CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A nombre de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la diputada María Alemán Muñoz Castillo ofreció “bandera blanca” al presidente Andrés Manuel López Obrador, pero le pidió dejar atrás los enconos, la polarización social y dejar de dividir a México. La legisladora queretana reconoció que el “viejo sistema” fracasó porque la corrupción se apoderó del gobierno, marginó a los pobres, dejó desprotegidas a las mujeres, abusó de la clase media y robó el futuro a los jóvenes.

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En dos años, la anhelada transformación se ha convertido en retroceso: PAN La realidad es otra, responde el PRI a AMLO; lo acusa de debilitar el sistema de salud “Tenemos que ser autocríticos: los viejos políticos y la vieja política, tanto de su gobierno como de la oposición, le están fallando a México. Ya basta de espectáculos, México se está muriendo de hambre. Ya basta de polarización. México nos necesita unidos”, arengó. Muñoz Castillo, responsable del discurso priista en el marco del Segundo Informe del Gobierno de López Obrador, demandó al presidente dejar de dividir a la sociedad “entre ricos y pobres, entre izquierda y derecha, entre buenos y malos, entre conservadores y liberales.” Y aseguró que su partido, que quedó en un lejano tercer lugar en los comicios presidenciales de 2018, ya entendió que la sociedad venció al viejo sistema político y por eso “nos estamos reinventando, poniendo en el centro de nuestro proyecto la economía ciudadana como herramienta para hacer de México un país más justo para las mujeres y los jóvenes”. La diputada priista dijo que coinciden con López Obrador en el combate a la corrupción, pero en “donde no coincidimos es en el método.” Porque para combatirla, subrayó, “se requiere de instituciones fuertes con funcionarios públicos capaces. Se necesita de instituciones autónomas que no estén subordinadas a ningún poder, ni al poder de las empresas y menos al poder del presidente”. Por ello, demandó investigaciones serias y de verdad, respecto a todas las acusaciones de corrupción, “empezando por (Emilio) Lozoya y sus cómplices, sí, pero también a (Manuel) Bartlett, a Yeidckol (Polenvsky) y a otros tantos miembros de su equipo y su gobierno.”