Aurora Noreña/Repatriación simbólica

viernes, 8 de mayo de 2020 · 08:44
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En estos tiempos tenemos la oportunidad de conocer, a través de videos realizados por la galería Artspace --ubicada en la calle Campeche-- el trabajo de la artista mexicana Aurora Noreña. Su proyecto, sumamente atractivo, lo viene realizando desde hace tres años, y ya fue presentado desde febrero hasta el 30 de abril, El que nace tepalcate. Los videos, con explicación clara y apasionante de la artista, dan a conocerlo mediante un recorrido por la galería, en un acercamiento a la investigación y proceso creativo.   Noreña llevaba años interesada en la historia de las vasijas prehispánicas, donde había encontrado valores escultóricos que quería recuperar en su trabajo, a través de la técnica utilizada en la silla acapulco, realizada con estructura metálica simple y tejida con material de plástico de diferentes colores. A través de esta propuesta, podía unir dos temporalidades históricas de México. Su idea tomó un acertado y original camino cuando leyó a fines del 2017 la nota periodística "Dan revés patrimonial", sobre un litigio internacional en el que México perdió 691 piezas de su acervo arqueológico, a manos de un conocido traficante de arte de origen costarricense, llamado Leonardo Patterson. Se llegó a pensar que este patrimonio se perdió porque México debería traducir el inventario y no lo hizo. Con el transcurrir de la investigación la artista se dio cuenta de que había detrás un complejo entramado sobre el tráfico de bienes culturales. La primera pieza seleccionada fue una vasija trípode mixteca con patas en forma de serpiente, que le permitió extenderse a trabajos paralelos. El proceso comenzó con la construcción de pequeñas maquetas, que luego pudo proyectar en distintas dimensiones espaciales junto con el herrero. La exposición El que nace tepalcate, a decir de la artista, expresa el carácter de su exposición (frase referida “a que cuando traes una desventaja no lograras mejorar”). Las piezas reinventadas a través de una síntesis formal, buscan ser una repatriación simbólica. Son aproximadamente 15 esculturas de diferentes tamaños, unas colocadas en el suelo y otras colgadas, como se puede apreciar en el video. Las investigaciones formales (espaciales, de color, de patrones de tejidos, etc. que ofrecen las piezas para logran un universo propio) resultan muy atractivas. Cada una de las piezas contiene un vocabulario, y funcionan juntas o separadas, con referencias históricas y sin ellas. Conocer su origen y sus puntos de partida hacen funcionar esta propuesta estupendamente. La exposición cuenta además con fotografías, libros intervenidos, y otros objetos que complementan su investigación. Se ponen a disposición del público asistente a esta muestra virtual, cuatro videos. Aquí el cuarto. Te puede interesar: Museo José Guadalupe Posada desde el confinamiento

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