MÉXICO, DF (apro).- A pesar de la indignación internacional que sublevó las pésimas condiciones laborales en las obras de infraestructura que multiplica Qatar desde hace cuatro años con miras al Mundial 2022, poco o nada ha mejorado para los trabajadores migrantes que laboran en la monarquía petrolera, asevera un informe de Amnistía Internacional (AI). Según el reporte “No Tiempo Extra”, el relator especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos de los Migrantes emitió 51 recomendaciones en abril pasado con el fin de que el Emirato garantice los derechos de los trabajadores, gran parte originarios de Filipinas. La organización AI estableció una lista de nueve áreas clave que el gobierno debe atender en emergencia. Sin embargo, dijo que los monarcas no han efectuado ningún cambio en cinco de ellas y sí “progresos limitados o parciales” en las otras cuatro. Además de las difíciles condiciones de trabajo que sufren los migrantes –en un clima árido y bajo temperaturas extremas–, AI señaló que el gobierno no ha erradicado la práctica de muchos empleadores de confiscar los pasaportes de los empleados. Si bien la monarquía pasó una reforma en su ley para otorgar permisos de salida del país –limitados a 72 horas–, dejó a los empleadores el derecho de apelar la decisión. Al traspasar los tres días, el permiso de salida caduca. Asimismo, un migrante traído por un empleador desde su país de origen, a veces con ofertas engañosas y falsas promesas, se encuentra “ligado” a la empresa que la contrató y no puede cambiar de empleo sin la autorización previa de ésta. En sus reformas, el gobierno limitó el vínculo a cinco años. Ligados de esta manera a sus empleadores, los migrantes sufren abusos laborales, desde trabajo forzado hasta quedarse sin sus pagos, afirma el reporte de AI. Hasta ahora, el gobierno se ha negado a ir más allá que prometer mejoras en un futuro. Si bien el gobierno tradujo los formularios para denunciar abusos laborales en varios idiomas, en septiembre pasado negó de manera categórica el derecho a los trabajadores de juntarse en sindicatos. Turbia FIFA La designación de la sede del Mundial 2022 a Qatar, que realizó la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) en 2010, puso sobre la organización fuertes sospechas de un nuevo caso de corrupción: El pequeño emirato de escasa población, no particularmente aficionado al fútbol pero rico en recursos petroleros, se encuentra bajo temperaturas extremas que pueden rebasar los 50 grados en verano. Según el periódico británico The Daily Telegraph, Michel Platini, presidente de la UEFA –la instancia futbolística europea–, desayunó en secreto con un emir qatarí apenas unos días antes de la atribución del Mundial. El mismo emir, Mohamed Ben Hammam, quien tuvo acceso varias veces al palacio presidencial francés, también está bajo sospechas de haber entregado sumas millonarias a altos miembros de la FIFA. El pasado 5 de septiembre, el presidente de la comisión de ética de la FIFA, Michael García, entregó a la organización un informe de 350 páginas en el que investigó las atribuciones dudosas de los mundiales 2018 y 2022 a Rusia y Qatar, respectivamente. El reporte todavía no ha sido publicado. El voto de la atribución de las competiciones se llevó a cabo el 2 de diciembre de 2010. Hasta la fecha, cinco de los 22 miembros del comité ejecutivo de la FIFA que votaron a favor de Qatar han sido suspendidos por escándalos o sospechas de corrupción. Durante su investigación, Michael García atestiguó la “falta de cooperación” en la FIFA. El pasado 17 de octubre, la comisión de ética de la Federación aseveró que la publicación del reporte pondría a la multinacional del futbol en “una situación jurídica muy delicada”. El magistrado de la comisión, Hans-Joachim Eckert, ya anunció que la FIFA no publicaría el reporte en su totalidad, sino en “una forma apropiada”.