por el miedo o la risa, es decir, por las buenas o por las malas, y con el castigo de algunos sujetos que se extralimitaron en el ejercicio de su derecho a la competencia, con lo cual, astuta y sesgadamente, se afirma que el sistema es perfecto, que los que fallan son los individuos Total, la misma filosofía del ¡ayúdate!, tan en boga en este momento, que encierra un pensamiento tan bobo como el del cuchillo que corta, hiere y hasta degüella, no tiene mango ni quién lo maneje Bien sé, estimados lectores, que este mi hilar tan fino sobre una película infantil será testimonio suficiente para considerarme un caso perdido, pero en este tiempo de descarrilamiento de la utopía, la vía muerta del paradigma de "la tercera vía" y la locomotora loca del consumismo, tiempo en el que se están haciendo realidad las terribles visiones de los ingleses Aldous Huxley y George Orwel, y el ruso Evgueni Zamiatin, considero que no tiene derecho a juzgarme el que no conozca las obras de dichos autores: "UN MUNDO FELIZ", "1984" y "NOSOTROS", ya que mi voz no se debe a calculados ocultamientos ni a silencios cómplices, sino que más bien es el eco de los lúcidos y desesperados gritos de advertencia de tan conocidos y brillantes literatos Si las han leído, adelante con sus críticas a estas mis reflexiones Sin más y con todo el afecto de su servidor y amigo CANDIDO BUENAFE

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