Libros: Transgresión contenida

miércoles, 9 de mayo de 2012 · 20:38
1 MÉXICO, D.F. (Proceso).- El Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2012 se concedió a Jeremías Marquines por Acapulco Golden (Ed. Era-INBA-Instituto Cultural de Aguascalientes; México, 2012, 80 p.). El tema es la visita que Malcolm Lowry hizo al puerto de Acapulco en 1936, los contactos que estableció y el impacto en su sensibilidad. Para abordarlo Marquina recurre a la intoxicada reflexión del inglés, el diario de su visita y otras voces alteradas que hablan de la estancia. Las variadas perspectivas permiten mostrar cómo el dolor, la soledad, la frustración, el desencanto... llevaron a Lowry al exceso, para superar la mediocridad del entorno y acceder a una existencia intensa. El resultado obtenido por Marquina es destacado, al combinar el poema con la narración poética, que permite captar la intensidad psíquica de Lowry y la sordidez del medio. 2 El inglés Thomas de Quincey (1785-1859) es conocido por dos de sus grandes obras: Confesiones de un inglés comedor de opio, y el ensayo El asesinato considerado como una de las bellas artes. Sin embargo, De Quincey redactó muchos artículos y estudios en revistas y periódicos. A los 68 años decidió hacer una recopilación y escribió algunos recuerdos no conocidos para su proyecto de obras completas. Con esa finalidad compuso Bosquejos de infancia y adolescencia (1785-1800) (Ed. Sexto Piso; Madrid, 2012. 332 p.), en donde examina algunos sucesos importantes de la primera etapa de su existencia, desde la niñez hasta la huida a Londres y el comienzo de la adicción al opio. La mayoría son inéditos en español y anteceden a los textos autobiográficos Confesiones y Suspiria de Profundis, en donde trata su vida de vagabundo y disipación. En estos apuntes aparecen en ciernes las ideas sobre la necesidad de trastocar los órdenes y lógicas para acceder a mundos más intensos. 3 José Ovejero (Madrid, 1958) presenta la colección de ensayos Escritores delincuentes (Ed, Alfaguara; Barcelona, 2011. 344 p.), que versan sobre la transgresión y la consideración. Para el ensayista algunos autores son impulsados por su temperamento a los extremos, no sólo en su obra, sino en la vida diaria. La intensidad los lleva a la alteración del orden, que es sancionada por la autoridad, como en el caso de Jean Genet, enemigo de la moral burguesa, que la quebrantó mediante el robo, la prostitución y la pederastia… Otros narradores surgen después de haber delinquido. El encarcelamiento les da el tiempo para cavilar y escribir sobre sus experiencias o recrear otras. Tal fue el caso del costarricense José León Sánchez, analfabeto a quien la literatura le sirvió para denunciar las injusticias ocurridas en las cárceles. Para Ovejero la exaltación es importante porque lleva a superar las limitantes culturales que impiden una vida plena y un arte intenso. Sin embargo, debe respetar la existencia y no someter a los otros o dañarlos, ya que se caería en actos y acciones perversas. En esta compilación se tratan además las desobediencias y cavilaciones de escritores como François Villon, Anne Perry, William Burroughs, Edward Bunker, Alvaro Mutis, y Chester Himes, entre otros.

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