¿Es así?

miércoles, 8 de enero de 2014 · 18:19
MÉXICO, D.F. (apro).- Por más que esa minoría de ustedes, lamentables humanos, la que diseñó, construyó y está en el puente de mando y decisiones de servidora se deshaga en elogios y me atribuyan virtudes y excelsas cualidades, hay muchos más de ustedes en los cuatro rincones del planeta que discuten y hasta se manifiestan multitudinariamente por los resultados de servidor… resultados de los que no es responsable… pues de los humanos depende y, por lo tanto, lo que he sido, soy o seré, es consecuencia de las humanas necesidades, deseos y pretensiones, así como igualmente de sus ambiciones, apatías y también de sus ignorancias y miedos, padres de sus conformismos, subordinaciones e incluso sumisiones, sentimientos todos que hacen que servidora se sienta como Titanic, en peligro de irse a pique. En esta inquietud de naufragio entran en no poca medida los elogios y presuntas virtudes y excelencias atribuidas a servidora por sus creadores y vertebradores y a que, así como en el Titanic no hubo suficientes botes salvavidas para todos los pasajeros, esas presuntas virtudes y excelencias tan elogiadas por mis creadores y entusiastas seguidores, a la fecha no alcanzan a tantos y tantos de los de su especie; muestra de ello son las críticas y reclamos de individuos aislados o de grupo y las manifestaciones masivas que se han dado y siguen dándose en tantos y diversos lugares del planeta en contra de servidora… que para nada es responsable de esos hechos, repito, pues servidora únicamente puede ser lo que ustedes, los humanos, quieran que será, ya que ultimadamente siempre ha sido, es o será un hecho de sus voluntades… de sus muchas veces contradictorias voluntades. Culpables de este posible naufragio, considera servida que son, como algunos de ustedes han señalado, los humanos más humanos según el dicho de Aristóteles, de que los hombres son animales políticos, o sea, los que se dedican a la política, al arte de gobernar a los pueblos y emitir las leyes necesarias para mantener la seguridad y la tranquilidad públicas, conservando el orden y las buenas costumbres. Aclaración: culpables son, según mi leal saber y entender, no los políticos honestos, ¿los hay?, sino los politicastros, los que hacen politiquería, esto es, política de baja estofa, en la que se emplean intrigas, rumores y hasta calumnias así como maniobras llevadas a cabo en lo oscurito e incluso cínicamente al descubierto para alcanzar objetivos de prebendas y privilegios personales o de grupos a los que se pertenece o bien son afines a los que se quiere o es necesario favorecer por compromisos previamente contraídos o establecidos. Estimado lector de la presente, si es ciudadano de un país en el que pueda averiguar que ninguno de sus políticos es corrupto, que sale igual o menos rico de los puestos públicos que haya ocupado, si así es felicítese, pues vive en el mejor de los países posibles. Lo cierto de lo que descubrió Edmund Burke, político, orador y escritor inglés, que “de la misma manera que la riqueza es poder, todo poder atrae infaliblemente hacia sí la riqueza por uno u otro medio”, explica, muestra y demuestra que los capitalistas, sean industriales, financieros, terratenientes o de los medios de comunicación, en especial de los electrónicos, tienen también su parte no pequeña en el posible naufragio de servidora cuando forman los llamados grupos de presión para cabildear con mañosa actividad, con intrigas llegado el caso, y así captarse la voluntad de políticos para conseguir favores y privilegios para determinados individuos, instituciones o empresas. Finalmente les comunico que también los que entre ustedes, por ignorancia, apatía o miedo, se desentienden de la política, hacen mal, pues con ello no sólo contribuyen al posible naufragio de servidora, sino que al renunciar interesarse por la política, a ejercer su legítimo derecho a hacerlo, no por ello la política va a dejar de ocuparse de los mismos por unos u otros medios, y corren el peligro, lo sepan o no y les guste o les disguste, de disminuir su humanidad y quedarse en la pura animalidad (perdón, pero en este momento no recuerdo quién lo dijo), lo que propiciará y facilitará que no falten políticos que los traten como a menores de edad, incapaces de pensar, de saber qué es lo que más les conviene; lo que, insisto, incitará a políticos y otros grupos de poder que tienen en sus manos las decisiones que a todos afectan, a que los traten no como a ciudadanos, sino como a súbditos de los denominados Déspotas Ilustrados, que tenían como lema “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”… lema con el que estaban convencidos de que hacían un gran favor a sus súbditos y así, sin sentimiento de culpa alguno, impusieron lo que era más del gusto… o más conveniente para el déspota y su camarilla (o sea, el conjunto de personas que influyen en asuntos de gobierno)… aunque con ello fregasen más a sus súbditos. Así es, según servidora, por ese camino veo que van los hechos; ustedes, estimados lectores de la presente, ¿cómo los ven? Con el deseo de que les sea próspero el año que se inicia.   LA GLOBALIDAD (En la que se mueven y los mueve)

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