Madres de desaparecidos asisten a foro y marchan en Zacatecas; 'volteen hacia nosotras”, piden

jueves, 10 de mayo de 2018 · 17:32
ZACATECAS, Zac. (apro).- Madres de personas desaparecidas en esta entidad se reunieron en el Teatro Calderón en un foro sobre la implementación de la Ley de desaparición forzada y desaparición cometida por particulares y marcharon juntas por primera vez por las calles de la capital. En el foro, las madres -y algunos padres- de personas desaparecidas en Zacatecas hicieron, una vez más, uso de su voz en espera de ser escuchados por autoridades que no buscan a sus hijos, no abrieron expedientes, las hicieron recorrer oficinas, no les creyeron o les dijeron que sus hijas “andaban de parranda”, según los testimonios allí vertidos. Durante 10 años -de diciembre del 2007 a marzo del 2017-, se abrieron carpetas de investigación por mil 26 personas desaparecidas, de las cuales se reportaron localizadas a 370. El resto no han sido encontradas, informó en el foro la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, María de la Luz Domínguez Campos. “La desaparición de personas es uno de los problemas más desafiantes en materia de derechos humanos que tiene el Estado mexicano”, dijo Alan García Campos, jefe de la unidad de análisis de la Oficina del Alto Comisionado de ONU-DH, al participar en el foro. En el contexto del Día de las Madres, agregó: “es particularmente difícil; las ausencias pesan a lo largo del año… pero para muchas de estas familias las heridas volverán a supurar; quisimos acompañarles con un mensaje de aliento, de respaldo en su legítima causa”. La desaparición de personas no ha dejado de ser un problema presente en México desde los años 70, en la llamada “Guerra Fría”. Las personas desaparecidas en esa época no han sido localizadas y en el actual contexto, el fenómeno ha recrudecido. “La impunidad prevalece”, señaló García Campos. Desde la Oficina del Alto Comisionado de ONU-DH, agregó, se acompañan particularmente a las víctimas “por la justicia, el esclarecimiento de los hechos, la verdad, la garantía de no repetición”. El directivo recordó que la obligación del Estado, además de investigar y localizar a las personas desaparecidas y de los criminales responsables, es igualmente hacer una entrega decorosa de los restos cuando aquéllas se encuentran sin vida, “porque solamente así podrá ser erradicado el suplicio al que se enfrentan cotidianamente las familias”. En este punto, el representante del organismo internacional dijo que la Ley general de desaparición forzada de personas enfrenta desafíos inmediatos que preocupan, como los tiempos que pueden alargarse para su implementación efectiva, los limitados recursos que se asignan para ello y que no todas las autoridades están incorporando a las familias y organizaciones de la sociedad civil en la vigencia del ordenamiento, “esto es algo que estamos viendo”. “Desde Naciones Unidas estamos muy convencidos de que una implementación efectiva es aquella que se realiza codo a codo con las víctimas y los titulares de derecho”, destacó. “Volteen la mirada hacia nosotras”. Desde los municipios de Río Grande, Fresnillo, Valparaíso y la capital llegaron madres de familia para participar en el foro mencionado y marchar “para que la gente voltee la mirada hacia nosotras, para que nos tiendan la mano” en la búsqueda de sus hijos desaparecidos, según expresaron. De este evento surgió una carta compromiso dirigida al gobernador, Alejandro Tello, para que la Ley general de desaparición forzada de personas se aplique de manera efectiva en Zacatecas. De las participantes, 70 mujeres se agruparon en la fundación “Familias en busca de una esperanza” y marcharon por primera vez en la capital del estado, en adhesión a la Marcha por la dignidad nacional. “Yo vengo de Río Grande… mis hijas llevan cuatro años y ocho meses desaparecidas. Tengo mi denuncia en Zacatecas porque allá ni siquiera me hicieron la denuncia. Me dijeron que eso era mentira, que era un pueblo de gente chismosa, sin quehacer; que mis hijas estaban de parranda. Mi hija se casó muy pequeña, vivía en Estados Unidos, vino de vacaciones a Río Grande con su bebé. Para que el bebé pudiera salir del país necesitaba un acta y allá no me la quisieron hacer”, contó una mujer. Ante el micrófono, ellas tuvieron palabras repetidas, frases reiteradas: “no te hacen caso”, “no te quieren ayudar”, “he dado muchas vueltas y nada”, “nadie nos ha dado la mano”, “ha sido un calvario desde entonces”; “nos hicimos investigadoras porque las autoridades no lo hacen”; “no somos una nota en el periódico”. Francisco Ramos Alanís, Armando Quiñones, Luis Armando Ordaz Guerrero, Blanca Verónica Román, Roberto Esquivel García, son algunos de los nombres que también repiten, por los que piden ayuda. “Va para dos años, en julio de este año. Tenemos denuncias en Valparaíso, en Colotlán -porque allí desapareció-, nos mandan para Zacatecas, de aquí a Colotlán, ( Jalisco). Como quien dice, se echan la bolita. Mi yerno desapareció junto con mi hijo, dejó a su niño pequeñito. quien se despertaba por las noches pegándose en la cabeza, sufriendo la ausencia de su padre. Uno acude a las autoridades, pero no dan respuesta; simplemente: aquí no pasó”, dijo otra de las madres reunidas. “¿Por qué nos hacen esto, por qué a ellos? Quisiera que alguien me diera una respuesta”, dijo una mujer cuyo hijo dejó a su esposa embarazada de un niño al que no conoce. “No es uno más, es mi hijo”. Hubo quien habló breve en medio de las lágrimas. Algunas más describieron cómo han pasado más de 10 años sin saber de sus hijos, como una mujer originaria de la Ciudad de México, pero radicada en Fresnillo, cuyo hijo salió a la tienda un 29 de octubre del 2010 y no regresó. “En ese entonces empezaban los pininos de estas gentes malas”, dijo. Encima de todo, ha tenido que esperar a que se inicie un expediente, una investigación que nadie realizó, hasta llegar con un subprocurador de Justicia a darle el nombre de la persona que se llevó a su hijo, para escuchar en respuesta: “¿No ve cómo está el ambiente? Yo también tengo familia”. Otra madre de familia afirmó: “Desde el 2010 hasta hoy no dormimos, no comemos para continuar la búsqueda. Nosotras nos hicimos investigadoras porque la gente que está a cargo de las dependencias no lo hacen. No somos una nota en el periódico. No se vale seguir viviendo eso. Volteen la mirada hacia nosotras, hacia nuestros hijos, porque las autoridades no nos están ayudando absolutamente en nada”.

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