Jorge Negrete cien años después
MÉXICO, D.F. (apro).- El pasado 30 de noviembre se cumplieron 100 años del natalicio de El Charro Cantor, quien estudió en el Heroico Colegio Militar y se graduó como Teniente de Caballería, desarrollando una habilidad ecuestre que le fue de mucha utilidad en el cine. Estudió canto con José Pierson, maestro de varios célebres cantantes de la época, y se le clasificó equivocadamente como barítono. No hay más que oírlo para reconocer en él la voz de un tenor, como lo demuestra el hecho de que en 1937 viaja a Nueva York y audiciona para el célebre MET (Teatro de la Opera Metropolitana), donde Lawrence Tibbet, barítono y presidente del Consejo del Teatro, lo felicita y le ofrece un puesto de tenor suplente en la compañía. Días después Negrete enferma de hepatitis y por falta de recursos no se atiende adecuadamente, lo que al final lo llevará prematuramente a la muerte.
En junio de 1941, mientras se encontraba en Estados Unidos, recibe una invitación para el estelar de la película ¡Ay Jalisco, no te rajes!. Negrete despreciaba el género ranchero y había jurado no caer tan bajo, pero la precariedad económica lo obligó a aceptar el encargo. Entonces su vida cambiaría para siempre así como la imagen de México en el extranjero. Con esa película se consolidaron en todo el mundo el charro, el mariachi y el tequila como símbolos de mexicanidad. Hace unos días el mariachi fue declarado por la UNESCO Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
En ¡Ay Jalisco, no te rajes! Negrete trabaja por primera vez con Gloria Marín e inician un tórrido romance de más de una década. Actúan también ahí los niños Narciso Busquets y Evita Muñoz Chachita. La popularidad que adquirió en todo el mundo a raíz de esta película fue mucho mayor de lo que él mismo se imaginó alguna vez; se convirtió en el cantante más famoso de América Latina en pocos meses.
En Buenos Aires, por ejemplo, la cinta duró seis meses en cartelera. El costo de la cinta fue de 112 mil pesos, pero ya para 1954 había producido ganancias por más de 5 millones.
Así como se decía que era barítono siendo un tenor, también se afirmó que era enemigo de Pedro Infante; de ninguna manera… No fueron íntimos amigos, pero se trataban con respeto y admiración, de tal suerte que en el hospital, cuando se acercaba el final, Negrete recibió la visita y los obsequios de Infante. También se dijo que el exceso de alcohol le produjo una fatal cirrosis hepática, cuando en realidad no tomaba a causa de su hígado enfermo.
El día de su fallecimiento fue declarado luto nacional y se guardaron cinco minutos de silencio en todos los cines del país. En el aeropuerto se agolparon más de 10 mil personas para recibir su cadáver y se formó una valla humana de cientos de miles, desde donde lo velaron (el teatro de la Asociación Nacional de Actores, que hoy lleva su nombre) hasta el Panteón Jardín.
Y así se cumplieron cabalmente en El Charro Cantor aquellos versos proféticos de la canción de Chucho Monge, de la que fue supremo e inmejorable intérprete:
México lindo y querido,
si muero lejos de ti,
que digan que estoy dormido
y que me traigan aquí.
La popularidad de Jorge Negrete no ha menguado con los años, sus películas y grabaciones siguen vendiéndose en todo el mundo tanto como en su mejor época.