CIUDAD DE MEXICO (apro).- En un hecho sin precedentes, el segundo y definitivo juego de la final de la Copa Libertadores, entre los equipos argentinos Boca Juniors y River Plate, se jugará en el estadio Santiago Bernabéu, sede del club Real Madrid, el próximo 9 de diciembre. Así lo anunció esta tarde la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol), que también informó que habrá un fondo de compensación para los aficionados que adquirieron su boleto de entrada luego de la doble suspensión del partido previsto, en un principio, para realizarse en el estadio Monumental, la casa del River Plate. “La elección de la administración es que el partido se dispute con ambas aficiones en la ciudad de Madrid, en el Estadio Bernabéu”, aseguró el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez. A decir del directivo, “Madrid reúne todas las posibilidades. Es la décima ciudad más segura del mundo, y tiene la mayor comunidad argentina en Europa”. La final del torneo de futbol de mayor tradición en el continente americano no sólo tendrá un inédito escenario, sino que impedirá la localía del River Plate, después de haberse disputado el juego de ida en La Bombonera, sede de su acérrimo contrincante. Todo esto ocurre en momentos en que el presidente del Boca Juniors, Daniel Angelici, avisara que su club apelará el fallo del Tribunal de Apelaciones de la Conmebol, toda vez que intenta que el organismo le otorgue la victoria sobre el escritorio. Y de esta manera que el equipo se corone monarca de la Copa Libertadores en su edición 2018 sin haber disputado el partido de revancha. Sin embargo, Boca Juniors está obligado a viajar a España para cumplir con la resolución de la Conmebol. De lo contrario, deberá afrontar posibles sanciones del organismo.