BUZON DE APOCRIFOS: Hegemónico

jueves, 15 de agosto de 2002 · 01:00
México, D F (apro)- Hegemónico paladín de la Visión Empresarial de la Historia: reciba usted mi sincero apoyo solidario en estos días amargos en que tantas de sus más poderosas, grandes e importantes empresas, con su rufianesca conducta, lo están despojando de sus arreos ideológicos, encuerándole, exhibiéndole en pelotas a la vergüenza pública No dude de mi solidaridad, ya que la misma se debe a que ésta, su servidora, también padece problemas que, como a usted, angustian y atormentan la existencia Por eso lamento como propios los escándalos en que se ve sumergido por la llamada contabilidad creativa de las compañías Enron, WorldCom, Xero?s, Tyco, Anderson y otras, el que nueve de sus más prestigiados bancos, con el Citigroup y el JP Morgan Chase en cabeza, estén demandados como corresponsables de transacciones fraudulentas efectuadas por las primeras Lo lamento porque todas esas acciones, más propias de salteadores en despoblado que de honorables empresarios, muestran, demuestran y confirman, ¡una vez más!, que la libre persecución del interés propio y la libre competencia, que el padre de la economía, Adam Smith, consideraba indispensables generadores de la mano invisible, insustituible en la dirección más acorde con los intereses de toda la sociedad, no son más que sueños guajiros Lo compadezco, pues me imagino lo embarazoso que debe ser para usted, hegemónico paladín de la Visión Empresarial de la Historia, el tener que seguir defendiendo a capa y espada, cuando no a bote de lanza, la libre persecución del interés propio y la libre competencia, en estos momentos en que los escándalos mencionados siguen estremeciendo a la economía mundial, probando, ¡otra vez!, que el interés propio puede ser el menos social de los intereses y que la mano invisible tiene mucho de mano negra y hasta de garra peluda estranguladora Que le digan si no los miles y miles de personas que han visto su capital disminuido por el desplome del valor de sus acciones en la bolsa y los millares de trabajadores que se han quedado sin empleo por los fraudes y quiebras de las mentadas empresas ¿O no es así? Igualmente me duele y lamento esos hechos truhanescos de sus más importantes y poderosas compañías, supremo defensor de la visión empresarial, porque los mismos son polilla que desdora y carcome uno de sus más genuinos y queridos impulsos: su propensión al gigantismo, a querer ser grande en todo, fomentado por su peregrina idea de que lo grande, por serlo, es bueno de por sí No puede negar que hasta ayer se sentía orgulloso e incluso se vanagloriaba que cerca de 500 de sus empresas, en términos de capital, producción y ventas, sean tan poderosas como muchas naciones y a veces más Hoy, ante las irrefutables pruebas, ¡dadas por algunas de esas mismas empresas!, de que el gigantismo no es de por sí siempre benéfico, de que sus resultado están sujetos al quién sabe, ¿seguirá celebrando, defendiendo y persiguiendo al gigantismo sobre todo el propio? ¡Cuidado! Eso puede llevarlo a que se tenga que incluir en el eje del mal Tiene que reconocer que todo lo anterior para nada contribuye a su prestigio de hegemónico paladín de la Visión Empresarial de la Historia, sino todo lo contrario Eso es lamentable y penoso no sólo para usted, lo es también y principalmente para todo escudero de su hegemonía, como los científicos sociales, líderes de opinión y sobre todo políticos de otros países que por realistas, pragmáticos, reconocen y acatan la misma y que por presumir que saben cómo hacerla, por estar convencidos que no hay de otra y que por lo tanto la única solución es más de lo mismo, están empeñados en que todos admitan su hegemonía, mi supremo defensor de la visión empresarial, en que la reconozcan y consientan que se imponga en pensamiento, palabra y obra ¡Amén! Pero, ¡ay!, tiene que aceptar que flaco servicio presta con lo expuesto a tan fieles, entregados y sufridos escuderos de su hegemonía; que con lo expuesto, más bien los expone a la crítica, la burla y hasta el vituperio, a que los suspicaces, que no faltan, pues de todo hay en la viña del Señor, puedan motejarlos incluso de colaboracionistas, en el sentido peyorativo que da el francés al termino ¡Ah!, qué problema para sus fieles escuderos, mi hegemónico paladín de la Visión Empresarial de la historia Por ello, qué bueno que se estén tomando medidas para afirmar los principios y reglas básicas que hacen funcionar a la buena el capitalismo empresarial; qué bueno que se aplicará todo el peso de la ley para extirpar la corrupción empresarial, pero qué malo que lo esté decretando el gobierno de G W Bush, un hombre sospechoso, un individuo que, según noticia en los medios, tiene cola que le pisen en todo lo que propone Lo siento por ustedes, supremo defensor de la visión empresarial Considero, como le indicaba al principio de la presente, que todas estas contradicciones le hacen semejante a su servidora, sobre todo cuando me representan en la simbólica figura de Ouroboros, que tanto sentidos tiene, pero que siempre da la angustiosa impresión de que terminaré devorándome a mí misma Que los dioses le libren de tal fin, el de devorarse a sí mismo, hegemónico paladín de la visión Empresarial de la Historia Sin más por el momento LA SERPIENTE QUE SE MUERDE LA COLA

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