MÉXICO, D.F. (apro).- La Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) e integrantes de la Comisión de Cultura del Senado de la República pidieron al Estado mexicano hacer ajustes a la Ley de Fomento para la Cultura y el Libro, con el objetivo de que la lectura se convierta en una prioridad que ayude a restaurar el tejido social. En el auditorio del Instituto Goethe, en esta ciudad, el presidente de la Caniem, José Ignacio Echeverría, se reunió con las senadoras Blanca Alcalá Ruiz y Mariana Gómez del Campo; Ricardo Cayuela, director general de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), y Marcelo Uribe, director general de Ediciones Era, para analizar la mencionada ley. “Escuchamos mucho del compromiso del Estado en la difusión de la lectura, pero en 2012, por ejemplo, se gastaban 33 pesos por alumno en libros para bibliotecas escolares y de aula, y hoy se gastan cinco pesos con 40 centavos. Es una gran contradicción. Si no consideramos a la lectura como prioridad, que ayude a la cohesión, a restaurar el tejido social, entonces no entendemos la estrategia de fomento a la lectura”, señaló Echeverría. Luego de señalar que si bien en la Ley del Libro se habla del apoyo a las librerías, pero en la realidad no se da, el presidente de la Caniem manifestó la necesidad de que la banca de desarrollo promueva la creación de librerías y que el Estado considere a la lectura y al libro como estratégicos. Como antesala del “Diálogo sobre las reformas a la Ley del Libro”, programado para el próximo 1 de diciembre, en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, Echeverría sostuvo que el reglamento de la Ley del Libro no se ha podido instrumentar desde que se publicó, hace cuatro años. “Por ejemplo, no se aplica en las bibliotecas de aula y escolares, donde los presupuestos son raquíticos. En 2013 –agregó– se habían destinado cerca de 80 millones de pesos y en 2014 ya no aparece ese rubro. En 2015 tampoco hay partida presupuestaria específica para actividades de promoción de la lectura y el libro. Como profesionales de la industria editorial creemos que es fundamental buscar que se aplique la ley. Por eso es que no satisface mucho que la Comisión de Cultura de la Cámara de Senadores tome la iniciativa para hacer las reformas necesarias”, subrayó. En su oportunidad, la senadora Blanca Alcalá, presidenta de la Comisión de Cultura, manifestó que desde hace algunas semanas se trabaja en colaboración con los actores involucrados “en la cadena de valor del libro” para fundamentar las modificaciones a la mencionada ley. “A partir de estas reflexiones e intercambio de opinión es que surgió la iniciativa que se turnó a la Cámara alta para su análisis y discusión en diversas comisiones”, señaló. Por su parte, el director de Publicaciones del Conaculta, Ricardo Cayuela, destacó que la Ley del Libro “fue muy difícil conseguir” y logró un consenso inédito entre los sectores de la cadena del libro. Sin embargo, sostuvo, los objetivos que se planteó no se han logrado cumplir al 100%. “Creo que es una buena ley, pero tiene que ajustarse, tiene que modificarse conforme a la realidad”, concluyó.