'Durante años él fue mi monstruo”, acusa Salma Hayek a Harvey Weinstein

miércoles, 13 de diciembre de 2017 · 19:14
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La actriz mexicana Salma Hayek reveló que también fue víctima del acoso sexual del productor hollywoodense Harvey Weinstein, quien llegó a presionarla para que tuviera sexo oral con él o se dieran una ducha juntos, e incluso la amenazó de muerte. Hayek, de 51 años, había guardado silencio hasta ahora sobre las acciones y propuestas que Weinstein le hizo y que se remontan hasta hace más de 15 años. Sin embargo, cuando explotó el escándalo contra el productor, la mexicana prefirió mantener su historia lejos de la luz pública, aunque terminó por arrepentirse y afrontar su “cobardía” para finalmente compartir, en una columna de opinión para el New York Times, el trauma que creía haber dejado atrás. “Estaba tratando de ahorrarme el desafío de explicar muchas cosas a mis seres queridos, pues cuando mencioné de forma informal que había sido acosada por Harvey, como muchas otras, había excluido un par de detalles”, contó la actriz. “Durante años él fue mi monstruo”, acusa Hayek en su escrito, en el que reconoce que tuvo que “lavarse el cerebro” a sí misma para pensar que había superado lo que Weisntein le hizo pasar. [caption id="attachment_514944" align="aligncenter" width="1200"]Salma Hayek, actriz. Foto: Miguel Dimayuga Salma Hayek, actriz. Foto: Miguel Dimayuga[/caption] También detalla que, durante sus inicios en Hollywood, cuando ella trataba de dejar el mundo de las telenovelas y pasar a ser una estrella del cine en Estados Unidos, Weinstein era el productor que representaba un nuevo estilo en la industria, que se atrevía a correr riesgos y llevar contenidos originales a la gran pantalla. Incluso, ella luchó para poder trabajar con él y para que él fuera quien produjera su proyecto soñado, Frida, la película que finalmente le serviría para obtener una nominación al Oscar como mejor actriz. Tras ponerse de acuerdo con Weinstein, lo que ella creía que sería un proyecto de ensueño, se convirtió en una pesadilla. “Sabiendo lo que sé ahora, me pregunto si no fue mi amistad con (Robert Rodríguez y Elizabeth Avellan) y Quentin Tarantino y George Clooney lo que me salvó de ser violada”, detalla la intérprete. De acuerdo con su testimonio, Weinstein le pidió que se diera una ducha con él y que le dejara mirarla mientras ella se duchaba, que le permitiera darle un masaje y también que un amigo suyo desnudo fuera quien le diera el masaje. Ella dijo que no, aunque las demandas del productor, según Hayek, no acabaron ahí. “(Le dije) no a dejarle que me hiciera sexo oral”, manifestó la actriz, que también se negó a desnudarse con otra mujer para él. “No, no, no, no, no…”. Cada vez que ella lo rechazaba, él se ponía furioso, cuenta Hayek: “Creo que no había nada que él odiara más que la palabra ‘no’”. Luego explica que, a raíz de las negativas, Weinstein le hizo la vida imposible y estuvo a punto de echar al traste el proyecto de Frida. El productor trató de disuadirla de diversas formas, pero al ver que no conseguía sus objetivos, llegó a decirle “palabras terroríficas”. “Te mataré, no pienses que no puedo”, recuerda Hayek, quien dijo que en una ocasión el productor la sacó de la gala de apertura del Festival de Venecia para que fuera a una fiesta privada con él y con otras mujeres que resultaron ser “prostitutas de alto nivel”. Weinstein, relató la actriz, le contó entonces que había decidido dar el proyecto de Frida, incluido su papel protagonista, a otra actriz. Ella tuvo que contratar abogados para impedirlo y demandó al productor, pero no por acoso sexual, pero sí por “mala fe”. Llegaron a un acuerdo, aunque la actriz tuvo que aceptar unas condiciones que consideró “imposibles” de cumplir. En vez de rendirse, Hayek siguió adelante y con la ayuda de sus amistades logró rehacer el guión, recaudar 10 millones de dólares para el proyecto, sumar a un director de primera fila y reclutar cuatro actores de renombre para papeles secundarios. Uno de ellos fue Antonio Banderas, otro Edward Norton (quien reescribió también el guión), y también Geoffrey Rush y Ashley Judd. Esta última fue una de las famosas de Hollywood que también acusó en los últimos meses a Weinstein de acoso sexual. Cuando empezó el rodaje de Frida, Weinstein dejó de acosarla, narra Hayek, aunque siguió poniéndole trabas al proyecto porque no explotaba el sex appeal de la mexicana. Más aún, a Weinstein no le gustaba que la actriz se caracterizara con uniceja y puso como condición para continuar que hubiera una escena sexual de Salma Hayek con otra actriz en la que ella apareciera desnuda. (Con información de Univisión)

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